...No creemos que fuese casualidad que Franco eligiese la sierra del Guadarrama para erigir este monumento tan simbólico que nos ocupa. Más bien se dejó llevar por esta corriente nacionalista que identificaba esta sierra con la identidad española, y eligió de esa manera cuidadosamente un lugar especial dentro de esta misma. Así se aprovechó de este ideario ampliamente difundido y cimentado ya por el ILE desde hacía décadas y recondujo las ideas de concepción liberal hacia otras puramente religiosas y católicas que, a primera vista, es lo que aparenta. Aunque como ya hemos visto, hay demasiadas ideas panteístas y gnósticas relacionadas con todos estos movimientos como para haber salido indemne de sus influencias a la hora de levantar esta peculiar cripta.
Un ejemplo patente de que estas ideas nacionalistas relacionadas con las cumbres bullían en diferentes ámbitos de ideologías es la foto publicada en la revista Vértice, (revista ilustrada de ideología falangista que se publicó desde 1937 hasta 1946) en la primera publicación de la misma en su número 1 de abril de 1937, una foto de Paul Wolff de un crucifijo de piedra levantado en las cumbres alpinas, con un espléndido panorama montañoso de fondo y con la siguiente leyenda: “Como un símbolo exacto de la civilización de Occidente, el aspa divina de la Cruz se alza sobre un fondo litúrgico de cielos y montañas”. Nótese el uso del calificativo “litúrgico” en relación con la cumbre de la montaña como normalización ya en el s.XX de las ideas románticas de sacralización de la naturaleza.
Otra referencia más específica de materializar una cruz en una cumbre montañosa y especialmente en la sierra del Guadarrama, a modo de Friedrich español pero esta vez no en un cuadro sino en una poesía, es el poema de Carlos Fernández Shaw (1865-1911) titulado “Poema de las Montañas. Siete picos: la Cruz soñada (1909)” que consta de los siguientes versos:
Yo igualaría, nivelaría
-ya los nivela mi fantasía-
los agríos picos, las recias cumbres de roca brava,
de roca estéril, como la estéril siniestra lava,
y allá, por arte maravillosa, levantaría
sobre las piedras despedazadas del peñascal,
bajo los cielos que son la imagen de lo infinito,
una grandiosa Cruz de granito,
triunfal imagen de la Justicia, de la Clemencia, del Ideal.
Este autor dedicó innumerables poemas a las cumbres del Guadarrama, aunque es más bien conocido en su faceta de escritor de libretos de zarzuelas tales como “La Revoltosa” o de periodista redactor en La Época. Estuvo relacionado con el ILE, participando en las conferencias y excursiones que realizaban a la sierra, aunque no llegó a cursar estudios como alumno suyo. Fue socio del Ateneo de Madrid (¡qué casualidad! Otra vez masones a la vista…) con sólo 16 años y posteriormente llegó a ser Secretario y Director de la Sección Literaria del mismo-....
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