¿EL MARISCAL TITO VIVIO EN LA ARGENTINA?
Las historias y leyendas en torno al Mariscal Josi Broz "Tito", gobernante de Yugoeslavia, son innumerables y en ocasiones increíbles. Una de ellas cuenta que vivió en Argentina, más concretamente en nuestra vecina Berisso, en la pensión de "El Turco" (sobre la calle Nueva York), trabajó en el frigorífico Swift y comía habitualmente en el ya desaparecido restorán El Águila". Esta es por lo menos la versión de su compatriota Tonka Baric, narrada a Sebastián Cosen, periodista del diario platense "Hoy". Otro hijo de inmigrantes, Jaime Sternovich afirmo: "Yo sé que el mismísimo Mariscal Tito vivió en Berisso escondido de los yugoeslavos que lo perseguían por ser comunista".
Tito nació en Kumrovec (Croacia) un 7 de Mayo de 1892 y murió en Ljubljana, Eslovenia, el 4 de Mayo de 1980. Sin embargo, antes de convertirse en el unificador y presidente de la república socialista de Yugoeslavia, existen momentos de su biografía cargados de intriga. Los venecianos sostienen que en verdad nació en Trieste, siendo entonces italiano. Por otra parte si bien se crió en una aldea muy pobre, nada acostumbrada a una educación de alto vuelo, Tito hablaba varios idiomas y tocaba perfectamente el piano. Dos destrezas no habituales para alguien que debió ganarse la vida como herrero-cerrajero. Algunos se preguntan si realmente fue el hijo de Broz o, por el contrario, de una Broz que trabajó de mucama en lo de un judío de fortuna. En las biografías más conocidas de Tito no existen referencias concretas a su paso por Argentina, en el mejor de los casos sólo interrogantes.
Intrigas, y más intrigas como se puede observar, se entrecruzan en la apasionante historia de este hombre que unió un país fragmentado por conflictos históricos, peleó dos guerras mundiales, reclutó soldados para la guerra civil española, desafío el poder de la Unión Soviética para avanzar en la construcción del socialismo, participó activamente en el desarrollo del movimiento de los no alineados, y dirigió el destino de Yugoeslavia desde fines de la Segunda Guerra hasta su muerte en 1980.
¿Qué sabemos de su vida en Argentina?
Guadalupe Rivero, en una publicación digital que titula “Josip Broz Tito: un enigma argentino” sostiene: “Carmen Verlichak, inmersa en el mundo croata no sólo por su origen y su ascendencia sino por ser una estudiosa de su comunidad, relata con la pasión de quien sabe de lo que está hablando los detalles de esos personajes del viejo continente que adoptaron a la Argentina como segunda tierra. Verlichak cuenta que muchos de sus compatriotas se asentaron en Berisso (“Capital del Inmigrante”), empleándose en los dos frigoríficos de la ciudad. Otros tantos, fueron al norte a trabajar en la construcción del ferrocarril a Socompa. De esos datos se desprende la posibilidad de que Tito haya estado alguna vez en la Argentina, posiblemente infiltrándose entre los trabajadores para introducir las ideas marxistas que había adoptado durante su estadía en Moscú”.
Pero en ningún momento de su artículo Rivero da crédito definitivo a esa posibilidad, por lo tanto concluye, en consonancia con Verlichak: “A este país que la autora (Verlichak) define como “una fábrica de mitos” le falta bastante para saber si la estadía de Tito fue cierta o no. Y una vez revelado el secreto: Suficiente?”
¿El Mariscal Tito era Pincha?**
Sin embargo, como decíamos al iniciar este artículo, el diario “Hoy” de La Plata, a partir de una investigación realizada con ciudadanos de Berisso, tiene otra versión de la historia en la que la presencia del Mariscal Tito en nuestra tierra resulta muy probable, tanto que hasta se indica cuál era el equipo de fútbol de sus amores.
En su edición del 25 de mayo de 1999, podemos leer: “Cuentan que en la sala del frigorífico Swuift, trabajaba un hombre enigmático. Desde las 8 de la mañana, y durante 12 horas intensas, el mecánico peleaba en el más absoluto de los silencios, con las viejas máquinas averiadas. Si bien se hacía llamar Walter, todos presentían que el hombre, de unos 38 años, escondía tras sus lentes una misteriosa realidad.
“Josip Broz –el verdadero nombre del mariscal autoproclamado Tito- llegó al puerto de Buenos Aires el 20 de octubre de 1930. El enorme barco de carga de bandera italiana Principesca María lo trajo desde Génova”.
Tanto en una nota el profesor Hugo Satas, publicada en el mismo diario “Hoy”, como en el trabajo que comentamos de Guadalupe Rivero, y en los significativos aportes de Carmen Verlichak sobre la vida de los croatas en la Argentina, los primeros años de la década del treinta constituyen un período oscuro en la vida de Tito. Satas no dice una palabra sobre el tema, mientras Rivero sostiene: “Existen registrados dos Josip Broz que ingresaron a la Argentina. La paradoja es que en las aldeas europeas todos tienen el mismo apellido, por lo cual cualquiera podría llamarse igual que Tito. Además, teniendo en cuenta la inmensa cantidad de identidades del Mariscal (ocho por lo menos, según la Lic. Verlichak) sería muy extraño que hubiera entrado al país con su nombre real. Y la documentación que debería estar en la Dirección Nacional de Migraciones no se encuentra”.
A pesar de la nula referencia al tema por parte del profesor Satas y de las dudas de Rivero, el artículo del diario “Hoy” da mucho crédito a la historia oral transmitida por aquellos que dicen haber conocido directa o indirectamente (a través de familiares o amigos) a ese enigmático trabajador croata que se hacía llamar Walter. Y entre los datos transmitidos de boba en boca surge uno inédito y maravilloso para todos los que por estas tierras gozamos y sufrimos el fútbol a través de los colores rojo y blanco del León: “Además de cargar con el idioma, fotos y recuerdos, Josip Broz desembarcó en la Argentina con el club de sus amores, el Crvena Zvezda de Belgrado. Lo cierto es que los colores de la institución Yugoeslava eran iguales a los del Pincha. Los escudos y la camiseta de ambas instituciones eran rojo y blanco, a rayas, por lo que el mariscal no dudó un instante en adherir sus emociones al Club Estudiantes de La Plata”.
Le cuenta a “Hoy” Tonka Barik, la compatriota de Tito radicada en Berisso, “que en una oportunidad el plantel Pincharrata viajó a la capital yugoeslava en donde fue recibido por el presidente Tito. Cuando el primer mandatario saludaba al equipo, se paró frente al centroforward, de apellido Laferrara y le dijo en perfecto castellano la formación entera del equipo que en la década del 40 deslumbraba a sus simpatizantes: Ogando, Rodríguez y Palma, Bloto, Ongaro y Sande, Gagliardo, Negri, Laferrara, Cirico y Pelegrino, repasó Tito”.
La revista “Animals”, publicación partidaria de Estudiantes de junio de 2007, retoma los contenidos del artículo de “Hoy” y titula: “El Mariscal de Estudiantes”. Un dato interesante aportado, por si alguno intenta desafiar la historia contada por su pueblo es que: “… actualmente en lo que era el emblemático bar Sportsman, el artista berissense Cristian del Vito pintó un mural en el que se ve al dueño del bar junto a Cipriano Reyes, iconográfica figura del movimiento peronista de Berisso, y al mismísimo Mariscal”.
Fuentes: El mariscal tito - mito argentino? - Taringa!
Josip Broz Tito: un enigma argentino
Otra historia
Existe otra leyenda urbana que hace como su morada, o por lo menos como frecuentador, al barrio de Dock Sud, Avellaneda, donde también recide una importante colectividad eslava.
Wikipedia me hizo el honor de enlazar este artículo. Ver en
Josip Broz Tito - Wikipedia, la enciclopedia libre
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