GIBRALTAR ESPAÑOL

Esta fotografía es una postal de "La Línea de la Concepción" (Cádiz), con una panorámica del Peñón de Gibraltar. La mandó mi tío a la casa de sus padres, mis abuelos, el 12 - 6 - 56, cuando hacía su servicio militar. En el reverso puede leerse:
"En el día de tu Santo, yo no te podré olvidar y en unión de nuestros padres, creo que pasarás un buen día. Nosotros aquí, frente al Peñón de Gibraltar, miramos día sí y día también ese trozo de España robado por esos piratas. Tengo ansias de que llegue una orden de marchar sobre esos extranjeros que ocupan nuestra Patria. Te aseguro, hermano, que no dejaré a ni uno vivo. Nos tienen que pagar esta afrenta que dura siglos. Tuyo, tu hermano. Que Dios os bendiga. ¡Arriba España!".
Me la encontré hoy, entre retratos y fotografías. En una de esas fotografías se veía a mi tío, al pie de un cañón. Me he sonreído, pensando que si por mi tío hubiera sido, ese cañón no hubiera estado decorando el cuartel. Hubiera cañoneado Gibraltar... No llegó la orden, mecachis en la mar. Entiendo a mi tío: el Peñón de Gibraltar se alza como una vergüenza nacional. Para lavar esa afrenta es preciso disparar contra él. Que no quede piedra sobre piedra, ni tampoco inglés vivo. Y luego, cuando nos pregunten por esa Peña, podríamos decir: "La maté porque era mía". Es que duelen los ojos, viendo que ese pedazo de Patria está sin redimir.
Como traidores y piratas, los ingleses ocuparon Gibraltar. Puede que, en nuestra época de imbéciles y cobardes, esto se haya olvidado, esto incluso no sea nada. Pero, esto va con vosotros: españoles traidores e ingleses piratas. Hay algo que tenéis que saber, y es que no todo en España es de esa hediondez moral que se fomenta, con el propósito de tolerar al enemigo en casa; esa vomitiva sumisión del perrito faldero que mueve el rabo alrededor de las perneras británicas os la pueden hacer algunos sinvergüenzas. Pero a los españoles de verdad nos conoceréis porque os miramos a los ojos con odio implacable. Antiguos historiadores romanos y griegos coinciden en que no hay nada que exalte más a un español que llegar en distancias cortas al enemigo. Con la falcata, con la bayoneta... O con la navaja.
Reivindicamos Gibraltar, y aunque ahora mismo somos unos pocos, tenéis que saber que algún día creceremos y seremos muchos. Y ese día no quedará inglés en territorio hispánico. Os expulsaremos como hicimos con los judíos y con los moriscos, como haremos con todo lo que está aquí y es una amenaza para nuestra salud nacional. No queremos la vecindad de vuestra corrupción fisiológica y moral. Tampoco queremos a los españoles que os quieren (pues, en el momento en que os quieren, dejaron de ser españoles). Queremos que sean ajustadas las cuentas, ingleses, por siglos de ocupación, de colonización, llenando de basura herética el alma de nuestro pueblo y nuestras gentes, intoxicándonos con mentiras parlamentarias, liberalescas, masonizantes y otras flautas. Las flautas os las meteremos por donde os gusta.
Queremos que todos vosotros -los ingleses y sus cómplices- abandonen territorio español y nunca más profanen con las suelas de sus zapatos la tierra sagrada de España.
¡Malvinas es Argentina! ¡Gibraltar Español!
Maestro Gelimer
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
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