Las Cruzadas fueron una serie de campañas militares promovidas por la Iglesia Cristiana en los siglos XI-XIII para conquistar a los musulmáns los territorios de la Tierra Santa. La Primera Cruzada fue lanzada en el año 1095 por el Papa Urbano II y terminó con la conquista de Jerusalem en el año 1099. Dos años más tarde, en 1101, el Papa Pascual II llamó a una nueva Cruzada para enviar refuerzos militares al recientemente establecido Reino cristiano de Jerusalem.

Uno de los participantes en la Cruzada del 1101 fue el famoso historiador alemán y abad del monasterio de Aura, el benedictino Ekkehardus Uraugiensis. Su célebre obra “Chronicon Universale” es la principal fuente de la historia alemana entre los años 1080-1125, y es también una de las principales fuentes históricas que detallan el desarrollo de la Primera Cruzada, en la que el mismo participó y fue testigo.


Comenzando su relato de los hechos de la Primera Cruzada, Ekkehardus Uraugiensis afirma que “...centum millia virorum ex Aquitania scilicet atque Normannia, Anglia, Scotia et Hibernia, Britannia, Galicia, Wasconia, Gallia, Flandria, Lotharingia, caeterisque gentibus christianis, quaram nunc minime occurrunt vocabula…”, que en castellano se traduce por “…unos cien mil hombres fueron llamados al servicio inmediato de Dios desde Aquitania y Normandía, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Bretaña, Galicia, Gascoña, Francia, Flandes, Lorena, y también otros pueblos cristianos, cuyos nombres ya no recuerdo. Con razón era un ejército de cruzados, ya que todos llevaban el símbolo de la cruz en sus ropas”.

De mismo modo que en los ejércitos modernos todos los soldados de un país visten el mismo uniforme, en los ejércitos cruzados los diferentes contingentes nacionales se identificaban por el color de sus cruces. Al existir más naciones que colores, inevitablemente varios países coincidían en el uso de un mismo color -por ejemplo bretones y alemanes llevaban los dos la misma cruz negra- por lo que en el año 1188 el Papa tuvo finalmente que regular el uso del color de las cruces entre las diferentes naciones cruzadas.


De la decisión papal sabemos hoy que adjudicó la cruz roja a Francia, la cruz blanca sobre rojo a Inglaterra, la cruz verde a Flandes, la cruz amarilla a los estados italianos, o la cruz de San Andrés a Gascoña, pero no se conserva ninguna lista exhaustiva de todos los países participantes con sus colores correspondientes, nin tampouco conservamos ningún documento antiguo que describa el tipo de cruces que llevaban los nobles gallegos que participaron en la Primera Cruzada.


Lo que si sabemos es que el proprio Conde Enrique participó en las Cruzadas a Tierra Santa entre los años 1103-1105, inmediatamente después de aquella otra expedición gallega de la Primera Cruzada que mencionó el cronista Ekkehardus Uraugiensis. Sabemos también que a su regreso de Tierra Santa el Conde Enrique utilizó como armas heráldicas “de plata cruz firmada de blau”, una cruz azul sobre campo blanco.


Es muy posible que esta cruz azul fuese utilizada antes que el Conde Enrique como el color identificativo de aquellos cruzados galegos que participaron en la Primera Cruzada, al igual que otros reinos europeos utilizaban otros colores.


Si la cruz identificativa de los gallegos de la Primera Cruzada fuese la azul, sería lógico que el Conde Enrique participase en las Cruzadas bajo la misma cruz azul de los cruzados gallegos de 1095-1101, ya que el Conde Enrique era el también un noble de un territorio del Reino de Galicia.


Cuando el Conde Enrique volvió de las Cruzadas en el año 1105, se encontró en casa con el mismo trabajo que acababa de hacer en el extranjero, ya que la mitad sur del Reino de Galicia estaba en vecina linea de batalla con los territorios musulmanes lusitanos. Por tanto, es lógico deducir que, a su regreso de Tierra Santa, el Conde Enrique siguió luchando en el Mondego con la misma cruz azul con la que había luchado contra sus enemigos musulmanes en Africa, dando continuidad histórica en el Condado Portucalense a una cruz azul utilizada primeramente por las tropas galaicas en las Cruzadas a Tierra Santa.



Banderas Cristianas Gallegas: Cruz Azul, Armas de Enrique de Borgoa, Conde del Reino de Galicia