LA BURBUJA DE LA PLAYA. ARTÍCULO DE OPINIÓN
"¿Qué pasará en España cuando estalle la burbuja del turismo?
Artículo de opinión publicado por el diario digital "El Contemporáneo"
LA BURBUJA DE LA PLAYA
Luis Gómez
Todos los días, nada más levantarnos y al encender cualquier radio o TV, escuchamos la bronca y sosa voz del Presidente Rajoy (o en su defecto alguno de sus ministros o portavoces) decir que la crisis ya está acabada, y que lo que está por venir es mucho mejor que lo que hemos pasado. Eso está por ver, que dirían los ciegos.
Otro latiguillo o frase manida ha sido la de que la culpa de nuestros males económicos devenían de la “burbuja inmobiliaria”. Todo lo que pasaba de malo en España, era por culpa de los ladrillos. Los bancos habían dado dinero sin freno para la construcción de viviendas. Se había permitido hipotecarse a la gente sin control y sin previsión alguna, con tal de que pudieran comprar las viviendas. La gente, en esa España del pasado cementero, se hacía rica vendiendo viviendas con plusvalías increíbles. España era una potencia -en apariencia-, gracias a la construcción y al ladrillo. Cuando todo ese entramado nacional e internacional se vino abajo, ¡catapum! Se acabó el soñar despiertos. Aparecieron los verdaderos males congénitos de una sociedad, la española, que no está preparada para nada que no sea la picaresca, la especulación fácil y la sopa boba. Y es que es cierto. En el pasado fuimos conquistadores y forjadores de un imperio, pero en lo que es la economía y las cuentas, como que hemos suspendido varias veces en lo que va de milenio. Y me temo que volveremos a suspender.
En vez de aprovechar el tirón económico para fomentar y amarrar otros sectores productivos, nos pusimos como locos a construir y construir sin freno ni miramiento. Así nos ha ido.
Ahora, la salvación productiva de España es el turismo. Cada día, esas mismas voces roncas y sosas de los gobernantes y ministriles de nuestra triste nación, dicen en los medios que el turismo crece sin parar y que eso es bueno. El forastero se deja sus buenos billetes en los restaurantes, en las tiendas en las gasolineras etc. Eso es bueno.
Alrededor del turismo hay una inmensa industria que vive y necesita ese flujo constante de viajeros. Se fomentan los hoteles, las agencias de viajes, el turismo de sol y playa el turismo de interior, el cultural, el de lujo, el de convenciones y el de conciertos y eventos musicales. Todo está reventado y publicitado. La cosa marcha.
Para más gloria del turismo nacional, los países del norte del Mediterráneo están inmersos en guerras intestinas. Venga guerra en Siria, en Israel, en Libia y en donde se tercie. Ahora sí que sí. Todo para nosotros, que venga todo el mundo a nuestras costas, que no hay más Sol en el mundo que el que se ofrecen en las playas de España.
Pero, ¿qué pasará cuando se reviente la burbuja del turismo? Pues a poco que se piense, esto no pude ir mucho más allá. Dentro de poco los flujos turísticos cambiarán y se formarán nuevos destinos donde el adinerado querrá gastar su dinero…, y ya no será necesario venir a la masificada costa española. ¿Se ha calculado ya el coste en cierre de hoteles rurales, hoteles y restaurantes si bajase el turismo sólo unas décimas? ¿Y si lo hacemos descender aún un poco más? ¿Cuánto costaría eso en empleos y en pérdida de capital para España? Una barbaridad. Si en vez de 60 millones de turistas tuviésemos 50, serían diez millones menos de gente gastando, y por lo tanto menos camareros, menos personal para los hoteles y menos gente en los chiringuitos. A tomar por saco las estadísticas del empleo en la época estival. Además del paro, estarían las suculentas inversiones en mejoras y equipamientos que muchas personas, movidas por esos cantos de sirena de que el turismo es lo que mueve la economía, hacen al compara apartamentos para alquilar a turistas, endeudarse para arreglar el cortijo del abuelo y ponerlo como casa rural, etc.
Pero lo más triste de todo esto es que, no se está haciendo nada por invertir en otros sectores productivos. En España se ha desmantelado la minería, la siderometalúrgica, el sector textil, la pesca está tocada, el ladrillo por los suelos, en fin que sólo nos queda la industria multinacional de la automoción, que está en manos extranjeras y los almacenes chinos y el día que esos dos sectores digan de irse de nuestro país no te quiero no contar.
Bueno, una cosas que si va viento en popa es el funcionariado…, sector de la población que no para de crecer y que es el refugio soñado de todo españolito que se precie. Así nos va.
Me río yo de la burbuja del ladrillo. Cuando reviente la “burbuja de la playa” si que va a ser de aúpa…
RAIGAMBRE
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores