PASTORES DE MI PENÍNSULA



Oh amada Piel de Toro,
Yo canto a tus entrañas,
Mediante buenos pastores,
Yo canto a las Españas,


Peninsular soy, de campo,
Perviviendo está en mi memoria,
Aquellos hermosos ganados,
Que de niño yo creía gloria,


Cabras, borregos, vacas,
Y los hermosotes cochinos,
Bendita tierra de corrales,
Siempre ligada a mi destino,



Por no haber, ya no hay mulas,
Ni galgos ni mastines,
Apenas se ven podencos,
Ni caballos con lindas crines,


Oh; y aquellos pastores,
Señores de las cañadas,
Hijos firmes del tiempo,
Seculares tradiciones guardadas,


Conocedores de los lindes,
Peregrinos de la fuerza,
Del Cantábrico a Tarifa,
De Lisboa a Valencia,


Transmisores de romances,
Impávidos ante la dureza,
Rayos y truenos, frío y calor,
No trastocan su alteza,


De la más natural sabiduría,
Pastores de miradas sinceras,
Pastores siempre acusados,
De ignorancia o rudeza,


Buenos pastores que a las Indias,
Su porte bien llevaron,
Vecinos de matojos y aguas,
Boinas, abrigos y cayados,


Serranías y llanuras recorridas,
Las granjas aún guardan su eco,
Ay, pastores de mi Península,
Cuánto, cuánto os echo de menos,


Yo sé muy bien,
Que aún no os habéis extinguido,
O al menos no del todo….
Ello me ilusiona, me hace sentir vivo,


Vientos de libertad portáis,
A pesar de algún tristón atardecer,
Las lenguas españolas os acompañan,
En vuestro severo quehacer,


Amigos de los pájaros,
Evocadores del silencio,
Piel curtida, ropa gastada,
Pastoreo: Qué antiguos misterios….


Si el capitalismo os desprecia,
Los pueblerinos os apoyamos,
Si el socialismo os extermina,
Señal es para despreciarlos,


Maestros de la geografía,
Esos orgullosos andares,
Pastores: Símbolos de la raza,
Pastores, ojalá mis versos sean vuestros cantes,


Trabajadores de la naturaleza,
De la península el alma,
¡ Pastores de mi península,
Bregad siempre con mente cristiana !