Tercios, legiones romanas o Imperio español: el origen militar de expresiones que usas a diario
Alfred López publica ‘El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros’, un recorrido por el origen de los términos más conocidos de nuestro idioma
Manuel P. Villatoro
La historia sorprende. Desde hace siglos, son muchos los que asocian el término ‘camarada’ a las organizaciones más cercanas a la izquierda. Sin embargo, y más allá del momento exacto en el que se popularizara el concepto en cuestión, la realidad es que los Tercios españoles ya lo utilizaban para referirse a sus compañeros de tienda. Desde que España era Hispania, por la península han pasado una infinidad de pueblos diferentes. Íberos, cartagineses, visigodos… Y cada uno –así como sus unidades militares– dejaron una impronta imborrable en un ámbito que se suele pasar por alto: el del lenguaje. Por suerte, y para recuperar toda esta ingente tradición, Alfred López (más conocido como ‘El listo que todo lo sabe’ por su popular blog) ha alumbrado una obra que se zambulle, de forma somera, en todo este entramado: ‘ El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros’. Versado divulgador histórico (es popular su libro ‘Eso no estaba en mi libro de historia de la política’) afirma a ABC que, aunque no nos lo creamos, existen una infinidad de expresiones que se remontan a las legiones romanas o a la Monarquía Hispánica.
¿Usamos muchas más palabras ‘con historia’ de las que creemos?
Nuestro idioma se ha formado y evolucionado gracias a la mezcla de distintas culturas que por aquí han pasado, dejándonos cada una de ellas un gran y rico legado cultural. Un gran número de esas palabras y expresiones que utilizamos provienen de hechos históricos que se han ido transmitiendo oralmente (una generación tras otra) y han quedado incorporadas en el lenguaje cotidiano. Hay tantísimos términos que al usarlos estamos haciendo alguna referencia a un momento concreto de nuestra historia.
¿Mantenemos todavía alguna expresión que provenga o esté relacionada con las legiones romanas?
Sí, son muchísimas las referencias a ese periodo histórico. Usamos expresiones que surgieron de hechos o costumbres de la Antigua Roma. Por poner un par de ejemplos, “Dormirse en los laureles” hacía referencia a la corona de laurel con la que era distinguido algún militar tras haber realizado una importante campaña o ganado una decisiva batalla. El hecho de recibir tal galardón hacía que alguno bajase su nivel de rendimiento (se acomodase a ese estatus de personaje premiado), por lo que surgió esta expresión. También encontramos que términos como ‘castrense’ (que hace referencia al ejército o la profesión militar) proviene del vocablo latino ‘castrum’, el nombre de las fortificaciones militares de los antiguos romanos.
¿Y de los Tercios españoles?
Numerosas son las personas que creen que el término ‘camarada’ proviene de las organizaciones de izquierdas, pero realmente nació del hecho de compartir una misma estancia (cámara) varios miembros de una unidad militar, sin distinción de rango, en el que se imperaba el compañerismo durante esa convivencia entre los Tercios. De ahí también surgió una expresión (ya prácticamente en desuso) que era “Camaradas de peine”, la cual hacía referencia a una orden por la cual los miembros del ejército debían de llevar el pelo recogido y bien peinado, por lo que era común que entre ellos mismo (quienes compartían cámara) se ayudaran a peinarse.
Otras expresiones que también podemos encontrar que provienen de la época de los Tercios es la de “mandar a la porra”, la cual hacía referencia a un bastón con empuñadura de plata conocido como porra que se clavaba en el suelo, en un lugar apartado, y era allí donde se mandaba a los soldados que recibían algún castigo o advertencia por parte de sus superiores.
Augusto Ferrer-Dalmau
Sorprende la sección ‘con nombre propio’ ¿Podría explicarnos el origen de expresiones tan curiosas como ‘No ha venido ni el Tato’, ‘Más feo que Picio’ o ‘Se ha montado la Marimorena’?
El Tato era el nombre artístico del célebre torero del siglo XIX Antonio Sánchez, quien tuvo una agitada vida social, pues acudía a todo tipo de eventos y fiestas, además de participar en numerosas corridas de toros.
Francisco Picio fue un zapatero granadino que durante la Guerra de Independencia española fue detenido, juzgado y condenado a muerte. La noche antes de la ejecución fue indultado y, según cuentan las crónicas, la noticia le causo tal impacto que se le cayó el pelo y le quedó un rictus deforme en el rostro que dio lugar a la famosa expresión en referencia a la fealdad de alguien.
La historia de la Marimorena la encontramos en una mujer del siglo XVI llamada María Morena, quien regentaba junto a su esposo una taberna en la Cava Baja (Madrid de los Austrias). Según cuentan algunos relatos, en el año 1579 la llevaron ante la justicia tras un altercado producido en el establecimiento al negarse a servir su mejor vino a un grupo de soldados, con quienes acabó la mesonera a puñetazos.
¿Cuál es la expresión o palabra que más le ha llamado la atención de la obra?
Muchísimas. En el libro recojo 700 términos y expresiones diferentes y la inmensa mayoría tienen alguna curiosa historia. Si tuviese que elegir algunas me quedaría con términos como ‘luquete’ (la rodaja de limón que en echa en las bebidas), ‘giste’ (que es el nombre de la espuma de la cerveza) o ‘antimacasar’ (el típico paño que hacían nuestras madres y abuelas para colocar en el reposacabezas del sofá y que recibía tal nombre porque su función era evitar que se manchara esa butaca de un pringoso aceite, llamado macasar, que usaron los hombres en su cabello a partir de mediados del siglo XIX). En cuanto a expresiones me quedo con la de ‘tener la mosca detrás de la oreja’, la cual no hace referencia al insecto sino a una mecha (llamada mecha de mosca) usada por los arcabuceros y con la que encendían el arma para disparar. Mientras estaban alerta por si llegaba el enemigo se colocaban esa mosca sobre la oreja (como el que se pone un lapicero o un cigarrillo).
El mundo náutico tampoco escapa a su ojo analítico. ‘Ser un viva la Virgen’ o ‘Salvarse por los pelos’ son dos de ellas.
Antiguamente, en los barcos, en el momento de la formación, todo el personal se iba nombrando a modo de recuento y el último de ellos lo cerraba con el grito ‘¡Viva la Virgen!’, con propósito de pedir la protección divina para toda la tripulación. Al lanzar ese grito el último hombre que se incorporaba a la mencionada formación, que solía ser el más rezagado del grupo, propició que, si encima era siempre el mismo, el resto lo bautizaran como el ‘vivalavirgen’. El segundo es igual de curioso. La marina (mercante y militar) también fue durante mucho tiempo un lugar en el que se enrolaban numerosos hombres que necesitaban un trabajo e incluso huir de las autoridades. Muchos no tenían formación alguna de marinería y la mayoría ni tan siquiera sabían nadar. Un método de ser salvados rápida y fácilmente en caso de caer al agua era siendo agarrados por el pelo y por tal motivo se dejaban crecer la melena.
¿Existe alguna expresión o alguna palabra cuyo origen se relacione con la Monarquía Hispánica?
Hay varias. Por poner un solo ejemplo, el término ‘quinto’ con el que se conocía a los soldados de una misma promoción que prestaban el servicio militar proviene de una orden del rey Juan II de Castilla, en el siglo XV, por la que una quinta parte de los jóvenes varones que vivían en el reino debían incorporarse al ejército real, algo que los posteriores monarcas siguieron haciendo. Al ser todos esos soldados de la misma edad también surgió la expresión ‘ser de la misma quinta’.
¿Hasta qué punto alberga el español palabras o expresiones originadas haces siglos y cuyo origen desconocemos?
La mayoría de ellas tienen varios siglos de origen. Evidentemente, con el paso de los años se han ido modificando o adecuando a nuestro tiempo. El lenguaje evoluciona gracias a los hablantes. Nosotros ya no hablamos como lo hacían nuestros abuelos, ni ellos como los suyos. Solo hay que coger un libro de hace un par de siglos y comprobaremos que hay muchas palabras que nosotros utilizamos, pero otras han cambiado de forma e incluso de significado.
El mundo militar también ha sido prolífico a la hora de entregarnos términos. Valgan como ejemplo ‘Pasarlas canutas’ o ‘Hacer alarde’…
Innumerables son las que nos han llegado desde el estamento militar, algunas incluso con una antigüedad de varios siglos y la mayoría de ellas con un uso muy actual hoy en día, y como ejemplo las dos que me cita. Al documento que se le entregaba al soldado recién licenciado, tras cumplir el periodo de servicio militar obligatorio, durante un tiempo se le llamó ‘canuta’ porque iba enrollado dentro de un cilindro. Muchos eran los soldados que al incorporarse a la vida civil no encontraban trabajo y no tenían las comodidades de su pasada vida militar, por lo que se asoció el poseer esa canuta con pasar por dificultades y malos momentos. Por su parte, ‘hacer alarde’, para indicar la ostentación que se hace de algo, proviene del árabe 'ard, que designaba la revista que se hacía de la tropa. El acto de alardear también era hacer desfilar a los miembros del ejército ante un público que lo contemplaba con admiración y orgullo.
Tercios espanoles - Augusto Ferrer-Dalmau
¿Cuál es su próximo proyecto?
Tengo infinidad de proyectos. Siempre estoy pensando en nuevas cosas que realizar para divulgar mis curiosidades y acercarlas a todo tipo de público. Unas de ellas son los blogs, también los libros y, como no, las redes sociales. Últimamente me estoy centrando en la plataforma TikTok, donde me abrí un perfil (allí me muevo como @Curiosisimo) y que en poco tiempo se ha convertido en una de las cuentas de divulgación mejor valoradas por los usuarios. Tengo en mente escribir nuevos libros, algunos temáticos pero todos relacionados con las curiosidades y datos sorprendentes.
¿Me he dejado algo que le gustaría comentar y no hayamos tratado?
Simplemente agradecer públicamente a todas aquellas personas que han intervenido en la publicación del libro ‘El listo que todo lo sabe ataca de nuevo. Palabras y palabros’ y que han hecho que sea un trabajo con un resultado de gran calidad (la editora de Larousse, Sofia Acebo, la ilustradora Clara-Tanit Arqué y la maquetación y diseño del libro por parte de Xavier Valdés).
https://sevilla.abc.es/historia/abci...5_noticia.html
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