“Misericordia”, “justicia social” y “las periferias” en la práctica – 500 trabajadores italianos están por quedar en la completa miseria por decisión papal



Del blog en italiano Settimo Cielo, de Sandro Magister



La Iglesia tiene una Doctrina Social. Pero luego está el problema de llevarla a la práctica.


La Iglesia hace una rotunda afirmación del derecho al trabajo, pero luego hay decisiones que eliminan empleos, aun cuando esas decisiones tengan buenos motivos.







En estos días el Papa Francisco se ha encontrado a sí mismo en el centro de esas contradicciones. El Papa Francisco ha hecho conocer sus ideas en el discurso del 28 de Octubre frente al Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Pero al mismo tiempo 500 trabajadores que ya no tienen trabajo están tocando a sus puertas – en vano por el momento – porque han sido despedidos de sus empleos en la Oficina de Obras Papales de Caridad, es decir, de la misma oficina papal cuya raison d´etre es ayudar a los más necesitados.

Entre aquellos que en Italia aplaudieron el discurso a los movimientos populares está el Centro Social Leoncavallo, de Milán. Y también Guido Viale, que desde el diario comunista Il Manifesto le dio una entusiasmada aprobación.



Pero lo más llamativo acerca de este discurso es su increíble similitud con las teorías sostenidas por el filósofo Toni Negri y su discípulo Michael Hardt en un libro publicado en 2002 con gran éxito bajo el título
Imperio


Tanto en el discurso del Papa como en este libro se sostiene que el poder que verdaderamente domina al mundo se identifica con un imperio transnacional del dinero que se sostiene en una continua expropiación y destrucción de personas y de cosas, y que adopta a la guerra como un instrumento de control regulado, entendiendo a la guerra no en un concepto clásico sino con un sentido asimétrico, policéntrico y global, tal como el mismo Papa lo explica:



“Hace poco dije, y lo repito, que estamos viviendo la tercera guerra mundial pero en cuotas. Hay sistemas económicos que para sobrevivir deben hacer la guerra. Entonces se fabrican y se venden armas y, con eso los balances de las economías que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero, obviamente quedan saneadas”


En oposición a este “Imperio” surge un grupo al que Toni Negri denomina la “Multitud”. Esta multitud ya no estaría formada por los trabajadores sindicalizados, o agrupados masivamente, que sería una fase del mundo del trabajo muy cercana afectivamente al pensamiento de Negri, sino por las innumerables y multiformes redes sociales que se rebelan contra esta hegemonía mundial. Para el Papa Francisco esta “multitud” son precisamente aquellos que constituyen estos “movimientos populares”:
cartoneros, recicladores, vendedores ambulantes, costureros, artesanos, pescadores, campesinos, constructores, mineros, obreros de empresas recuperadas, todo tipo de cooperativistas y trabajadores de oficios populares que están excluidos de los derechos laborales, que se les niega la posibilidad de sindicalizarse, que no tienen un ingreso adecuado y estable. A todas estas personas el Papa les habla entrañablemente: “Tienen los pies en el barro y las manos en la carne. ¡Tienen olor a barrio, a pueblo, a lucha!”


Para Francisco el lugar donde las virtudes redentoras florecen naturalmente no es en las ciudades de vidrio del Imperio, sino más bien en las “periferias”: “
Ustedes saben que en las barriadas populares donde muchos de ustedes viven subsisten valores ya olvidados en los centros enriquecidos. Los asentamientos están bendecidos con una rica cultura popular: allí el espacio público no es un mero lugar de tránsito sino una extensión del propio hogar, un lugar donde generar vínculos con los vecinos”


Desde este “subsuelo del planeta”, Francisco continúa diciendo: “brota ese
torrente de energía moral que surge de la incorporación de los excluidos en la construcción del destino común.” Y es aquellos que son así excluídos a quienes el Papa les garantiza un futuro en una humanidad con tierra, techo y trabajo para todos. Y esto llegará gracias a un proceso de ascenso al poder que “excede los procedimientos lógicos de la democracia formal”.


Escuchando el discurso del Papa había muchos Latinoamericanos, entre los que se encontraba el Presidente de Bolivia, Evo Morales, un ejemplo de “líder popular”. Curiosamente la universidad en la que el octogenario Toni Negri enseña hoy está en Argentina: La Facultad Libre de Rosario.



Ahora, si nos movemos de la poesía a la prosa, lo que encontramos es la protesta de 500 personas que han sido despedidas de sus tareas para la Oficina de Obras Papales de Caridad del Vaticano. Son los calígrafos, pintores e imprenteros que desde el 1ro de enero del 2015 cesarán de producir para el Vaticano los decorados pergaminos con las Bendiciones Papales “para personas específicas” ordenadas y vendidas en tiendas y librerías con licencia del Vaticano y cuyos beneficios siempre han ido a la Oficina de Obras de Caridad que las dona a sus causas.


El año próximo, de hecho, la Oficina de Obras Papales de Caridad arreglará por iniciativa propia con otros calígrafos la producción y venta de los “pergaminos”, ya sea a través de la internet o de las Nunciaturas alrededor del mundo. El encargado de notificar esta inminente terminación de sus contratos a los cerca de 500 hombres y mujeres que hacían su trabajo para la Iglesia desde fuera del Vaticano fue el encargado de la Oficina de Obras de Caridad y mano derecha del Papa Francisco (Limosnero Papal) Arzobispo Konrad Krajewski en una carta circular del 12 de Abril de 2014.

El 29 de Junio, estas 500 personas enviaron una carta al Papa en la que le rogaban no “poner a cientos de familias en la pobreza económica y en una situación precaria” En la carta concluían diciendo: “Nosotros ponemos nuestro futuro en sus santas manos junto con nuestro ruego de revocación de esta decisión que tendrá el efecto de disminuir la obra de caridad llevado a cabo por la Oficina en el transcurso de tantos años y que aún hoy continúa, por medio del trabajo de tanta gente devota”

Más de cuatro meses han pasado y la carta de apelación al Papa aún continúa sin respuesta.


[Traducido por: Juan Campos. Artículo original]




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[*La Facultad Libre de Rosario es una experiencia de educación alternativa con el objetivo de construir herramientas de reflexión e implementar un concepto de educación creativo e innovador, que posibilite un vínculo diferente con el saber, uniendo la filosofía, el arte, la ciencia y el conocimiento, respetando y afirmando la diversidad como fundamento para el aprendizaje. (Wikipedia)]

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