Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 9 de 9
Honores1Víctor
  • 1 Mensaje de Hyeronimus

Tema: Ignacio Braulio Anzoátegui

  1. #1
    Avatar de Mefistofeles
    Mefistofeles está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    01 oct, 09
    Mensajes
    923
    Post Thanks / Like

    Ignacio Braulio Anzoátegui

    Estimados amigos, hace apenas unos meses descubrí a este autor argentino cuyas únicas obras en mis manos son "Genio y figura de España" y "Tres ensayos españoles", además de estar esperando la llegada de "Cielo y tierra" y "Romances y jitanjáforas", las cuales espero como agua de Mayo y algunos poemas que encontré por la red.

    El caso es que me he quedado prendido por el estilo del autor en cuestión, es simplemente extraordinario, de una belleza e ingenio sublimes,de aquella que llegan a lo más profundo del corazón, por ello, ando buscando todo lo que puedo acerca de este , para mi , ya eterno argentino.

    Me gustaría poder realizar un dossier acerca de él y su obra, y no estaría mal un poco de ayuda por su parte.

    De momento posteo un árticulo interesante pero que se me hace excesivamente corto y necesito profundizar más.


    El nacionalismo católico de Ignacio B. Anzoátegui

    Hace exactamente un siglo, el 25 de julio de 1905, día de la fiesta de Santiago Matamoros, nació en La Plata Ignacio Braulio Anzoátegui; murió en Buenos Aires el 2 de abril de 1978. Ambas fechas constituyen significativas coincidencias tratándose de él, uno de los más brillantes exponentes del nacionalismo católico argentino. Se casó con Josefina Padilla, con quien tuvo once hijos.

    Doctorado en Leyes en la Universidad de Buenos Aires, desempeñó luego la magistratura judicial, siendo sus fallos famosos por el estilo y el talento literario (“Sin poesía no hay derecho”, decía siempre). Uno de esos fallos, sobre un hombre que se casó con una mujer veinte años mayor, decía, por ejemplo: “Cuando se casaron, él tenía la edad en que se encuentra a la vida y ella la edad en que se le reencuentra”.

    Además de libros de poesía, aforismos y ensayos, también escribió en cuanto diario y revista relevante existía en el país y en muchísimas del extranjero: La primera Criterio (junto a Manuel Gálvez, Leopoldo Marechal –su gran amigo-, Ernesto Palacio, Eduardo Mallea, Fernández Moreno y Ricardo Molinari, además de Gilbert K. Chesterton, Hillaire Belloc, Ramiro de Maeztu, Jacques Maritain y Giovanni Papini), Número (donde se encargaba de la crítica cinematográfica), Cárcel de papel, Tía Vicenta (con y sin firma), P.B.T. (bajo el seudónimo Martín Pescador), Sol y Luna (cuya dirección compartió), Caras y Caretas, Leoplán, Ulises, El Hogar, Tribuna, Alianza, Tiempo Político, Azul y Blanco, La Argentina (de Hugo Wast), Juan Manuel de Rosas (el boletín del Instituto homónimo), Universitas (la revista de la Universidad Católica Argentina), Jauja (dirigida por el Padre Leonardo Castellani), etcétera. Anzoátegui era un hombre decididamente polémico: escribía como esgrimiendo un arma.

    Los Cursos de Cultura Católica y nosotros

    Nacieron los Cursos de Cultura Católica de la decisión de una minoría de hombres inmunes a la heredosífilis liberal que venía regenteando al país después de lo de Caseros (donde la patria se recalcó un pie).

    Era por entonces el cultianalfabetismo dueño casi absoluto de la verdad y de la historia: de la verdad gambeteadora y prepotente y de la historia para párvulos a la que jineteaba orondamente tocado de poncho y galera.

    La chivatería masónica dictaba cátedra y las quitaba. So color de los colores azul y blanco –infaltables delantales de las tribunas de pino improvisado- arengaba a un rebaño, al que, de paso, había negado el derecho de prosternarse ante el Pastor. Y la intelectualidad argentina la escuchaba boquiabierta, acaso balando hurras a los carraspeos de los descuajeringados pajarracos.

    Aquella chivatería creó así, para los fieles de Cristo, una cara que reunía los rasgos de la beatería y la bobera.

    Fue por el [mil novecientos] veintitantos cuando el Señor decidió que se operara el milagro. Y lo hizo –como a El le gusta hacerlo- valiéndose de aquella minoría, en armas también ella, cuya misión primera era la de llamar pan al pan y vino al vino y cuya segunda misión era comerse a los comecuras. Pan y vino fueron su alimento y su aliento: el pan y el vino del convivio eucarístico donde Cristo se da entero a sus leales seguidores.

    En medio de aquella época tan nefanda como nefasta, en medio de aquel tiempo que se creía dueño y lacayo del último quiquiriquí del máximo mascalzone de turno, en medio de aquellos años enloquecidos de aggiornamiento con el más vil de los viles detractores, los Cursos de Cultura Católica nos rescataron a la confianza, nos reconciliaron con la dignidad, nos enseñaron que el católico no tenía por qué poner cara de drogadicto de la virtud, de monja psicoanalizada por cualquier Amado Nervo.

    Tales fueron las lecciones que aprendimos en los Cursos. Tal fue la vida que nos develaron. Tal la enseñanza deslumbrante que compromete para siempre nuestra gratitud.


    Aforismos

    Roque Sáenz Peña

    El voto secreto es el voto cantado a bocca chiusa. Pero la contención tiene un límite, tras el cual estalla el griterío de las revoluciones. Porque el pueblo no quiere que se lo encierre en el meadero del cuarto-oscuro; quiere cantar su voto por las calles y los caminos. Quiere gritar “¡Viva!” y gritar “¡Muera!”, porque eso es tener conciencia de patria, inexplicada conciencia de patria, que es lo que en definitiva vale.

    Van Gogh

    Desde la Eternidad inventó Dios el amarillo, para poder un día, con la mayor naturalidad, regalárselo a Van Gogh.


    Agustín de Foxá

    Úlcera de Duodeno –dijo una vez Foxá- es nombre de poetisa uruguaya.

    Cardenal Newman

    Hay más fiesta en el Cielo por un inglés que se arrepiente que por cien irlandeses que hacen penitencia.

    Adam Smith

    Los economistas son los ginecólogos de las finanzas públicas. La mayor parte de ellos se especializan en abortos.

    Camila O’Gorman

    Casarse con un cura es ciertamente un desacato. Pero dejarse explotar en los prostíbulos del liberalismo es ciertamente un suicidio: una lápida mortuoria que confirma una enfermedad venérea.

    Ra

    Ningún dios de ninguna mitología gozó de tanto prestigio como Ra en el mundo de las palabras cruzadas.

    Shelley

    Había una vez un tiempo en que el inglés no era sólo un dialecto de ejecutivos.

    Frei

    Cada vez que en un país triunfa la Democracia Cristiana, se decreta en el Cielo tres días de Carcajada Celestial.

    Anónimo

    Me lo previno una vez un santo confesor, viejo y cargado de juvenil sabiduría: “Es difícil, muy difícil, hijo, sacarse un mujer de encima; pero más difícil es quitársela de abajo”.

    Los siete sabios de Grecia

    Los helenos, que algo entendían de belleza, le dijeron a la sabiduría el nombre más bonito de su lengua: sophia. Porque para saber es menester saber bellamente: lo demás es física nuclear y economía política y perfeccionamiento de artefactos sanitarios.

    Elcano

    Intentar entonces la vuelta de la Tierra era tomar billete de ida. El billete de regreso quedaba a cargo de ese gran promotor del turismo más conocido por el nombre de Dios, especialista en tormentas y en rotosos regresos triunfales.

    Gustavo Adolfo Bécquer

    Digan lo que digan los registros parroquiales, Bécquer nació en Flores. Todavía su sombra se pasea por esos atardeceres de glicinas con jardincito al frente.

    Benvenuto Cellini

    El mármol es, sin duda, uno de los más nobles y puros elementos de la Creación. ¿Puede alguien imaginar a Cellini tallando su Perseo en fórmica? Yo creo que en el tumulto del Sinaí a Moisés se le traspapeló el XI mandamiento: “No formicar”.

    Domingo Faustino Sarmiento

    El niño que nunca faltó a clase y el hombre que nunca tuvo clase.

    Francisco Pizarro

    Terminemos de una vez por todas con la bobada de la sed de oro de los conquistadores. La sed de oro basta para conquistar a una viuda millonaria y necesitada; pero no basta para conquistar un imperio y además fundar sobre él otro imperio. Para esto es preciso estar signado, vale decir persignado, por el Dueño de la Creación. Francisco Pizarro no era exactamente de Asís, pero tampoco era de la raza de los Rostchild.


    Franklin Delano Roosevelt

    Cada cual tiene el segundo nombre que se merece.



    Esperanza del milagro

    Inútilmente pido lo que pido,
    Inútilmente quiero lo que quiero:
    No espera mi esperanza lo que espero
    Ni olvida mi memoria lo que olvido.
    Ni pide mi esperanza lo que olvido
    Ni quiere mi memoria lo que espero:
    Inútilmente olvido lo que quiero,
    Inútilmente espero lo que pido.
    Todo es inútil ya. Pido y espero;
    Pido al amor olvido, y el olvido
    Se entrega a la memoria prisionero.
    Quiero sin esperanza, y lo quiero
    Espera eternamente en lo que pido
    El milagro de amor en el que muero.

    Monólogo al amor…

    Este querer quererte por amarte
    y este miedo de amarte sin quererte
    y este querer perderte por ganarte
    y este querer amarte sin perderte.
    Y este ganarte sin saber perderte
    y este perderte sin saber ganarte,
    me dan miedo de amarte por amarte
    cuando quisiera no querer quererte.
    Este miedo de amarte sin ganarte
    y este querer ganarte sin perderte
    me obligan a perderte sin amarte.
    Porque el miedo de amarte y de perderte
    y el miedo de quererte y de ganarte
    es el miedo de amarte hasta la muerte.


    En secreto y al oído

    Tu madre niega que niega
    Y yo que afirmo y afirmo,
    Porque yo sé de quién eres:
    Que eres de ella y que eres mío.
    Ella no quiere que sepas
    Que estando ella conmigo
    Hablamos de ti y nosotros
    En secreto y al oído
    Y que juntos te nombramos
    Por tu nombre y apellido.
    No lo repitas a nadie:
    Yo sé por qué te lo digo.


    Leopoldo Lugones


    Se quitó los anteojos y de un trago
    Empinó la cicuta.
    Con un vago
    Secreto se nos iba, roto el dolor y la cabeza
    Hirsuta
    A medio descansar sobre la mesa.
    Se nos iba la Patria. Los antiguos laureles
    Que él cantara
    Yacían en el cesto de papeles
    Y él moría y moría
    Cara a cara
    Con la derrota que le consumía.
    Los enteros
    Varones,
    Los de la lanza de los entreveros,
    Lagrimeaban entre cuatro velones
    El dolor de que eternamente fuera
    El caballo del comisario
    El que ganara siempre la carrera
    Sin otro comentario.
    El pulso
    Desvaído,
    Se nos iba la Patria. Ya el convulso
    Corazón se nos iba
    Sin voz y sin latido,
    Sin un ¡Muera! Siquiera y sin un ¡Viva!
    Porque ya todo aquello,
    Todo aquello que él era se lo llevó la Muerte,
    Las manos aferradas a su cuello:
    Toda la Patria mustia,
    Fuerte ya, sí, para llorarle fuerte
    Bajo las campanadas de la angustia.
    Ante Usted, don Hipólito, yo me saco el sombrero
    y le llamo señor,
    por eso que tenía de taita y mazorquero,
    y hasta se dijo que era hijo del Dictador.
    Mientras la oligarquía andaba a cuatro patas
    pordioseando una libra y empeñando el laurel,
    Usted iba llenando los atrios de alpargatas
    y enseñando a los hombres a cumplir su papel.
    Usted, don Yrigoyen, de bastón y galera,
    de la media palabra y el silencio sutil,
    era caudillo y prócer y exactamente era
    el Felipe II de la calle Brasil.
    Usted a la Inglaterra supo pararle el carro
    y para no ser neutro se mantuvo neutral,
    a pesar de que estaba bastante espeso el barro
    y nos amenazaban la noche y el puñal.
    Con eso sólo basta, varón de cuerpo entero
    que cultivó el callado sentido del honor:
    por eso en su memoria yo me saco el sombrero
    y le llamo señor.
    Sesenta y cuatro paladas
    De tierra húmeda y fría
    Aguardan junto a mi huesa
    Para venírseme encima.
    Señor el sepulturero
    Que está bebiendo en la esquina,
    Siga bebiendo tranquilo
    Porque no me corre prisa.
    Aquella que usted ya sabe
    No ha llegado todavía.
    Y me prometió traerme
    Un ramo de siemprevivas.

    Última edición por Mefistofeles; 28/08/2010 a las 02:33
    TU REGERE IMPERIO FLUCTUS HISPANE MEMENTO

    El Rincón de Don Rodrigo

  2. #2
    Avatar de Erasmus
    Erasmus está desconectado Socio vitalicio
    Fecha de ingreso
    03 ene, 06
    Ubicación
    Buenos Aires
    Mensajes
    4,206
    Post Thanks / Like

    re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    Una vez le preguntaron si era antisemita y respondió: "oh, no, de ningun manera, en todo caso soy "antisemito" porque con la judías no tengo ningún problema"



    Imperium Hispaniae

    "En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."







  3. #3
    Avatar de Mefistofeles
    Mefistofeles está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    01 oct, 09
    Mensajes
    923
    Post Thanks / Like

    re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    En su estilo se vislumbra un gran sentido del humor, sin duda buque principal de las mentes más brillantes. La ironía bien alimentada puede resultar de una retórica aplastante. Muy del estilo de Leonardo Castellani , Chesterton o , en algunas ocasiones, Juan Manuel de Prada. El caso es que encontrar escritos suyos se me estça haciendo complicado.

    Aquí va otra aportación.

    ROMANCE DEL REY PELAYO.
    Rey Pelayo, Rey Pelayo,
    De la montaña bravía,
    Doctorado gerifalte
    En caza de altanería;

    En que pronto bajaba
    Desde su cueva y volvía
    Tinto de sangre morena
    De sangre de morería:

    Que en la cueva le esperaba
    El Rey Pelayo sabía,
    En plan de exigirle cuentas,
    Señora Santa María.

    Y pendones y turbantes
    Ornados de pedrería
    Y alfanjes damasquinados
    Cada día le traía,

    Le traía todo aquello
    Y la Virgen sonreía:
    Que por algo Ella rezaba
    Apenas él se partía.

    Rey Pelayo, Rey de Asturias,
    De hinojos te pediría:
    Tu que estás en la gloria
    Con mando y capitanía,

    Por deber de raza cuídame
    Cuídame a la niña mía.
    Cuídamela, Rey Pelayo,
    Con toda la angelería.
    TU REGERE IMPERIO FLUCTUS HISPANE MEMENTO

    El Rincón de Don Rodrigo

  4. #4
    Palomero está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    01 mar, 07
    Mensajes
    11
    Post Thanks / Like

    re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    No olvides de buscar su “Manifiesto a las Juventudes de la Falange”.

    Aquí hay un poco del santo varón que fue nuestro querido Ignacio B.:
    CABILDO - Por la Nación contra el caos: Ignacio B. Anzoátegui

    y aquí un breve homenaje:

    CABILDO - Por la Nación contra el caos: Y el poema es su nombre

  5. #5
    Avatar de Donoso
    Donoso está desconectado Technica Impendi Nationi
    Fecha de ingreso
    06 mar, 05
    Ubicación
    Bellatrix Castilla
    Mensajes
    5,186
    Post Thanks / Like

    Re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    No había leído yo esto antes, ¡esos aforismos son realmente divertidos!
    Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.

    Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI


  6. #6
    Avatar de CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN
    CRISTIÁN YÁÑEZ DURÁN está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    24 oct, 06
    Ubicación
    Santiago de la Nueva Extremadura
    Edad
    54
    Mensajes
    668
    Post Thanks / Like

    Re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    El de Roosevelt es de antología.

    Saludos.

  7. #7
    Avatar de Mefistofeles
    Mefistofeles está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    01 oct, 09
    Mensajes
    923
    Post Thanks / Like

    Re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    Por mi parte ya he conseguido entrar en contacto con su editor (que a su vez es amigo íntimo de la familia) y me va a echar una mano con el dossier, así que dudas , sugerencias, ideas, blasfemias e insultos...por privado.

    Muchas gracias por las aportaciones, en cuanto lo tenga preparado se lo enviaré a Donoso (imagino que tardaré un par de meses)
    TU REGERE IMPERIO FLUCTUS HISPANE MEMENTO

    El Rincón de Don Rodrigo

  8. #8
    Avatar de Mefistofeles
    Mefistofeles está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    01 oct, 09
    Mensajes
    923
    Post Thanks / Like

    Re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    Estimado Palomero, muchas gracias por el aporte.

    Cita Iniciado por Palomero Ver mensaje
    No olvides de buscar su “Manifiesto a las Juventudes de la Falange”.

    Aquí hay un poco del santo varón que fue nuestro querido Ignacio B.:
    CABILDO - Por la Nación contra el caos: Ignacio B. Anzoátegui

    y aquí un breve homenaje:

    CABILDO - Por la Nación contra el caos: Y el poema es su nombre
    TU REGERE IMPERIO FLUCTUS HISPANE MEMENTO

    El Rincón de Don Rodrigo

  9. #9
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: Ignacio Braulio Anzoátegui

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Las Casas visto por Anzoátegui


    Con ocasión de un homenaje al escritor argentino Ignacio Braulio Anzoátegui ofrecemos a nuestros lectores un fragmento del autor.
    No interesa que Colón fuera italiano o español o que el descubridor se llamara Colón o se llamara Pinzón, porque, de todas maneras, el descubrimiento de América fué hecho por España. Y para España. No se debió, por cierto, al cacareado genio del navegante supuestamente genovés ("para la esecución de la impresa de las Indias —declara él mismo— no me aprovechó razón ni matemáticas ni mapamundos"), sino a la generosidad española, que obligó a Dios a concederle —por aquello de "nobleza obliga"— la gloria y la responsabilidad del Descubrimiento. Dios tiene una lógica propia que a veces escandaliza a los propietarios de la lógica. Pero no puede negarse que la lógica de Dios es terriblemente lógica. El puede suscitar en el más alto o en el más insignificante de los seres —un español o un genovés judío— la más gloriosa de las empresas para hacerlo servil' como instrumento de sus designios; pero en la economía de cada uno de esos designios está lógicamente implícita la necesidad de que aquel instrumento sirva a un fin divinamente trascendental. Porque es indudable que para Dios —aunque se espanten los liberales de todos los credos— el fin justifica los medios: desde el rayo de luz que derriba a Saulo en el camino de Damasco hasta la oscura sed que mueve a tal o cual conquistador a la conquista áurea. A tal o cual conquistador, he dicho, porque la conquista de América no fué una empresa comercial, aunque en ella hayan intervenido determinados comerciantes indiscutiblemente heroicos, utilizados por Dios para que también ellos sirvieran a la caballeresca aventura. La Conquista debía ser hecha por héroes que abrieran el camino a los santos, aunque tal o cual héroe pensara más en su provecho terrenal que en el provecho celestial. Siempre el medio se cree fin; siempre nos preocupa más nuestro objetivo inmediato que nuestro fin último. Lanzado a la suerte del mar, desembarcado en la suerte de la tierna, el aventurero debía sostener la primera lucha de su campaña, que era la de su yo contra su yo: la del yo que le impulsaba a vencerse contra el yo que le impulsaba a vencer; la del yo que soñaba con el cielo contra el yo que soñaba con El Dorado; la del yo que aspiraba a la eterna juventud de la Gracia contra el yo que aspiraba a la fuente de Juvencia. Y siempre, irremediablemente, en el campo de lo perecedero como en el de lo imperecedero, solicitado y levantado por el mismo viento de sacrificio y de entrega de la propia personalidad; siempre el mismo paisaje de heroísmo que alienta todas nuestras virtudes y todas nuestras iniquidades. Es difícil ser grande; pero mucho más difícil es dejar de serlo. Por eso el conquistador es grande aun cuando es inicuo; pero también le resulta fácil ser inicuo.

    Ello no significa que el conquistador fuera necesariamente inicuo. Significa simplemente que el pequeño panfletista llamado Bartolomé de las Casas no comprendió la grandeza; que si tuvo vocación de proselitista no la tuvo de misionero: porque para ser misionero se requiere poseer ese agudo sentido político y religioso que obliga al hombre a conocer no sólo la materia sobre la cual ha de recaer su apostolado, sino también conocer los instrumentos con los cuales ha de llevarlo a cabo. Las Casas comprendía a los indios, pero no conocía a los conquistadores. Sabía que el indio era un ser física, moral e intelectual- mente inferior al europeo y que por eso mismo era acreedor a un trato compasivo. Pero no comprendía que el europeo era también acreedor a un trato humanitario. Y Bartolomé de las Casas, todo compasión frente al indio, fué todo inhumanidad frente al conquistador. Todo inhumanidad frente a la religión que él había prometido solemnemente servir, y que en aquel momento jugaba en América una de las más audaces ofensivas de su historia y en Europa se defendía de una de las más prestigiosas contraofensivas, como era la de la Reforma Protestante.
    Las Casas, demagogo de los Derechos del Indio, olvida los Derechos del Hombre al perdón. Y por defender los primeros atenta contra los segundos. Es el Calvino hispanoamericano, que de puro protestador parece protestante. Y por protestador sirve al Protestantismo.
    Se había alzado con el cargo de Apóstol de los Indios sin reparar en las consecuencias devsu postura. La vara de la virtud florecía en sus manos, pero era una vara de tendero de la Justicia, hecha para "dar a cada uno lo suyo" siempre que fuera a uno de los suyos. Porque conviene recordar que el Apóstol energuménico era la negación de lo ecuménico, y que para salvar de la supuesta esclavitud a los indios americanos propiciaba la importación a América de esclavos africanos. El libertador se transformaba en negrero; el fraile evangélico en un vulgar maniático del indigenismo.
    Gustavo Gutiérrez
    Mientras, España sufría la consecuencia de su propia grandeza. Recobrada apenas de la tiranía de Mahoma, se lanzó a la lucha contra la tiranía de Lutero que amenazaba a la cristiandad. Y, acechada de turcos y protestantes, se atrevió todavía a intentar la conquista de un continente ignorado: de un continente monstruosamente pesado de sacrificios humanos al que ella iba a servir, en limpio sacrificio, portadora del Evangelio que culminó con el Sacrificio por excelencia.
    Contra esa España escribió y mintió uno de sus hijos, que además era sacerdote del Crucificado: Fray Bartolomé de las Casas, obispo de los indígenas, reportero honorario de los liberales de entonces y patrono de los enemigos de la España misionera. Consciente o ignorante de su responsabilidad histórica —yo no lo sé; Dios lo sabe—, la Casas sirvió con su panfleto a la leyenda negra antiespañola, cuidadosamente organizada por los enemigos protestantes para anular en Europa —y especialmente en Flandes, nudo de la neuralgia religiosa—, la acción de la España anti-protestante.
    Indiscutiblemente, es triste ser traidor; pero ha de ser aun mucho más triste ser traidor sin serlo.

    Desde el limbo de los payasos, el obispo de Chiapas añorará sin duda la oportunidad que tuvo de no ser un payaso. Y la añorará sobre todo sufriendo la compañía de tantos payasones sonoros como en América han nacido de él y han medrado con sus enseñanzas.

    infoCaótica
    ReynoDeGranada dio el Víctor.

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Padre Alberto Ignacio Ezcurra (videos)
    Por FACON en el foro Hispanoamérica
    Respuestas: 4
    Último mensaje: 12/09/2009, 00:15
  2. Ignacio de las casas, jesuita y morisco
    Por Rayan en el foro Biografías
    Respuestas: 2
    Último mensaje: 13/07/2009, 22:11
  3. San Ignacio de Loiola, Patrón de Gipuzkoa
    Por vascongado en el foro Señoríos Vascongados
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 01/08/2006, 23:48
  4. El hombre medieval y el hombre moderno-I.B. Anzoátegui
    Por Ordóñez en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 02/05/2006, 17:47
  5. Acto Homenaje a Juan Ignacio ¡Presente!
    Por CAMPANO en el foro Noticias y Actualidad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 18/12/2005, 18:08

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •