En efecto buena precisión, estaba en la Cisleitania no me acordaba ya. De todas maneras, sólo era un ejemplo que ponía de qué le ocurriría al dichoso prelado, si alguien le hiciera el mismo comentario pero aplicado a su patria (y con bastante más rigor histórico-político del que él ha tenido).
Sólo faltaba, que la jerarquía de nuestra Iglesia nos discuta públicamente nuestra propia existencia con argumentos de lo más peregrinos. Los pastores no están para eso, están para apacentar a las ovejas con independencia de lo que opinen ellos individualmente en el plano político. Si un obispo católico (o un Papa como parece) tiene una especial aversión a nuestra patria, que no es la primera vez que pasa precisamente, tendremos que fastidiarnos porque la condición de ministro de Dios no la pierde por eso (como no la perdieron Richelieu o Mazarino, dos de nuestros peores enemigos); pero lo mínimo que debemos EXIGIR COMO CATÓLICOS ESPAÑOLES es que se nos RESPETE.
Y un experto en teología, del Santo Oficio (hoy CPDF) lo que debe hacer es dar buena Doctrina de Cristo y proteger a los fieles del error y de la herejía, no meterse en charcos hediondos para hacerle el caldo gordo a los nacionalistas liberales de Cataluña. Digo esto último, porque me huelo que este señor "mamaría" el nacionalismo en algún colegio comunista de Polonia; y ya sabemos que el nacionalismo, sea soviético o liberal, es la misma idolatría estúpida contraria al verdadero patriotismo.
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