Re: Gibraltar acusa al gobierno español de “incursión intolerable”
Es inmemorial la costumbre -hoy pervertida-, de soltar un soplamocos al niñato idiota, impertinente, maleducado, contestón, incordiante..., vamos al "Jaimito" de turno. Es evidente que ya no se hace no vaya a ser que el niñato en cuestión denuncie a sus padres en la comisaría o juzgado de guardia más próximos, y ello en aras de unos supuestos e imaginarios derechos absurdos e inconsecuentes que, en muchas ocasiones, han surgido de los caletres de gentecillas que no tienen hijos. Pero por no saber, ni entender, no se enteran de que el cachete está en la propia naturaleza en forma de pequeño zarpazo, empujón o gruñido sordo y profundo, que las hembras de diversas especies propinan a sus impertinentes, maleducados, contestones, incordiantes cachorros.
Pues bien, el caso de Gibraltar se parece a esto como un huevo se parece a otro huevo. Las llamadas autoridades gibraltareñas son como ese nene insoportable y malcriado. Pero la culpa es de los papis, España, no lo olvidemos, por no haber sabido educarlo bien y haberle dado el cachete oportuno a tiempo. A España sobrándole razón, siempre le ha faltado valor y decisión, por eso al nene no hay quien lo soporte. Y ya puede amenazar lo que quiera, porque el día que vea que en este caso España se pasa por sus partes pudendas el Tratado del mar de Montego Bay y planta allí unas cuantas unidades de la Flota, cierra la verja del jardín de las delicias -de los llanitos-, les corta la luz y el agua, vamos a ver a quién y qué denuncian esta partida de forajidos contrabandistas. O sea, si el nene denuncia el cachete, ¡hala! la maleta a la puerta y la amenaza de renunciar a los derechos paternos y de entrega del mocoso a los servicios sociales.
Pero aquí no hay lo que hay que tener, Gran Bretaña en un caso así rugiría, pero es un león ya desdentado y realmente no movería un dedo si los hechos fueran firmes de veras. Lo malo del asunto es que sus rugidos son suficientes para aconejar a nuestras ¿autoridades? Y se demuestra lo que sucedería si se hiciese algo como en tiempo de Franco, cuando ordenó el cierre de la verja, que hubo mucho ruido, pocas nueces y, finalmente, del interior del territorio español usurpado no salían más sonidos que los gritos guturales de las monas.
Por cierto, ahora Gibraltar ya tiene "selección nacional de fútbol" integrada en la UEFA y aquí siguen mirando esas monas. Cuidado, porque el asunto es de suma gravedad, una clara violación del Derecho Internacional porque ya se dirá desde cuando Gibraltar es un Estado soberano. Si tal fuese, Gran Bretaña debería retirarse totalmente de dicho territorio, ¿o es que sería un Protectorado? y en tal caso hay que recordar que dichos territorios ya no existen ni los admiten las Naciones Unidas. Entonces, en el supuesto de que si se produjese la retirada real y efectiva de Gran Bretaña, cesaría automáticamente de tener vigor alguno el Tratado de Utrech, celebrado con España, es decir, sólo bilateral. Por tanto, España debería recuperar el territorio gibraltareño: por una puerta estarían saliendo los últimos efectivos coloniales de la vergüenza, y por la otra deberían estar entrando tropas nacionales a efectos de restablecer la soberanía española sobre el Peñón y que jamás debió perder. Ya veremos si ese personaje incombustible e infumable llamado Ángel María VILLAR tiene los cojones que debe tener, proceder inmediatamente en la UEFA como corresponda o se queda en una gravísima cesión de funciones y no olvidemos que su salario es público, luego la inacción podría ser delictiva. Por supuesto, no espero acción legal alguna del Gobierno PEPORRO.
Última edición por Valmadian; 20/11/2013 a las 15:30
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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