Rusia se apoya en el ejemplo estadounidense para operar en Georgia
En 1999 una coalición liderada por EE.UU machacó Serbia para apoyar la independencia pro-albanesa y musulmana de la histórica provincia de Kosovo. Moscú guardó ejemplo y ahora lo aplica.
Leo en la prensa española la general indignación por la invasión rusa de Georgia. Especialmente, el Partido de la Guerra está que trina. Con esa denominación me refiero a aquellos personajes públicos que, desde diferentes foros y mediante análisis falaces e interesados, contribuyen a preparar a la opinión pública -nacional o internacional- para que acepte sin reservas la política exterior suicida y antioccidental diseñada por los neoconservadores de Washington. Ahora tienen un nuevo enemigo -Rusia- al que desde su prensa vienen fustigando una y otra vez. El motivo para ello es sencillo: es una gran potencia geoestratégica que no siempre es dócil a la política del Partido de la Guerra. Para ejemplificar estos ataques no tiene ningún sentido recurrir a las diatribas de Rafael Bardají, Florentino Portero, Gabriel Albiac o cualquiera de los miembros españoles del Partido de la Guerra porque son una mera sucursal que no hace más que reiterar las ideas lanzadas por los think tank de los EEUU.
Mucho mejor es recurrir a otras fuentes. Conservo un editorial del The Washington Times de 17 de octubre de 2007 que refleja bastante bien los motivos de la enemistad de Rusia con la política "neocon". El texto decía: "La invitación del presidente ruso Vladimir Putin al presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad para visitar Moscú es solo el último signo de que dieciséis años después del colapso del comunismo soviético, Moscú está gravitando hacia una conducta propia de la Guerra Fría. La vieja obsesión soviética -combatir el imperialismo americano- sigue indeleble... Cada dos por tres, el señor Putin y los líderes rusos parecen hacer el máximo esfuerzo, hasta el mínimo detalle, para marginar y poner en entredicho a los EEUU y minar los intereses de la política exterior norteamericana".
Por si fuera poco, Putin ha amenazado alguna vez con retirarse del Tratado INF, firmado en 1987 por el presidente Ronald Reagan y el secretario general Mikahil Gorvachev, que retiró de Europa los misiles nucleares de medio alcance, y del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa que alejó los tanques rusos de las fronteras de Europa Oriental.
Con estos datos, el Washington Times, lo mismo que toda la prensa afín al Partido de la Guerra repartida por el globo, ha reiterado una y otra vez sus argumentos anti-rusos: que si Rusia está vendiendo artillería antiaérea a Irán; que si Rusia vende armamento a Siria y que éste acaba en manos de Hezbollah y Hamas; que si Rusia está diseñando una política petrolífera común con Teherán; que si Rusia se opone a la "mano dura"en Irán, etc.
Todo esto carga las tintas en la prensa del Partido de la Guerra pero no explica cuales son los motivos del sesgo antioccidental de la política de Moscú.
De hecho, entre 1991 y 1992, Rusia aceptó retirar el Ejército Rojo de Europa Oriental y permitió que la URSS se disolviera en aproximadamente quince naciones, algunas de ellas hostiles a la naciente Federación Rusa. Abrazó el capitalismo occidental pese al rotundo fracaso de éste en aquella tierra, tal y como explicó el recientemente desaparecido Alexander Solzhenitzin. No utilizó su derecho a veto en el Consejo de Seguridad cuando Bush padre inició su guerra en Kuwait y, tras el 11.S, autorizó la utilización de multitud de bases ex soviéticas en Asia Central para que el Ejército de los EEUU pudiera invadir Afganistán.
La recompensa por todo esto ha sido "jugosa": Occidente se ha comportado con Rusia como si se tratara de una República bananera o como si fuera un territorio conquistado. Un nuevo e innecesario expansionismo atlantista ha llevado a la OTAN hasta el patio trasero de Rusia ignorando completamente sus legítimos intereses. Cinco países antiguos miembros del Pacto de Varsovia son ahora aliados de la OTAN y varias ex-repúblicas de la URSS aspiran a serlo igualmente. Cuando Rusia ha retirado todas sus bases de Cuba y del Tercer Mundo, los EEUU han hecho de las antiguas bases soviéticas enclaves norteamericanos permanentes, y además cuando Rusia ha acordado con los EEUU desmantelar los ICBM, los EEUU han instalado en las narices checas y polacas de Rusia un "paraguas" antimisiles.
Por si fuera poco, mientras que la KGB ya no existe, un montón de "lobbies" gestados en la Guerra Fría como el "National Endowment for Democracy" o la "Freedom House" han aportado millones de dólares para derribar a los regímenes pro-rusos en Serbia, Ucrania, Georgia y Bielorrusia, con la excusa de que no se ajustan a los estándares de democracia que existen, por ejemplo, en Nevada.
Por si fuera poco, y "last but not least", no es un secreto para nadie que altos ex funcionarios de Israel, aliado nominal de los EEUU, han estado vendiendo armamento a Georgia -además de entrenamiento militar- desde por lo menos 2001, a pesar de las advertencias de su propio Ministerio de Defensa para que no provocaran a los rusos, y pese a que el mencionado Ministerio no ha impuesto en ningún momento un cambio drástico de política. A este respecto, el artículo de Arie Ezgozi War in Georgia: The Israeli connection (Guerra en Georgia: la conexión israelí), publicado el pasado día 10 en Ynetnews.com, resulta esclarecedor.
Ahora Rusia ha invadido Georgia en apoyo de la región separatista de Osetia del Sur, a su vez invadida por Georgia, ante la "indignación" occidental que ha reiterado de nuevo todos los tópicos anti-rusos. Sin embargo, en 1999 los Estados Unidos bombardearon Serbia durante 78 días, aliada de Rusia y pese a la oposición expresa de ésta, por el único crimen de reivindicar una provincia clave en la historia de Serbia como es Kosovo. Escasamente nueve años después los Estados Unidos se han apresurado a reconocer la independencia de Kosovo, sentando en Europa un peligrosísimo precedente, propinando una nueva bofetada a Rusia, aliada de Serbia, y propiciando la creación de un Estado islámico en Europa.
Resulta irónico que cuando Slobodan Milosevic hizo con Kosovo lo que Saakashvili ha hecho con Osetia del Sur, los EEUU comenzaron una serie de ataques aéreos para "liberar" Kosovo. Así mismo, es bastante cómico, si no pudiera llegar a ser trágico, contemplar como el aventurero militarista Saakashvili comparece en las televisiones occidentales clamando por la "democracia", los "valores compartidos" y el "apoyo de la OTAN" cuando no es ningún secreto que él ha recorrido siempre la vía de la represión sangrienta y la cárcel para la solución del conflicto en una región que es de facto independiente desde 1991. Argumentar que Saakashvili es más demócrata que Putin es no entender absolutamente nada. La sandez de apelar a la OTAN como remedio de los problemas de la región ha sido sostenida en nuestro país por "analistas" del Partido de la Guerra que gozan de "credibilidad" -como Hermann Tertsh y Gabriel Albiac- y que, sin embargo, olvidan que el Tratado del Atlántico Norte contempla la respuesta militar de toda la OTAN por la agresión de uno solo de sus miembros. Así, España podría llegar a la ridícula situación de verse implicada en una guerra en Asia Central a causa de Abjasia o de Osetia del Sur.
En resumen, quien siembra vientos recoge tempestades. Las consecuencias de la suicida e insensata política de los vencedores de 1945, consistente en crear países artificiales por intereses estratégicos pasajeros o de llevar poblaciones de aquí y de allá para minar la homogeneidad étnica de los países enemigos, parece que no se ha llevado aún suficientes vidas, como ha podido verse con la política norteamericana con respecto a Kosovo. En los últimos quince años, los EEUU han dilapidado uno de los legados más prometedores de la "era Reagan": una Rusia amiga que, sin el comunismo, podía haber convergido política y estratégicamente con Occidente, al que pertenece por historia, religión y cultura. Las cosas no podían haberse hecho peor y la política "neocon" les ha echado en manos de China e Irán. Aún estamos a tiempo de rectificar.
http://www.elsemanaldigital.com/blog...articulo=86344
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