Interior
Planta y alzado
La planta de la catedral Nueva de Salamanca es rectangular, con tres naves y dos colaterales dedicadas a capillas, más otra perpendicular de transepto. Aunque se ha dicho que su alzado corresponde al concepto tardogótico de templo de salón, la realidad es que sus dos naves laterales tienen menor altura que la central, lo que permite la iluminación directa de dicha nave principal mediante un nivel de ventanales. Por su parte, estas naves laterales también son más altas que las capillas que las flanquean por lo que también disponen de iluminación directa mediante similares vanos.
Así, podemos resumir que las tres naves tienen un alzado de dos niveles o pisos:
El primer piso está constituido por arcos formeros ojivales de gran altura. El segundo nivel tiene ventanales (piso del "claristorio") que dotan de una gran iluminación interior a todo el templo.
Las bóvedasComo corresponde a esta fase terminal de la arquitectura gótica, las bóvedas de las naves son de crucería compleja (bóvedas estrelladas) cuyos nervios apean sobre anchos pilares con columnillas que apenas cuentan con diminutos capiteles.
La sensación de amplitud citada al comienzo y que, en ocasiones, se confunde con el hecho de tener planta de salón es debido a la gran anchura y altura de las naves (aunque distintas) y a la citada iluminación directa que se acrecienta por los enormes vanos del cimborrio.
El cimborrio
El cimborrio es uno de los elementos más notables de la Catedral Nueva de Salamanca. Originalmente fue una construcción barroca de Joaquín Churriguerra que lo acabó en el año 1725. El terremoto de Lisboa afectó a su cúpula y hubo de ser reconstruido, esta vez por mano de de Juan de Sagarvinaga en 1765. Se yergue en el espacio del cuadrado del crucero sobre los cuatro arcos torales mediante pechinas decoradas. El cilindro erigido se abre al exterior por ocho amplios y luminosos ventanales y más arriba se cierra mediante la correspondiente cúpula semiesférica, también muy decorada.
Exterior
La Catedral Nueva puede ser divisada desde casi cualquier lugar de la ciudad gracias a su enorme volumen y a sus dos prominencias superiores: el cimborrio y el campanario, de los que luego nos ocuparemos. Es por el costado sur desde donde se tiene mejor perspectiva del templo catedralicio. Tan alto y poderoso se muestra su silueta que apenas deja ver la antigua seo románica adosada, de mucho menor altura y situada en un lugar más bajo de la colina.
Sin embargo, lo habitual es acceder a la catedral desde el centro de la ciudad por el costado opuesto, el septentrional. A medida que nos acercamos, nos vamos haciendo conscientes del verdadero tamaño del templo, con su ya citado escalonamiento de alturas entre la nave principal, las naves laterales y las capillas.
La decoración exterior de muros y portadas corresponde al estilo tardogótico flamígero con arcos conopiales y pináculos erizados que aumentan el peso de los arbotantes, y que ayudan a soportar el peso de las bóvedas de crucería de la nave central. Por su parte, los ventanales tienen ya un apuntamiento muy leve, propio de una etapa donde el gótico va tratando de conciliarse con los nuevos aires renacentistas.
CATEDRAL NUEVA DE SALAMANCA
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