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Tema: Distributismo en lugar de neoliberalismo

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    Distributismo en lugar de neoliberalismo

    Distributismo en lugar de neoliberalismo



    Dorothy Day y G.K. Chesterton fueron contemporáneos. Ambos ingresaron al catolicismo en los 1920′s, Chesterton en 1922 a la edad de 48 y Dorothy cinco años más tarde a la edad de 30. Ambos invirtieron años de lectura, estudio, oración y conversación sobre la fe antes de dar el paso. El entendimiento de Dorothy sobre el catolicismo y sus consecuencias para la fe vivida en el mundo fue profundamente profundizado por sus reuniones con Peter Maurin, con quien fundó el movimiento del Trabajador Católico.

    Uno no puede discutir ni a Chesterton ni a Dorothy o Peter y sus ideas sin darse cuenta de que su catolicismo era el centro de su ser. Más que descubrir nuevas verdades católicas, como lo han dicho algunos que hicieron después del Segundo Concilio Vaticano, ellos solo explotaron las verdades de la tradición, lo que los hace excitantes. Uno de los primeros Ensayos Fáciles que presentó Peter Maurin a Dorothy cuando se conocieron y fundaron el movimiento del Trabajador Católico se llama “Explotando la Dinamita de la Iglesia.” Sobre un tema similar Chesterton dijo, “ahora no tengo ninguna noción para proponer un nuevo ideal. No hay ningún ideal nuevo inimaginable por la locura de los sofistas modernos, que sea nada tan llamativo como el de completar cualquiera de los antiguos.”

    Como dijo Chesterton, “En el mundo moderno estamos confrontados principalmente con el extraordinario espectáculo de la gente volteándose hacia nuevos ideales por que no han probado los antiguos.” Uno de los Ensayos Fáciles de Peter enunciaba la frase de Chesterton de su libro What’s Wrong with the World (Lo que está mal en el mundo) que “los hombres no se han cansado del cristianismo; ellos nunca han encontrado suficiente cristianismo como para cansarse de el.” No todos los que enuncian esta cita recuerdan que está seguida por otra: “Los hombres nunca se han cansado de la justicia política, ellos se han cansado de esperar por ella.”

    Ambos Chesterton y el Trabajador Católico vieron al estado moderno, amarrado al monopolio capitalista, como una religión con doctrinas estrictas, demandando obediencia absoluta de todos sus miembros. Chesterton (con Hilaire Belloc) hablaron de “el estado servil” y Dorothy a menudo se refirió a la ironía de tanta gente otorgando obediencia incondicional a lo que ella llamaba ironicamente la “Santa Madre Estado” mientras criticaba la idea de liderazgo de la Santa Madre Iglesia.

    Dorothy y Peter, buscando soluciones para confrontar los problemas del capitalismo, socialismo, industrialismo, y estatismo, fueron inspirados por Chesterton y otros disrtributistas ingleses. Dorothy frecuentemente recomendaba dos libros de Chesterton: The Outline of Sanity y What’s Wrong with the World (El pefil de la cordura y Lo que está mal en el mundo).

    Ambos Chesterton y el Trabajador Católico criticaban el monopolio capitalista donde unos pocos ricos capitalistas eran dueños del capital y la mayoría, las masas, trabajaban cada día en trabajos monótonos. Chesterton y el Trabajador Católico insistían que toda la gente había sido creada a imagen y semejanza de Dios y no debería ser tratada como piñones de una maquinaria u obligada a trabajar 12 horas diarias en trabajos forzados con sueldos de esclavitud, mientras que las grandes corporaciones y sus directores se hacían fabulosamente ricos. Sin embargo, Chesterton, Maurin y Day sabían que el socialismo no era la solución, y frecuentemente la criticaban también.
    Distributismo

    La filosofía económica de ambos del Trabajador Católico y de Chesterton era distributismo (a veces también llamado distributivismo) y el corazón del distributismo es la propiedad privada. La palabra distributismo viene de la idea de que un orden social justo puede ser logrado a través de una muy difundida distribución de la propiedad. Distributismo significa una sociedad de propietarios. Significa que la propiedad pertenece a la mayoría más que a los pocos. Está relacionado a la idea de subsidiario, de la que se hacen énfasis en todas las encíclicas papales relacionadas a las enseñanzas sociales y a la economía. Subsidiario, en las palabras de Quadragesimo Anno, significa que “Es una injusticia y al mismo tiempo un gran mal y un disturbio del orden correcto el asignar a una asociación más alta o más grande lo que las organizaciones menores o subordinadas pueden hacer. Pues cada actividad social debe en su propia naturaleza proporcionar ayuda a los miembros del cuerpo social y nunca destruirlos o absorberlos.”

    Ud. puede actuar a primera vista como nuestros jóvenes visitantes al Trabajador Católico lo hacen a menudo con respecto al énfasis en la propiedad privada como ser pro capitalista o como defensa de la codicia privada. Pero Dorothy y Chesterton no estaban hablando de propiedad privada para los pocos, sino de propiedad privada para todos.

    Dorothy lo describió en esta forma: “La meta del distributismo es la propiedad familiar de tierra, talleres, tiendas, transportes, comercios, profesiones, y así más. Propiedad familiar es el medio de producción tan ampliamente distribuido como para ser la marca de la vida económica de la comunidad – este es el deseo de la distribución. Es también el deseo del mundo (El Trabajador Católico, junio de 1948.)

    Chesterton contendió en Lo que esta mal en el mundo que la “propiedad es solamente el arte de la democracia.” Para él, propiedad significaba, “todo hombre debe tener algo que pueda darle forma de su propia imagen, así como él es forma de la imagen del cielo. Pero porque no es Dios, sino solo una imagen grabada de Dios, su autoexpresión debe tratar con límites; propiedad con límites que son estrictos y aun pequeños.”

    Él ilustraba la diferencia entre la idea de la propiedad privada del distributismo y la de la empresa privada del capitalismo: “Un carterista es óbviamente un campeón de la empresa privada pero tal vez sería una exageración decir que el carterista es un campeón de la propiedad privada. Capitalismo y comercialismo han tratado, en el mejor de los casos, de disfrazar al carterista con algunas de las virtudes del pirata. El punto sobre el comunismo es que solo reforma al carterista prohibiendo los bolsillos.”

    Chesterton dijo, “Está bien repetir distraídamente, “¿a qué estamos llegando con todo este bolchevismo?” Es igualmente pertinente añadir, “¿a qué estamos llegando aun sin bolchevismo? La respuesta obvia es – monopolio. De seguro no es empresa privada.”

    Bajo la dirección de Dorothy Day, El Trabajado Católico criticó el capitalismo desenfrenado que pone la mayoría del dinero y los recursos en las manos de unas pocas grandes corporaciones e individuos. Al mismo tiempo Dorothy notó, que la gente que ella llamaba Barones Bandoleros hablaban contra el socialismo y defendía a la propiedad privada.

    Chesterton indicó la ironía de esto: “Uno pensaría, al oír hablar de los Rothchilds y de los Rockefellers, que ellos estaban del lado de la propiedad. Pero óbviamente ellos son los enemigos de la propiedad, pues son enemigos de sus propias limitaciones. Ellos no quieren su tierra propia, sino la de las otras personas. Es la negación de la propiedad que el Duque de Suderland sea dueño de todas las granjas en un estado. Lo mismo que seria la negación del matrimonio si él que tuviéra todas nuestras mujeres en un harén.”

    Para clarificar a sus lectores lo que él criticaba, él primero describió la situación donde unos pocos acumulan toda la riqueza todos los demás luchan: “Cuando digo ‘capitalismo,’ yo común-mente digo algo que se puede decir así: ‘Esa condición económica donde hay una clase de capitalistas reconocible como relativamente pequeña, en cuya posesión está concentrada gran parte del capital en cuanto a necesitar una gran mayoría de los ciudadanos sirviendo a esos capitalistas por un salario.’” El hizo énfasis que otros tenían algo muy diferente en mente cuando hablaban del capitalismo: “La palabra es usada por otras personas para indicar otras cosas. Algunas personas parece que quieren significar meramente propiedad privada. Otros suponen que el capitalismo debe significar todo lo relacionado al uso del capital.”

    “Si el capitalismo significa propiedad privada, yo soy un capitalista. Si capitalismo significa capital, todo el mundo es capitalista. Pero si el capitalismo significa esta condición particular del capital, solo pagado a las masas en la forma de salarios, entonces significa algo, aunque deba significar otra cosa.”

    “La verdad es que lo que llamamos capitalismo debería ser llamado proletarianismo. El punto no es que alguna gente tenga capital, sino que la mayoría de la gente solo tenga salarios por que no tiene capital.”

    Cuando Chesterton escribió sobre las enormes discrepancias en ingresos y riqueza de los que tienen y de los que no tienen, parecería que estuviera hablando del mundo de hoy: “Es la negación de la propiedad que el Duque de Suderland sea dueño de todas las granjas en un estado. Lo mismo que seria la negación del matrimonio si él que tuviéra todas nuestras mujeres en un harén.”

    Nadie mas que a Satán o Belcebú podría gustarle el estado presente de la riqueza o pobreza” (El perfil de la cordura).
    Distributismo, Granjas y Cooperativas

    En El perfil de la cordura Chesterton pidió voluntarios heroicos para tomar la responsabilidad de pequeñas granjas, aunque fuese un sacrificio. El Trabajador Católico recomendó establecer granjas y en realidad las iniciaron. La experiencia de las familias en las granjas fue a menudo difícil, debido al poco conocimiento de la agricultura, y falta de dinero y equipo. Sin embargo, fueron un intento importante para vivir los principios del distributismo

    En su autobiografía, La larga soledad, Dorothy deletreó la forma en que el distributismo estaba en el corazón del programa del Trabajador Católico en su aspecto agrario: “Como lo dijo Peter, el nuestro es un programa de largo alcance, buscando la posesión legítima para los trabajadores de los medios de producción, la abolición de la línea de ensamble, fabricas decen-tralizadas, la restauración de los oficios, y la posesión de la propiedad. Esto significó, por supuesto, un acento en los aspectos rurales y agrarios de nuestra economía y un cambio de énfasis de la ciudad al campo. Sin embargo, Dorothy también notó varias veces que uno no tiene que vivir en una granja para ser distributista.

    Mientras Peter hacia énfasis en la meta de la posesión de los métodos de producción, él también habló también fuertemente sobre la “aceptación de la respon-sabilidad vinculada.”

    En La Larga Soledad, Dorothy informó que, “Cada charla de Peter sobre el orden social guiaba a la tierra. El hablaba siempre como un campesino, pero un campesino práctico. El conoció la ansiedad del corazón humano para un poco de tierra, por una casa propia, pero también sabía lo imposible que era obtenerlo excepto por medio de comunidad.” Por esto, Peter sugirió comunidades de granjas, uniones de crédito y cooperativas.

    Chesterton también animaba a los métodos comunitarios. El, como Peter Maurin, describía a los monasterios como ejemplos del comunismo cristiano. En su libro El perfil de la cordura, El, como Peter, abogaba algo como los gremios de la Edad Media: “Deberíamos dar la bien-venida a la oportunidad de permitir a los gremios o grupos de colorear su lugar proporcionado y apropiado en el estado; deberíamos estar siempre dis-puestos a marcar alguna parte de las tierras como tierra común.”

    Al tiempo que Dorothy Day publicaba La Larga Soledad, Peter había muerto. Ella explicó sus ideas en su libro, siempre reconociéndolo a él como teórico del movimiento: “El plan de Peter era que los grupos pidieran prestado de la ayuda mutua, uniones de crédito en la parroquia para iniciar lo que él primero llamaba las universidades agrónomas, donde el trabajador pudiera ser un académico y el académico un trabajador. O él quería que la gente diera la tierra y el dinero. Siempre habló de dar. Aquellos que tienen tierra y herramientas deben dar. Aquellos que tienen capital deben dar. Aquellos que tienen mano de obra deben dar. El amor es un intercambio de regalos, dijo San Ignacio.”

    La distribución de la tierra hoy día no es más de lo que era cuando Dorothy y Peter escribían sobre esto en los 1930s. De hecho, más cantidades de tierra, más que nunca, están en las manos de los pocos. Enormes negocios agrícolas excluyen a las granjas familiares.

    ¿Cómo pasó históricamente que tan pocos fueran dueños de casi todo?

    En Inglaterra (con su posterior impacto en los E.E.U.U.), la restauración de la ley romana, la destrucción de los monasterios y el cierre de las tierras comunales dejó a la persona promedio con pocos recursos, lo que incrementó enormemente él numero de los pobres.

    Chesterton les contestó a aquellos que insistían en que el “progreso” dependía de apoyo del capitalismo monopolista con su desarraigo de las pequeñas granjas y pequeños negocios, refiriéndose al tiempo desde la destrucción de los monasterios a través de toda Inglaterra durante el reino de Enrique VIII, cuando los monasterios fueron arrasados hasta la tierra y las propiedades confiscadas por la corona y otorgadas a los poderosos nobles: “El súbdito ingles ordinario habia sido embaucado con sus antiguas posesiones, tales como eran, y siempre en el nombre del progreso. Los destructores de las abadías les quitaron su pan y les dieron piedra, asegurándoles que era una piedra preciosa, el guijarro blanco de los “elegidos del Señor.” Les quitaron sus costumbres y su vida rural original y les prometieron en vez una Edad Dorada de Paz y Comercio inaugurada en el Palacio de Cristal.”

    Las casas de hospitalidad del Trabajador Católico están basadas en el ideal monástico, específicamente el ideal benedictino de las casas de huéspedes, las abadías donde se daba la bienvenida a los pobres como el Señor mismo disfrazado, y donde aquellos en necesidad podían acudir. El Trabajador Católico no cree, con calvinismo y su desarrollo de calvinismo, puritanismo, que los pobres no valen nada y por lo tanto merecen lo que reciben, sino más bien que los pobres son los embajadores del Señor. Después de la destrucción de los monasterios, los pobres de Inglaterra no tenían donde tornar para ayuda. Había tantos pobres para el tiempo en que Elizabeth fue reina que al principio la idea fue matarlos. Eran tantos que pareció impráctico y la idea después fue la de las casas de indigentes.

    A. J. Penty, cuyo libro, A Guildsman’s Interpretation of History, era citado por Peter Maurin, reimprimió un articulo del Museo Británico de cómo los monasterios ingleses eran casas de hospitalidad y ayudaban a los pobres de los alrededores en tantas formas, no solo con cosas como comida cuando las necesitaban, sino también con semillas para plantar.

    Nosotros creemos en el ecumenismo, pero es importante reconocer realidades históricas que nos han traído a lo que somos. En esta edad de expresión pública de los pecados de uno y de reparación por la destrucción, podríamos preguntarnos si el gobierno ingles y la Iglesia Anglicana puedan hacer reparación por la destrucción y robo de los monasterios. Pero fue hecho en la idea del progreso. Chesterton describió lo que pasó:

    “Los ricos literalmente privaron a los pobres de la antigua casa de hospitalidad en el camino, diciéndoles brevemente que era el camino al progreso. Ellos literalmente los forzaron a las fábricas y a la moderna esclavitud salarial, asegurándoles todo el tiempo que esta era el único camino a riqueza y civilización. En la misma forma en que sacaron al rústico de la comida y bebida de los conventos diciéndole que los caminos del cielo estaban pavimentados con oro, así ahora lo sacaron de la comida y bebida de las aldeas diciéndole que las calles de Londres estaban pavimentadas con oro. Al entrar en el tenebroso vestíbulo del puritanismo, así entró en el tenebroso vestíbulo del industrialismo, diciéndole que cada uno era la puerta del futuro. Por lo tanto solo ha ido de prisión en prisión, hasta las más obscuras prisiones, pues calvinismo abrió solo una pequeña ventana al cielo. Y ahora es solicitado, en el mismo tono educado y autoritario, que entre en otro vestíbulo sombrío en donde debe entregar a manos desconocidas, a sus hijos, sus pequeñas posesiones y todos los hábitos de sus padres.”

    Distributismo criticado–¿pero quienes son los verdaderos reaccionarios?

    Los críticos desdeñan al distributismo diciendo que es un sueño de regresar al pasado, impráctica e imposible de implantar. Chesterton respondió, criticando a sus críticos: “Porque es uno de las más severas y aun espantosas bromas de la situación que la misma queja que ellos hacen de nosotros es especial-mente y peculiarmente de ellos. Ellos dicen siempre de nosotros que pensamos que podemos recrear el pasado, o la bárbara simplicidad de la superstición del pasado; aparentemente bajo la impresión que queremos regresar al siglo XIX. Pero ellos verdaderamente piensan que pueden traer el siglo XIX. Ellos siempre nos dicen que tal o tal tradición se ha ido para siempre, que este oficio o credo se ha ido para siempre, pero no se atreven a encarar el hecho que su propio tráfico y vulgar comercio se ha ido para siempre. Nos llaman reaccionarios si hablamos sobre revivir la fe o el renacimiento del catolicismo. Pero siguen calmada-mente pegando sus papeles con el encabezado del Renacimiento del Comercio. ¡Que llamado del distante pasado! ¡Que voz de la tumba!”

    La economía del siglo XIX a la que se refería Chesterton era llamada Liberalismo con L mayúscula, o Comercio con C mayúscula, especialmente el Libre Comercio. Sus proponentes prometieron que nos llevaría a la prosperidad y a la “Riqueza de la Naciones.”

    Este liberalismo económico si nos llevó a la prosperidad y a la riqueza – pero para los pocos – y a la implantación del colonialismo, que esclavizó a los trabajadores del mundo. Hoy en día el Renacimiento del Comercio (trayendo el pasado del siglo XIX) criticado por Chesterton es una realidad y su base es la misma. Como renacimiento se le llama neoliberalismo, o nuevo liberal-ismo, en casi todo el mundo. Aquí en los E.E.U.U. tiene otros nombres – neoconservadurismo, Libre Comercio. También ha regresado al colonialismo, donde la masa de gente alrededor del mundo labora en talleres de fatiga y donde el trabajo de la niñez abunda.

    En El perfil de la Cordura, construyendo el caso de distributismo, Chesterton arguyó, “Ellos dicen que es utopía; y están en lo cierto. Ellos dicen que es idealista; y están en lo cierto. Ellos dicen que es Quijotesco; y están en lo correcto. Merece cada nombre que indique que tan completamente han sacado a la justicia del mundo; cada nombre que mida que tan remota de ellos y de su alma está el estándar de vida honorable; cada nombre que haga énfasis y repita el hecho que la propiedad y la libertad están apartados de ellos y los suyos, por un abismo entre el cielo y el infierno.”

    “El distributismo puede ser un sueño; tres acres y una vaca pueden ser un chiste; las vacas pueden ser animales fabulosos; la libertad puede ser un nombre; empresa privada podría ser la cacería de un ganso salvaje en la que el mundo no puede seguir. Pero para la gente que habla como si la propiedad y la empresa privada fueran los principios activos ahora en operación – esa gente está tan cegada y sorda y muerta a todas las realidades de su propia diaria existencia, que pueden ser removidas del debate.”

    Dorothy Day criticada

    Todavía nos sorprende cuando la gente comenta que Dorothy era una socialista y una comunista – y ellos no creen que fue solamente en su vida antes de la conversión. Al no comprender la economía recomendada por el Trabajador Católico y por Chesterton, ellos llegan a la conclusión que cualquiera que critica el monopolio capitalista es un comunista.

    Esta es una forma fácil de desviar el criticismo. A nosotros nos han llamado socialistas los neoconservadores católicos, por-que criticamos el estado presente de la economía mundial. Nosotros, como Dorothy, notamos que en el Padre Nuestro rezamos para que la voluntad del Señor se haga en la tierra como en el cielo – y creemos con ella que Dios no quiso que las cosas fueran tan difíciles para tanta gente aquí en la tierra. En nuestras casas del Trabajador Católico, llamadas Casa Juan Diego, hablamos todos los días con gente que ha sido desarraigada por el mercado global, forzados a abandonar el hogar y la familia para poder trabajar en un país lejano para que sus familias puedan comer y vivir y tal vez obtener un pequeño hogar, el hogar que Chesterton insistió que era tan importante para cada ser humano.

    Dorothy explicó porque, tal vez, otros católicos no comprendían a los trabajadores católicos cuando estos criticaban al capitalismo y recomendaban distributismo, pues aun los reportaban al Obispo: “Nosotros no estábamos tomando la posición de la gran masa de católicos que estaban muy contentos con el presente en este mundo. Estaban muy dispuestos de dar a los pobres, pero no se sentían llamados a trabajar por las cosas de esta vida para otros que ellos mismos estimaban tan ligeras. Nuestra insistencia en la propiedad del trabajador, en el derecho a la propiedad privada, en la necesidad de desproletarizar al trabajador, todos los puntos que se les había dado énfasis en las encíclicas sociales de los Papas, hizo pensar a muchos católicos que éramos comunistas disfrazados, lobos disfrazados de ovejas.”

    Dorothy continuó, “El periódico del Vaticano nos previno recientemente de considerar al Americanismo o al Comunismo como las dos únicas alternativas. Es difícil ver porque nuestro criticismo del capitalismo hubiera levantado tal protesta. (William Miller, Dorothy Day: una Biografía, Harper and Row, 1982).

    Dorothy citó a Joseph T. Nolan de Orate Frates en soporte de los Papas en las encíclicas sobre la posición del T.C.: “Por mucho tiempo la palabra frívola ha identificado al distributismo como algo medieval o miope, como si cuatro modernos Papas estuvieran en alguna forma estuvieran hablando sin sentido cuando dijeron: la ley debe favorecer a la difusión de la propiedad (León XIII); La tierra es la forma más natural de propiedad (León XIII y Pío XII); la familia es más perfecta cuando está enraizada en su propiedad (Pío XII); la agricultura es la primera y más importante de todas las artes y el labrador del suelo todavía representa el orden natural de las cosas ordenadas por Dios (Pío XII) (Trabajador Católico, julio-Agosto 1948)
    Los valores de los evangelios volteados boca arriba

    Chesterton presentó sus ideas económicas como algo muy contrario a la cultura, con repugnancia a la práctica corriente.

    ¿Cómo pusimos irnos tan lejos de este ideal? Calvinismo tiene mucho que ver con esto.

    Chesterton atacó al calvinismo como la raíz de la economía que creó la gran brecha entre la masa de los trabajadores y aquellos que poseían casi todo.

    Ambos Chesterton y el Trabajador Católico vieron usura, el préstamo de dinero a interés, que había sido condenado por los profetas de Israel y los Padres de la Iglesia y por la Iglesia por muchos siglos, como equivocado y la fuente de muchas injusticias económicas.

    Peter Maurin, que tan a menudo habló de vivir de acuerdo con la simplicidad de los Evangelios, también habló de una filosofía de trabajo. El recomendó esta filosofía a las parejas jóvenes casados relacionados al Trabajador Católico: “El hombre debe ganar su vida por el sudor de su frente y un caballero, hablando verdader-amente, es uno que no vive del sudor de la frente de otros”. En estas palabras Peter estaba hablando contra la usura y la especulación.

    Los distributistas han hecho énfasis con la Iglesia desde sus inicios a través de la Edad Media que la avaricia y la codicia son pecados capitales. Ellos no aceptaron las enseñanzas del calvinismo ni de Adam Smith, que la acumulación de las riquezas, mientras muchos otros no tenían nada, podía ser una meta cristiana. Dorothy Day y Chesterton no solo creían que era posible encontrar gente que desafien al calvinismo en nuestra cultura, ambos inspiraban a la gente que basaban sus vidas en otro conjunto de valores. Chesterton notó que “podría ser muy difícil para la gente moderna imaginar un mundo en que los hombres no son admirados generalmente por su codicia y por aplastar a sus vecinos; pero les aseguraba que esos extraños parches de un paraíso terrenal todavía existen en la tierra.”

    El Cardenal George de Chicago, mencionando esta tradición, dijo que todos nosotros en los E.E.U.U. somos calvinistas, incluyendo a los católicos.

    En alguna forma la idea de que los elegidos son benditos por el Señor y los no elegidos son desposeídos del Reino aquí y ahora y después ha tomado posesión aun en las mentes seculares.

    Recientemente, estábamos hablando con un líder de un grupo de parroquias en Houston que nos había pedido que nos dirigiéramos a su grupo de estudio sobre la enseñanza social católica. Antes de empezar la reunión, conversamos con los lideres sobre la opción preferencial por los pobres. Presentados con la opción de comprar una casa de ¼ de millón de dólares o una de un millón (¡esta es una parroquia rica!) ¿Por qué el creyente católico no podría quedarse en su casa de ¼ de millón y usar el dinero sobrante en comprar casas (plural) para los pobres en un vecindario de pocos ingresos? ¿O por qué no podrían otros católicos creyentes comprar un carro de 15 ó 20 mil dólares en vez de 30, 40, ó 50 mil dólares?

    El líder se sorprendió por pensamientos tan simplistas. ¡Marcos, tú no comprendes! Tú tienes que comprender que esto es una virtud. Esta gente ha trabajado y orado mucho y ha vivido correctamente toda su vida. Ellos tienen el derecho de gozar del fruto de sus trabajos. Dios los esta premiando por su fidelidad.

    ¿Y para aquellos que no tienen la alternativa del ½ millón de dólares – en este escenario la clara deducción es que hay algo malo con ellos. ¿Por qué no tienen ellos las mismas bendiciones? ¿Qué mal hicieron?

    Este pensamiento calvinista combinado con el de Adam Smith, es muy católico el día de hoy. La enseñanza de todos los siglos del bien común es ignorada, excepto para endosar lo que se ha llamado la superstición de la “mano invisible del mercado” y como creará el bien para todos, levantando todas las naves. A través del mundo en países pobres, mientras que aquellos que miden con estadística dicen que las economías están mejorando a través del neoliberalismo, a través del comercio, las vidas de los pobres empeoran y cada día las decisiones y los acuerdos internacionales a través del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, y la Organización Mundial de Comercio favorecen a las grandísimas corporaciones transnacionales.

    La mano invisible del mercado tiene un puñal en la mano – o ¿es una amenaza o es un machete?

    Nuestro Santo Padre actualmente ha condenado claramente el neoliberalismo (nuevo liberalismo) que se ha apoderado de la economía mundial y la enseñanza de la economía en todas nuestras universidades, incluyendo las universidades católicas. Bajo el encabezado de “Pecados sociales que claman al cielo,” Juan Pablo II dijo: “Más y más, en muchos países de América, prevalece un sistema conocido como neoliberalismo; basado en una concepción puramente económica de la persona humana, este sistema considera a la utilidad y a la ley del mercado como sus únicos parámetros, para detrimento de la dignidad y el respeto debido a los individuos y a las personas. A veces, este sistema se ha convertido en la justificación económica por ciertas actitudes y comportamientos en las esferas sociales y políticas que nos lleva al abandono de los miembros más débiles de la sociedad. En verdad, los pobres se están volviendo cada ves más numerosos, víctimas de políticas específicas y estructuras que son a menudo injustas.” (Ecclesia in America, No. 56, Informe del Sínodo de América).

    Grupos como el Instituto Acton, un grupo católico/calvinista libertario/capitalista, se defienden de la condenación del neoliberalismo diciendo que ellos son los buenos – que ellos están por el buen capitalismo en ves del mal capitalismo y la condenación no puede ser para ellos. P. Robert Sirico, el principal del Instituto, como Michael Novak y P. Richard Neuhaus, hablan de cómo Dios es el creador así como el capitalista, que Dios bendice los esfuerzos para crear. Estos hombres abogan por la libertad para crear riqueza sin estándar ni interferencia del estado o de Dios – y ellos fundan y dan cursos a seminaristas, sacerdotes y ministros por todos lados, enseñando que estas son las éticas mas elevadas.

    Nosotros no nos atreveríamos a decir que esto es una blasfemia, excepto que Dom Virgil Michel OSB, de Minnesota, ya lo ha dicho.

    El día de ayer en esta conferencia, George Marlin recontó como había tomado la edición de los la Colección de Trabajos de G.K. Chesterton para la editorial Ignatius Press y la cooperación que había obtenido en ese trabajo de Michael Novak, y como él va a continuar involucrando a “Mike” junto con otros en la continuación del proyecto. El aparentemente es la persona que invitó a Michal Novak a escribir la introducción de El perfil de la cordura en esa edición, el libro que es él más crítico de todos los que se han escrito sobre el capitalismo de Novak y compañía. Lo que tenemos que decir al saber que Michael Novak ha escrito la introducción a Chesterton sería lo mismo que pedir a Hugh Hefner de Playboy a escribir la introducción a un libro sobre la santidad del matrimonio.
    Recomendaciones

    Cuando cualquiera le preguntaba a Chesterton que podrían hacer con el objeto de empezar la transformación de la economía del mundo, él dijo, Hagan cualquier cosa por pequeña que sea, que prevenga la terminación del trabajo de combinación capitalista. Hagan cualquier cosa que demore la terminación. Salve una tienda de cien tiendas. Salve una finca de cien fincas, mantenga abierta una puerta de cien puertas; pues mientras esté abierta una puerta, no estamos aprisionados. Ahab no tendrá su reino mientras Naboth tiene su viña. Haman no estará feliz en su palacio mientras Mordecai esté sentado en la puerta. Cien cuentos de historia humana están ahí para enseñar que las tendencias se les puede hacer retroceder, y que un obstáculo puede ser el punto decisivo del retroceso. Las arenas del tiempo están simplemente dotadas de premios aislados que han marcado el cambio de la marea (de El perfil de la cordura).

    Chesterton tenia recomenda-ciones específicas para la legislación que ayudarían a crear una sociedad de dueños en vez de leyes que crean monopolios. Algunas de estas fueron:

    1. Los impuestos a contratos como para desalentar la venta de las pequeñas propiedades a los grandes propietarios y fomenten el quiebre de las grandes propiedades entre pequeños propietarios.

    2. El establecimiento de una ley libre para los pobres, para que la pequeña propiedad siempre pueda ser defendida contra la grande. (Este es un criticismo, por ejemplo, de la adopción en Inglaterra al final de la Edad Media, y luego en los E.E.U.U., de la ley romana sobre el concepto del estatuto de limitaciones, donde cuando una propiedad ha sido robada, el dueño tenía que ir a la corte dentro de un corto tiempo para tratar de restablecer la propiedad, y pagar abogados etc.)

    3. La protección deliberada de ciertos experimentos en pequeñas propiedades, si es necesario, por tarifas y aun por tarifas locales.

    4. Subsidios para fomentar dichos experimentos.
    Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.

    Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI


  2. #2
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    Re: Distributismo en lugar de neoliberalismo

    ¿Porque sera que la mayoria de los paises, incluso la ex URSS y China adhieren a la economia de mercado? Solo Corea del Norte, Cuba y ahora Venezuela adhieren a la carcel de tipo sovietico........Al concentrar todo el poder en el Estado (y a veces en una sola persona) el socialismo acentua todos los defectos atribuidos al capitalismo......es un capitalismo estatal.......
    CruzadoNacional dio el Víctor.

  3. #3
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    Re: Distributismo en lugar de neoliberalismo

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Hilaire Belloc da recomendaciones mucho mejores en sus libros "La Crisis de Nuestra Civilización" y en "La restauración de la Propiedad".

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