Respuesta: Lancha española expulsada por piratas ingleses
Ya sabemos que Gibraltar es una cueva de delincuentes dedicados al contrabando de toda clase de sustancias y productos nocivos y prohibidos. Y siendo esto totalmente malo, lo perverso es que esos delincuentes estén protegidos por la Royal Navy, o HMS de Su Majestad". Lo paradójico es que esos mismos delincuentes serían perseguidos por los mismos que los protegen, si los actos delictivos que llevan a cabo se realizasen en aguas británicas de verdad. Al parecer el espíritu de Francis Drake sigue bien vivo, impregnando la "Union Jack" de aromas pirateriles.
Pero lo que es ya absolutamente infumable, es la actitud de nuestro Gobierno del Caos que, no sé muy bien cuál es el motivo aunque lo sospecho, pero siempre está con los pantalones bajados.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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