Kerensky jamás fue más que un oscuro diputado a la Duma antes de la Revolución de febrero. Se pasó del partido socialista revolucionario al laborista para re-adherir al primero justo antes de la revolución. Jamás apoyó los gobiernos de Nicolai II en lo que fuera. Por su lado Nicolai II jamás se llevó bien con sus gobiernos más liberales y no pocas veces dimitió la Duma para nombrar jefes de gobierno autoritarios como Pyotr Stolypine, que ganó fama por su represión de los revolucionarios de 1905 y, también, por los
progroms de sus
centurias negras. Hasta el final el zar nunca se vistió bien la piel de monarca constitucional, su emperatriz menos aún. Cuanto al cariño de Nicky (como era tratado en família
) por su primo George V de Inglaterra no era más que afecto familiar que fue traicionado cuando este ultimo, instado por el gobierno de Kerensky, se recusó a recibir la familia imperial rusa por exilio en Inglaterra - por temor de la opinión publica británica, adversa a la idea de acoitar un monarca autócrata y "sanguinario".
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