He estado este verano paseando por el valle de Arán, por sus deliciosos pueblos y haciendo rutas en familia (Montgarri, Unha, Les...)y he podido comprobar que esta hermosa comarca, según libros de montaña antiguos de los años 60, merced al turismo invernal ha prosperado muchísimo...quizás la pérdida de la lengua son los efectos colaterales de "esa industria turística".
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