Yo no dije ni quise decir en ningún momento que hubiera que quedarse cruzados de brazos esperando que todo se resuelva por sí solo. Por supuesto que a Dios rogando y con el mazo dando y que me preocupa lo que pasa. Por supuesto que tenemos que hacer lo que esté en nuestras manos, y desde luego rezar. Simplemente recordaba la promesa del Señor para que no nos dejemos vencer por el pesimismo. Y no importa que al final solo quedemos cuatro gatos, porque también dijo que donde estuvieran dos o más reunidos en su nombre estaba Él. En algún momento tendrá que intervenir, y espero que sea pronto, porque el mundo se está poniendo que es un asco. Ya estamos viviendo la apostasía. Ahora falta la otra señal que dio San Pablo, que venga el Anticristo, si es que no ha venido ya.
Marcadores