LA XUNTA NACIONAL-SOCIALISTA PREPARA UNA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL

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Los socialistas y los separatistas gallegos se planean asentarse en el poder mediante una reforma de la ley electoral. Las modificaciones restarían escaños a las provincias de Lugo y Orense, donde el PP obtuvo en las elecciones de junio 16 de sus 37 parlamentarios.

El PSOE y el BNG no quieren que se repita el riesgo de quedarse sin la mayoría absoluta por un puñado de votos, de modo que el Gobierno nacional-socialista anuncia ya, antes de cumplir siquiera los 100 días de gobierno, la reforma de la Ley Electoral de 1993. El objetivo es restar parlamentarios a las provincias de Lugo y Orense para dárselos a las de La Coruña y Pontevedra; en ésta última fue donde el PP perdió por unos cientos de papeletas el escaño de la mayoría absoluta.

El asunto lo planteó el 26 de septiembre el consejero de Presidencia José Luis Méndez Romeu (socialista) en el Parlamento. La Ley Electoral se modificará a lo largo de 2006 e incluirá, además, la obligación de la paridad en las listas electorales.

Los 75 escaños del Parlamento autonómico se reparten de modo que cada provincia tiene asegurados 10. Los 35 restantes se distribuyen de acuerdo con la población de hecho, según el padrón de habitantes. De esta manera, la provincia de La Coruña, con 1,1 millones de habitantes, elige 24 diputados autonómicos. Pontevedra, con 931.000 habitantes, 22. Lugo, con 358.000 habitantes, 15 parlamentarios, y Orense, con 340.000 habitantes, a 14.

Si se aplicase el criterio de población para repartir los 75 escaños, La Coruña ganaría 7, Pontevedra 3 y Lugo y Orense perderían 5 cada una.

De los 37 parlamentarios que forman el grupo del PP, 16 han sido elegidos por las circunscripciones de Orense y Pontevedra.

Los deseos de alterar el censo y el reparto de escaños ya lo anticipó una parlamentaria del separatista BNG mientras se alargaba el conteo de los votos de los emigrantes gallegos en el extranjero y era posible que el PP volviera a vencer por mayoría absoluta. Según dijo el 20 de junio Carme Dasilva, número tres en la lista del BNG por Pontevedra, “sería lamentable” que el voto emigrante favoreciese al PP con un escaño más, pues eso haría que "la voluntad de los gallegos fuese alterada". El voto exterior, añadió la parlamentaria separatista, "no tiene ningún tipo de garantías y por tanto vulneraría el normal desarrollo de una jornada electoral democrática".

Reacción del PP

Los presidentes de las Diputaciones de Ourense, José Luis Baltar, y de Lugo, Francisco Cacharro, las únicas que gobierna el PP rechazaron la reforma anunciada. Ambos pertenecen al sector llamado de ‘la boina’ del PP y presiden la organización provincial de su partido. Se les acusa de practicar el caciquismo, pero en su favor hay que añadir que las elecciones las perdió el PP en Pontevedra, donde el PP lo rige el sector ‘del birrete’, los señoritos pijos.

Pero en este asunto el PP gallego no puede quejarse con toda la razón, pues al final de la primera legislatura en que Manuel Fraga desempeñó el cargo de presidente de la Xunta (1989-1993) éste hizo aprobar un aumento del porcentaje de votos exigido para que un partido participase en el reparto de escaños del 3% al 5%. Se eliminaron así a los pequeños partidos del Parlamento y se concentró el voto en el PP, el PSOE y el BNG. La consecuencia ha sido que el PP se quedó sin ningún posible aliado y sólo ha gobernado cuando ha tenido mayoría absoluta. Una lección a tener en cuenta.