Los pastores, en peligro de extinción.
Un pastor conduciendo a su rebaño en un pueblo del Moncayo zaragozano - Fabián Simón.
Los rebaños de ovejas son una estampa cada vez más difícil de ver en los campos y montes. Aragón da fe de ello: en quince años ha perdido la mitad de su cabaña de ovino.
La típica imagen del pastor con su rebaño de ovejas es una estampa cada vez más difícil de ver en los campos aragoneses. La actividad está en acusado retroceso desde hace años, hasta el punto de que la tendencia apunta hacia el riesgo de extinción de esta ganadería extensiva.
Los datos han sido puestos sobre la mesa este jueves en Zaragoza, durante la inauguración del congreso anual de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia (SEOC). Estas jorandas reúnen a unos 400 profesionales de España, Europa y Latinoamérica.
En quince años, entre 2001 y 2016 -últimos censos oficiales disponibles-, la cabaña aragonesa de ovino se ha reducido a la mitad y miles de pastores han abandonado la actividad sin nadie que les haya tomado el relevo. En década y media se han perdido más de 1,7 millones cabezas de ovino en esta región, «y en la provincia de Zaragoza la situación es peor aún», según ha remarcado el presidente de la Diputación zaragozana, Juan Antonio Sánchez Quero (PSOE), institución que ha financiado este congreso sobre el ovino y el caprino.
Así, en la provincia de Zaragoza el censo de ovejas se ha reducido un 57% en quince años: en el 2011 había en esta provincia más de 1,3 millones de ovejas, mientras que al acabar 2016 ya no quedaban ni 600.000 cabezas.
«Estas cifras demuestran el dramático declive de esta actividad ganadera», ha advertido Sánchez Quero, quien ha subrayado que «España no puede permitirse el lujo de ver desaparecer sus rebaños de ovejas y cabras, porque con ellos se va parte de su paisaje, de su historia, de sus pueblos, de su presente y de su futuro».
«La presencia de rebaños en nuestros campos y montes es muchísimo más que una romántica estampa, es una necesidad, una actividad económica que debe ayudar a frenar el desierto demográfico y a mantener el medio natural», ha indicado el presidente de la Diputación de Zaragoza. Ha recordado que el pastoreo «contribuye decisivamente a cuidar el paisaje, a mantener limpios y cuidados nuestros campos y montes, y es una fuente de alimentos saludables y de alta calidad».
Por todo ello, y ante la progresiva desaparición de esta actividad ganadera, Sánchez Quero ha anunciado que la Diputación de Zaragoza va a pedir a las administraciones central y autonómica que arbitren medidas de apoyo para el sector del ovino, que han de ir dirigidas -ha dicho- a garantizar a los pastores «unas rentas mínimas que compensen el esfuerzo que exige esta actividad y que reconozca el interés público que supone para el territorio». «De nada sirve que se nos llene la boca hablando de luchar contra la despoblación si no damos herramientas suficientes para garantizar rentas dignas en nuestros pueblos», ha subrayado el presidente de la Diputación de Zaragoza.
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