ESPAÑA Y LOS ESPAÑOLES




SEGÚN BALTASAR GRACIÁN


"-Pues, dime, ¿qué concepto has hecho de España?

-No malo.

-¿Luego bueno?

-Tampoco.

-Según eso, ni bueno ni malo

-No digo eso.

-¿Pues qué?

-Agridulce.

-¿No te parece muy seca, y que de ahí les viene a los españoles aquella su sequedad de condición y melancólica gravedad?

-Sí, pero también es sazonada en sus frutos y todas sus cosas son muy substanciales. De tres cosas, dicen, se han de guardar mucho de ella, y más los extranjeros.

-¿De tres solas? ¿Y qué son?

-De sus vinos, que dementan; de sus soles, que abrasan; y de sus femeniles lunas, que enloquecen.

-¿No te parece que es muy montuosa y aun por eso poco fértil?

-Así es, pero muy sana y templada; que si fuera llana, los veranos fuera inhabitable.

-Esta muy despoblada.

-También vale uno de ella por ciento de otras naciones.

-Es poco amena.

-No la faltan vegas muy deliciosas.

-Está aislada entre ambos mares.

-También está defendida y coronada de capaces puertos y muy regalada de pescados.

-Parece que está muy apartada del comercio de las demás provincias y al cabo del mundo.

-Aun había de estarlo más, pues todos la buscan y la chupan lo mejor que tiene; sus generosos vinos Inglaterra, sus finas lanas Holanda, su vidrio Venecia, su azafrán Alemania, y sus patacones* todo el mundo.

-Dime, y de sus naturales ¿qué juicio has hecho?

-Ahí hay más que decir, que tienen tales virtudes como si no tuviesen vicios, y tienen tales vicios como si no tuviesen tan relevantes virtudes.

-No me puedes negar que son los españoles muy bizarros.

-Sí, pero de ahí les nace el ser altivos. Son muy juiciosos, no tan ingeniosos; son valientes, pero tardos; son leones, mas con cuartana; muy generosos, y aun perdidos; parcos en el comer y sobrios en el beber, pero superfluos en el vestir; abrazan todos los extranjeros, pero no estiman los propios; no son muy crecidos de cuerpo, pero de grande ánimo; son poco apasionados por su patria, y trasplantados son mejores; son muy allegados a la razón, pero arrimados a su dictamen; no son muy devotos, pero tenaces de su religión. Y absolutamente es la primer nación de Europa: odiada, porque envidiada."

*patacones: monedas.

Baltasar Gracián, "El Criticón". II Parte. Juiciosa cortesana filosofía en el otoño de la varonil edad. Crisi Tercera: La cárcel de oro y calabozos de plata.

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