Antecedentes históricos
Gibraltar fue tomada por el Reino Unido en Agosto de 1707 durante el transcurso de la Guerra de Sucesión al Trono de España. Esta toma se realizó en nombre de Carlos III de Austria, mejor conocido por Carlos VI del Sacro Imperio Germánico. Reino Unido había desembarcado en España en virtud del pacto de Génova (1705), en el que, entre otras cosas, la reina de Gran Bretaña se comprometía a assegurar con toda su Protección a los Reynos, Dominios, Señoríos y Provincias de España que se declararen a favor de su legítimo Rey Carlos III y de los Altos Aliados.
Para la capitulación de la ciudad, Reino Unido se comprometía a no atacar o saquear a la población civil.
Sin embargo, tras la ocupación, los sitiadores incumplieron su palabra y el almirante Rooke arrió el estandarte del Archiduque y lo sustituyó por el de la Reina Ana, lo que consistía en la invasión por parte de Reino Unido.
Como resultado a ésto, mayoría de la población de Gibraltar abandonó la ciudad fundando la ciudad de San Roque dónde reside la de Gibraltar. Más tarde, en 1870, una parte de dicha ciudad se independizaría creándose el municipio de la Línea de la Concepción.
La ciudad fue colonizada por gente de origen diverso como judíos y norteafricanos, a pesar de estar ésto prohibido por el Tratado de Utrech.
En 1715, se firmaba el tratado de Utrech, realizado tanto a espaldas del archiduque Carlos III como de Felipe V, en el que Gran Bretaña se anexionaba Menorca y Gibraltar y obtenía el derecho a asiento, que empleaba para realizar contrabando.
A partir de su toma, los reyes de España intentarían sin éxito recuperar Gibraltar, tanto por la vía diplomática como por la militar, a lo largo del siglo XVIII. En 1830, Gibraltar pasaba de ser ciudad y guarnición en el reino de España para ser colonia británica. Más tarde, pidiendo ayuda por las epidemias, las autoridades inglesas se anexionan parte del istmo que quedaba en la parte española hasta la construcción de la verja de Gibraltar en 1909.
A mediados del siglo XX, el gobierno de Francisco Franco endureció su postura frente a Gibraltar, logrando aislarla, lo que ocasionó la afirmación de la identidad gibraltareña frente a España. El resultado sería la victoria de los pro-británicos en el referéndum de 1967, que llevaría al cierre de la Verja de Gibraltar (1969-1982).
Comparación de Gibraltar: colonia británica-municipio español
Gibraltar como colonia, tiene todas las competencias de un Estado, salvo relaciones exteriores y negocios, de los que se encarga Reino Unido. Asimismo, en lo relativo a la Unión Europea, Gibraltar está libre de la Unión Aduanera, la Política Agraria Común y la armonización del IVA.
De está manera, la moneda de Gibraltar no es el euro, aunque se permite su uso, sino la libra gibraltareña.
Hoy, Gibraltar goza de una Constitución -recordemos que el Reino Unido no tiene una Constitución única, sino varias.
En cambio, como municipio español, estaría sujeto a la Constitución de 1978, al estatuto de Autonomía andaluz y al agobiante centralismo realizado por la Junta de Andalucía en la ciudad de Sevilla. También estaría sujeto a los numerosos impuestos de que sufre la población española, por no hablar de la vergonzosa clase política española. En relación a la Unión Europea, estaría en calidad de igualdad con el resto de los países, con la consiguiente pérdida de soberanía económica.
En resumen, de ser municipio español, Gibraltar perdería en moneda propia, soberanía económica y autonomía política.
Tampoco debemos olvidar que la diferencia que constituye un país económicamente fuerte, con buena seguridad de sí mismo y con una armada todavía poderosa -como es el caso de Inglaterra- y con un país en una crisis devastadora, que sufre separatismo a lo largo de toda su geografía y con una identidad nacional debilitada -como es el caso de España.
Por lo tanto, y por mucho que me duela decir ésto y a ustedes leerlo, en la situación actual, a Gibraltar le conviene más ser colonia inglesa que ciudad española.
La propuesta
En la política actual, para la anexión de un territorio es necesario el consentimiento de los ciudadanos de dicho territorio. Si queremos lograr ésto sólo tenemos dos posibilidades:
-La primera, muy improbable, es que los habitantes de San Roque y la Línea de Concepción -que como hemos dicho antes, son descendientes de los auto-desterrados de Gibraltar- sean reconocidos como gibraltareños y se lleve a cabo un referéndum en el cual los habitantes de San Roque y la Línea voten masivamente el sí a la reincorporación de Gibraltar a España, y los de Gibraltar que voten al no; por lo tanto habría una mayoría electoral. Esto sería visto como una gran injusticia para los gibraltareños y la convivencia sería de gran dificultad.
-La segunda, mucho más realista, es dar a los gibraltareños un modelo que les atraiga y por lo tanto decidan anexionarse a España por voluntad propia. Este modelo y la política que se debe realizar es en lo que consiste esta propuesta.
Como ya sabemos la gran mayoría de los gibraltareños es contraria la unión con España, de hecho, con la situación actual es impensable. De esta forma para lograr la reincorporación se debería realizar el siguiente plan:
-El Primer Paso es evidente, puesto que lo reclama toda la sociedad española: una reforma política y económica que haga que España vuelva a ser un país en el que valga la pena vivir.
Esto permitirá un aumento de la reputación tanto exterior como interior de España. Así y sólo así no sólo se dará lugar a una posible voluntad de incorporación por parte de los gibraltareños, sino también una voluntad por parte de nuestros políticos por llevar a cabo un plan.
-El Segundo Paso consiste en hacer a España una nación "simpática" a ojos de los Gibraltareños, de forma que no sientan una repulsión inmediata y de que puedan pensar seriamente en una reincorporación.
Este paso se divide en dos fases:
Fase 1: aplicar medidas que eviten cualquier incidente diplomático. Para ésto se debe crear una guardia costera hispano-gibraltareña que evite cualquier fallo relativo a la soberanía de las aguas españolas, a la vez que las haga seguras y se deberá llegar a un acuerdo con las autoridades gibraltareñas en relación a los precios del tabaco y al contrabando, para de esta forma acabar con las colas y, con ellas, la mayor fuente de conflictividad. También se deberían realizar ciertas concesiones por parte española para acabar con el arrecife artificial de Gibraltar.
A la vez, hay que negociar con el gobierno gibraltareño, o el británico a última instancia, para que se ponga fin al contrabando y a otras actividades económicas de tipo ilícitas y perjudiciales tanto para la economía española como para el medio del Estrecho, de gran importancia geo-estratégica.
Fase 2: una vez que los roces diplomáticos y sociales hayan llegado a su fin, hay que lograr aplicar políticas y estructuras comunes para lograr crear una conciencia de unidad entre Gibraltar y el resto de España.
Para esto, se parte de la policía hispano-gibraltareña para crear otras políticas comunes, como una política ambiental en torno al Estrecho, una política educativa común. Finalmente, se deberán llevar a cabo actividades económicas conjuntas, como actividades pesqueras.
A partir de aquí, además de lograr una unidad económica se lograrán evitar futuros roces, que seguramente emplearán los periódicos gibraltareños e ingleses para escarnio de España.
-El Tercer Paso es elaborar un modelo de status para Gibraltar para una posible reincorporación a España, status que a ser posible conlleve una remodelación político-territorial semejante a los antiguos reinos y fueros, puesto que sólo así se le puede dar a Gibraltar un status político-económico que no suponga un "favoritismo" por parte del Estado. Dedicaré un apartado a dicho modelo.
-El Cuarto Paso es, una vez creado dicho modelo, darlo a conocer por Gibraltar mediante campañas. Estas campañas deberán hacer suficiente impacto en la sociedad gibraltareña para crear movimientos y períodicos autóctonos.
-El Quinto Paso deberá realizarse en cuanto la mayoría de la sociedad gibraltareña sea partidaria de la unión con España. Éste consiste en un referéndum de una co-soberanía instantánea -es decir, que las autoridades gibraltareñas respondan tanto por las autoridades españolas como por las británicas- de Gran Bretaña y España.
-El Sexto Paso es de carácter opcional y de realizarse, la sociedad gibraltareña deberá estar más inclinada hacia España que hacia Inglaterra. Consiste en hacer valer ante los tribunales internacionales los daños históricos causados por las actividades ilegales de Inglaterra para hacer ceder a ésta los derechos sobre Gibraltar y lograr la soberanía plena. Si se logra, el Estado deberá hacer concesiones a la sociedad gibraltareña para evitar un enfrentamiento entre ambos a causa del abandono de España por Inglaterra.
El modelo del Gibraltar español
Para que este modelo sea un atractivo para lo sociedad gibraltareña, se deberá haber asegurado la prosperidad material de los habitantes gibraltareños en caso de la incorporación a España durante el Primer Paso, mediante las medidas siguientes:
-Reducción drástica de impuestos a la sociedad española.
-Aumento de la independencia frente a la Unión Europea, preferentemente mediante una nueva negociación tras una hipotética unión con Portugal.
Tras haberse asegurado de la realización de las siguientes medidas recomiendo el siguiente modelo político para Gibraltar: la fusión de las ciudades de la Línea de la Concepción, San Roque y Gibraltar en uno sólo, llamado cómo el último.
Ésto además de reparar los ultrajes históricos a los habitantes de San Roque y de evitar los problemas entre la Línea y Gibraltar, tiene ventajas más que evidentes: la población de los tres se triplicaría -por la unión de los tres municipios en un sólo, así como sus territorios respectivos.
Para Gibraltar, aparte de las ya mencionadas, implicaría las siguientes ventajas: podría disponer de una gran capacidad territorial para sus actividades económicas, pudiendo prescindir de la ocupación de territorio español, o de sobre-urbanizar el peñón. También podría disponer de los puertos del Estrecho.
Para el resto de los municipios, además esto conllevaría un aumento de capitales llegados desde el Peñón. Como símbolo de la co-soberanía se establecerían dos ayuntamientos: uno en el actual Gibraltar -símbolo de la autoridad británica y otro en San Roque -símbolo de la autoridad española. Sin embargo, se deberán realizar las medidas correspondientes para reducir la co-soberanía británica al Peñón, probablemente mediante la unión posterior pactada de los municipios.
En relación con el status, Gibraltar estaría integrado en la región andaluza, pero con autonomía propia. Esta autonomía, a modo de "fueros" y centrándose en su Constitución actual y en sus intereses económicos.
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