EL BALCON LIMEÑO




PARTES BASICAS DE LA ESTRUCTURA DEL BALCON LIMEÑO.

1. CORNISA
2. REJILLA
3. CELOSIA
4. MIRILLA
5. MANDIL

IMAGEN: BALCON DE ESTILO BARROCO, PALACIO ARZOBISPAL DE LIMA.


Los balcones de cajón, como se nombró en el Perú a los balcones cerrados de madera, fueron obras de carpintería que salieron de lo común, llegando en algunos casos a emparentar con los retablos eclesiales por lo prolijo de sus tallas. Como era de esperar, nacieron en las fachadas de las casas, pero también los hubo en el interior de los templos y conventos cristianos.


Los balcones de cajón comunes siempre se asomaron a las calles, siendo tantos los que tenía Lima; que hoy resulta difícil de imaginar. Basta saber que hubo cuadras enteras con balconería cerrada. El origen de estos balcones fue musulmán, todavía los hay en La Meca y en Medina, en Alepo y en Damasco, en Alejandría y El Cairo, siendo menos en el Piero y Tesalónica, pero más en los monasterios griegos del interior, como ese del monte Athos, que carece de escalera, pero abunda en balconcillos cuadrados. También los hubo en el sur de Italia y en España, así como en las Islas Canarias y en Portugal. Pero en ningún caso, los balcones de cajón fueron tan numerosos y tan artísticos como en el Perú.


Hablando de la costa peruana, los mejores balcones de cajón se dieron en Lima y Trujillo; diferentes, mas no menos valiosos, fueron en la sierra los del Cusco, imitados con austeridad por los de Huancavelica, Ayacucho y Puno.


A propósito de los balcones de Lima, escribe Hector Velarde: “Los balcones, en su mayoría de madera tallada con más o menos lujo, cerrados y salientes, acusaban el segundo piso y delineaban fuertemente la perspectiva de las calles. Se colocaban por lo general a cada lado de la portada en forma asimétrica: un balcón era casi siempre más largo que otro; a veces, aparecía uno solo doblando una esquina o pasando sobre la misma portada; otras veces, se encontraban aislados y pequeños como jaulas colgadas. El sentido del balcón era sobre todo horizontal, como una galería alta sobre la calle, donde había fresco, sombra, intimidad y amplia y disimulada vista; un sitio para estar en la casa y atisbar al mismo tiempo la ciudad”.


Este balcón limeño, tiene cinco partes importantes para recordar: el mandil o delantal, la mirilla o pequeña balaustrada, la celosía o portañola, la rejilla o sobreluz y la coronación o cornisa. Por su parte, Emilio Harth Terré nos habla del balcón limeño “de cajón volado” para informarnos que estaban prohibidos en España desde mediados del siglo XV por las leyes de Castilla. Fugitivo de Iberia, este tipo de balcón se refugia en el Perú por razones climatológicas y baratura de la madera. El primero debió nacer con el Virreinato, pues en 1548 se hacen dos de este tipo inspirados en el que ya tenía en su casa el Chantre de la Catedral de Lima. El balcón de cajón se comienza a poner en boga en el último tercio del siglo XVI, y por 1628, sustituye al ajimez de esquina. El cronista Cobo anotará: “está aquí tan recibido el uso de balcones que no hay casa de mediana estofa que deje de tener alguno, y las principales muchos”. Calancha, por su parte, explica: “son tantos y tan largos que parecen calles en el aire”; y fray Buenaventura de Salinas escribió simplemente: “son vistosísimos”.


Balcones limeños de auténtico perfil quinientista y seiscentista quedan pocos debido a los sismos de 1655, 1687 y 1746. En la transición del siglo XVII al XVIII es que aparece el balcón de estilo barroco, como son los balcones del Palacio de Torre Tagle, que llegan a evocar retablos o tallados muebles sacados a la calle por lujo y ostentación. La segunda mitad del XVIII exige, contra toda precaución, nuevos balcones y Lima los prohíja de dos clases: el tradicional, y el afrancesado, influido por el arte de Luis XV. El primer ejemplo está representado por los balcones de la remozada
Casa de Nicolás de Ribera “el viejo” y por los balcones de la Casa de Larriva, el segundo ejemplo, por los balcones de la Casa de Osambela. Aquí, era de esperarse, los balcones lucen ligeramente ovalados mientras sus paneles se adornan con frisos de guirnaldas y medallones centrales. Son los breves tiempos del Rococó que anteceden al Neoclásico, época en que soplan ya los vientos de la república por lo que también el balcón se moderniza.


Efectivamente, apunta Héctor Velarde, el limeño balcón neoclásico “tiene pilastrillas corintias o jónicas, las aperturas son de arco de medio punto con soguillas radiales y el entablamento es cubierto con cornisas grecorromanas sostenidas por dentículos y modillones”.


Los balcones de cajón se hicieron tan limeños que, contra toda costumbre, llegaron a construirse no solo en el exterior de los edificios, sino también en la parte interna de ellos.


Bibliografía: “Las artes virreinales” escrito por el historiador José Antonio del Busto.




BALCON DE ESTILO MUDEJAR, CASA DE LARRIVA.


BALCONADA VIRREINAL DE LA CASA DEL OIDOR.
ESTA CASA PERTENECIO AL SEVILLANO ALONSO DE RIQUELME, QUIEN EJERCIO EL CARGO DE TESORERO EN LA EPOCA DE CONQUISTA.


BALCON DE GRANDES PROPORCIONES, ESTILO NEOCLASICO. ADORNA LA FACHADA DE UNO DE LOS EDIFICIOS QUE RODEAN LA PLAZA MAYOR DE LIMA.


HERMOSO BALCON ESTILO NEOCLASICO, EN EL JIRON DE LA UNION, CASCO HISTORICO DE LIMA.


BALCON DE ESTILO ROCOCO, DE INFLUENCIA AFRANCESADA.
CASA DE OSAMBELA, LIMA.



BALCONES TRADICIONALES DE ESTILO MUDEJAR. FACHADA DE LA CASA DE NICOLAS DE RIBERA EL VIEJO, PRIMER ALCALDE DE LIMA.


TIPO DE BALCON NEOCLASICO ADORNA EL EDIFICIO DEL PALACIO MUNICIPAL DE LIMA.


BALCONES DE CAJON, EN EL JIRON DE LA UNION - LIMA.


BALCON NEOCLASICO, HOTEL ESPAÑA.
CASCO HISTORICO DE LIMA.



BALCONES DE ESTILO BARROCO (SIGLO XVIII). PALACIO DE TORRE TAGLE.


ADORNOS RECARGADOS EMBELLECEN LOS BALCONES DEL PALACIO ARZOBISPAL DE LIMA.



https://www.facebook.com/pages/Lima-...233171?fref=nf