Los hechos conocidos
Durante su aparición en Fátima el 13 de julio de 1917, Nuesta Señora confió a los tres niños un Secreto en tres partes. La Hermana Lucía reveló al mundo las dos primieras partes del Secreto por medio de su tercera memoria. "El Secreto", ella escribió, "consta de tres partes distintas, de la cuales voy a revelar dos. La primera fue pues la visión del infierno... La segunda parte del secreto se refiere a la devoción al Inmaculado Corazón de María".
En Octubre de 1943, la Hermana Lucía recibió una orden formal del Obispo Don José Correia da Silva de escribir el texto del Tercer Secreto. Desde mediados de octubre hasta principios de enero de 1944, ella se sintió impedida de obedecer esa orden formal por una angustia inexpresable que experimentó durante ese tiempo. He aquí las circunstancias que rodearon la dura prueba de la Hermana Lucía al escribir el Tercer Secreto:
En junio de 1943, la Hermana Lucía cayó en cama con una pleuresía, lo que hizo temer al Obispo de Leiría, Don José Correia da Silva, que pudiera morir sin haber revelado el Secreto final. El Canónigo José Galamba de Oliveira convenció luego al Obispo para que sugiriera a la Hermana que escribiera el Tercer Secreto. Sin embargo, la Hermana Lucía se rehusó a cumplir con esa sugestión porque no quería asumir esa responsabilidad por su propia iniciativa, pero afirmó que obedecería una orden expresa del obispo para escribirlo. Atormentada por la expresada sugestión, la Hermana Lucía concluyó que, sin esa orden fomal de su Obispo, ella no contaba aún con permiso de Nuestro Señor para revelar el Tercer Secreto.
A mediados de octubre de 1943, el Obispo Don José Correia da Silva dio finalmente a Lucía la orden formal de escribir el Tercer Secreto. La Hermana Lucía se propuso obedecer la orden del obispo, pero fue incapaz de hacerlo durante los dos meses y medio posteriores. Fue solo después de que la Santísima Vírgen se le apareciera el 2 de enero de 1944, para confirmarle que era verdaderamente la voluntad de Dios que ella escribiera las palabras del Tercer Secreto, que la Hermana Lucía finalmente pudo vencer esas dificultades y poner por escrito el Secreto. La Hermana Lucía confió el Secreto al papel entre el 2 y el 9 de enero de 1944. El 9 de enero de 1944 la Hermana Lucía escribió al Obispo, informándole que, finalmente, el Secreto estaba escrito.
El 2 de septiembre de 1952, el Padre Joseph Schweigl interrogó a la Hermana Lucía sobre el Tercer Secreto, en su convento de Coimbra, Portugal. El sacerdote fue enviado por el Papa Pío XII con esa misión especial.
En 1955 el Papa Pío XII envió incluso otro representante al Convento de Coimbra para interrogar a la Hermana Lucía respecto al contenido del Tercer Secreto. El Cardenal Ottaviani, cabeza del Santo Oficio, habló con la Hermana Lucía el 17 de mayo de 1955. Su interrogatorio fue seguido por la orden de que el texto del Tercer Secreto fuera transferido al Vaticano.
Alrededor de fines de 1956, el Nuncio Papal en Lisboa, Arzobispo Fernando Cento, repitió la orden del Santo Oficio al Obispo Don José Correia da Silva de que todos los documentos que había escrito la Hermana Lucía fueran enviados al Vaticano, incluyendo el Secreto.
En marzo de 1957, Monseñor Venancio, Obispo Auxiliar de Fátima, imploró una última vez al Obispo Don José Correia da Silva que leyera el Secreto antes de enviarlo al Vaticano. El Obispo, entonces de 85 años, declinó leerlo diciendo: "eso no me interesa". El Obispo Venancio, no autorizado a romper el sello, sostuvo el sobre conteniendo el Tercer Secreto ante una luz para observar mejor el interior, y luego anotó cuidadosamente lo que pudo ver de su contenido. Luego hizo estas observaciones: el Secreto está escrito en una hoja de papel, con márgenes de 3/4 de centímetro a ambos lados de la página, con aproximadamente 25 líneas de texto.
El contenido
La Hermana Lucía no tuvo ningún problema al escribir la primera y la segunda parte del Secreto, las que incluyeron la terrorífica visión del infierno y la aniquilación de naciones. Sin embargo, en el caso de la tercera parte, ella necesitó la intervención del Cielo para poder escribirla. Eso testifica la seriedad de su contenido.
El Cardenal Ottaviani, quien había interrogado a Lucía en 1955, y leyó el secreto, declaró públicamente que el Tercer Secreto es una profecía – una predicción del futuro – hecha por Nuestra Señora. También, tanto el Cardenal Ottaviani como el comunicado del Vaticano del 8 de febrero de 1960 anunciando que el Secreto no sería revelado, afirmaron que el Secreto se compone de palabras de Nuestra Señora.
El 26 de junio de 2000, el Cardenal Ratzinger reveló lo que él pretendió era el íntegro Tercer Secreto de Fátima. Sin embargo, lo que se reveló ese día verdaderamente no se puede comparar con lo que nosotros conocemos sobre el Secreto. Por ejemplo, nosotros sabemos por el testimonio del Obispo auxiliar de Fátima, Monseñor Venancio, que el texto del Secreto tiene unas 25 líneas de longitud y está escrito en una sola hoja de papel. En cambio, la "visión" del Tercer Secreto, revelada por el Cardenal Ratzinger y el Arzobispo Bertone el 26 de junio de 2000, fue escrita en cuatro hojas de papel; además, no contiene ninguna palabra de Nuestra Señora.
Además, de acuerdo con la "interpretación" oficial del Vaticano de la visión del Tercer Secreto, este se refiere solo a hechos pasados. El Vaticano afirma que la visión del obispo vestido de blanco que está siendo asesinado por una banda de soldados, se refiere al intento de asesinato del Papa Juan Pablo II , aún cuando el Santo Padre no fue asesinado.
En 1946, el Canónigo Barthas preguntó a la Hermana Lucía por qué el mundo debía esperar hasta 1960 para la revelación del Secreto. La Hermana Lucía le dio dos razones para esa fecha en particular: primera, "porque la Santísima Virgen lo quiere así", y también porque "entonces se verá más claro". Enfoquemos por un momento la segunda razón de la Hermana Lucía. Una profecía se vuelve más clara cuando comienza a realizarse. La mayoría de los eruditos en Fátima coincide en afirmar que el Tercer Secreto comenzó a realizarse visiblemente en 1960.
Además, como el Tercer Secreto en su integridad forma un todo cohesivo, y como nosotros conocemos la conclusión del Secreto, podemos conocer el contexto de la tercera parte del Secreto. La conclusión del Secreto es, "Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y será concedido al mundo algún tiempo de paz". El Tercer Secreto, por lo tanto, debe predecir algo a ocurrir después de 1960 y antes del "(Por) fin" y el Triunfo subsiguiente del Inmaculado Corazón, que anunciará la verdadera paz mundial.
Por eso, nosotros podemos ver que estamos viviendo en el período entre 1960 y la Consagración de Rusia y el subsiguiente Triunfo del Inmaculado Corazón de María. En suma, ¡estamos viviendo en el período del Tercer Secreto realizándose! Aunque se nos aseguró que "al fin" tendremos la Consagración de Rusia y un período de paz mundial, hasta entonces nos sumergiremos más y más en el horrible castigo que el Tercer Secreto de Fátima predice...
http://www.fatima.org/span/thirdsecret/knownfacts.pdf
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