Quizá no esté lejano el día en que ese Sagrado Corazón acabe figurando en una bandera republicana española o en el centro de los trapos separatistas, llevadas orgullosamente por futuros "carlistas" o "ultras".
...Que seguirán, por supuesto, siendo fascistas y apestados para el stablishment.
Otro ejemplo más de cómo la realidad actual (y la que se avecina...) depara los peores horrores y pesadillas espirituales que el sentido común jamás pudo concebir.
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