Extraído del “ ABC “ del 22 de Junio del 2006



( EL RECUADRO )

Antonio Burgos




800 MÉDICOS EN CADA PLAYA




En el último Rocío, los responsables del Plan Romero pusieron de moda un tópico nuevo, que si no lo dijeron ochenta millones de veces por la TV no lo dijeron ninguna: En la romería, la aldea almonteña es la tercera ciudad de España. Y a 15 kilómetros del Rocío, la incomprensible muerte de un oficial de la hermandad del Cachorro sin que llegara la ansiada asistencia médica ha venido a revelarnos que en los fines de semana y en el verano, Matalascañas, en cobertura sanitaria, no es la tercera, sino la primera ciudad….del Tercer Mundo andaluz.




Con la diferencia que ha subrayado don Antonio Rodríguez, amigo y vecino del fallecido, que le prestó sus propios auxilios esperando inútilmente a la ambulancia: “ Cuando llega un barco de negros, hay 800 médicos “. Si al veraneante de Matalascañas le hubiera dado el infarto, ¿ qué digo yo ?, en el muelle de Tarifa o en la Operación Paso del Estrecho en Algeciras, el año que viene podría seguir saliendo como teniente de hermano mayor con su Cristo de la Expiración, en vez de estar ya a su lado para siempre. Con una diferencia: esos 800 médicos que acuden a Tarifa, esa infraestructura costosísima que se monta para el embarque de la morería trashumante en Algeciras, se la ofrecemos gratis a unos señores que no están afiliados a la Seguridad Social, ni abonan sus cuotas, ni pagan impuestos, ni son ciudadanos de la Unión Europea. Y nada, les pagamos todo un derroche de asistencia sanitaria. ¿ Cuánto nos cuesta eso ?




Y nada digo del Rocío. ¿ Cuánto nos cuesta a los andaluces que no vamos al Rocío la efímera ciudad sanitaria que montan entre Protección Civil, el SAS, la Junta y el Ayuntamiento de Almonte, hasta con helipuerto ? Ojo, Almonte: El mismo Ayuntamiento a cuyo término pertenece la playa donde en pleno siglo XXI ha habido una muerte por falta de asistencia médica.




¿ No podían llevar 15 kilómetros más allá del Rocío el 15 por ciento del despliegue sanitario de la romería, a fin de asistir a esos 130.000 contribuyentes que van de veraneantes o de domingueros ?




temiendo estoy irme de vacaciones a mi apartamento-palacio, como socio fundador de Matalascañas que soy, desde la época inicial de los suizos, cuando vendían las parcelas diciendo que aquello iba ser un Sotogrande con ciervos del Coto. Dios mío, si me queda algo no voy al hospital, sino…¡ de cabeza a una esquela del modelo 5 ! Aunque ya tengo la solución. Cuando vaya a la playa, me pondré junto a una patera de la flotilla pesquera de El Pato, el amigo de Felipe González, y me pintaré la cara de negro, como si fuera a salir de beduino de los Reyes Magos. Seguro, seguro que a los diez minutos, como subsahariano negro como el betún y llegado en patera, tengo allí a la Cruz Roja, al 061, al SAS, y a Protección Civil.




Y si por la noche no me encuentro muy católico y estoy malusconcete, tengo la solución para la asistencia sanitaria. Ni llamar a urgencias ni nada. Llamo a los tamborileros de Villamanrique, cojo un cobertor, simulo con él un simpecado con el palo de la fregona, disfrazo mi Ford de carriola, le digo a mis vecinos que canten sevillanas de los pinos y las arenas, tiro unos cuantos cohetes, grito “ ¡ Viva esa Blanca Paloma ! “, cojo un megáfono, digo “ ¡ Adelante la caballería de la hermandad de Burgos ! “, y verá usted cómo a los diez minutos está allí Chaves en persona, con la consejera de Salud y las cámaras de Canal Sur incorporadas, para inaugurar demagógicamente un hospital de campaña, hasta con helipuerto.




Sugiero, por tanto, a los veraneantes de Matalascañas y de las playas andaluzas bajo mínimos de asistencia sanitaria que sigan mi consejo: Nada, este verano, Carnaval, Carnaval, Carnaval. Todos disfrazados de moros de Algeciras, de subsaharianos de la patera o de rocieros de Pentecostés. Verán ustedes qué pedazo de asistencia sanitaria vamos a tener, gratis total. “