Los alcaldes del norte de Italia aplican el sentido común con el problema de la inmigración
Los alcaldes del norte de Italia han comenzado una batalla para limitar la presencia de inmigrantes dictando una serie de ordenanzas, como la obligación de tener una renta mínima para poder ser residente.
Durante estas últimas semanas han proliferado en el norte del país, feudo de partidos como el federalista Liga Norte o Forza Italia, iniciativas de varios ayuntamientos para “frenar” la presencia de inmigrantes.
El primero en endurecer las normas contra los extranjeros fue Massimo Bitonci, alcalde de Cittadella, en la norteña región de Veneto, quien impuso que tienen que ganar más de 420 euros al mes y contar con una casa en buen estado si quieren residir en la localidad.
“No queremos que en nuestro territorio vivan extranjeros que no se sabe de qué viven o qué hacen, por lo que es necesario que tengan una renta mínima”, explicaba Bitonci al canal de televisión SKY.
El alcalde exige así a los inmigrantes que quieran residir en Cittadella una renta mínima de 5.000 euros al año, demostrar que se vive en una casa con las normales autorizaciones ediles y sanitarias y no tener antecedentes penales.
Más de 40 municipios de la región de Veneto ya se han mostrado dispuestos a adoptar la ordenanza de Cittadella.
A la iniciativa de este municipio se ha unido estos días el ayuntamiento de Caravaggio, en la provincia de Bergamo, de la región de Lombardia (norte), que ha dispuesto que los extranjeros que no pertenezcan a la Unión Europea no pueden casarse con italianos sin tener el permiso de residencia.
El vendaval contra la inmigración que recorre el norte del país ha llegado también al pequeño pueblo de Montegrotto Terme, en la provincia de Padua, cuyo alcalde ha hecho escribir en los paneles de información municipales: “Ciudadanos emigrad. Viviereis mejor como emigrantes que en vuestro propio país”.
El alcalde Luca Claudio, miembro de Alianza Nacional, explica que con este mensaje ha querido protestar porque “en Italia se dan más derechos a los inmigrantes irregulares y se vive mejor como inmigrante que como ciudadano”.
Algunos como la alcaldesa de Romano d’Ezzelino, Rossella Olivo, han decidido incluso no conceder becas a los estudiantes que no sean ciudadanos de la Unión Europea.
Esta oleada de ordenanzas anti-inmigración ha sido también objeto de debates televisivos y sondeos en Italia.
En una encuesta hecha a través de la pagina web del diario “Corriere della Sera”, casi el 90% de los italianos consideran positivo que se prohíba el matrimonio a quien no tenga permiso de residencia, y en el sondeo del canal de televisión SKY TG24, también un 80% se mostró a favor de la iniciativa.
http://www.minutodigital.com/actualidad/2007/12/05/los-alcaldes-del-norte-de-italia-imponen-polemicas-ordenanzas-contra-la-inmigracion/
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