Dios quiera que el Dr. Juan Antonio Widow -a quien tanto debemos-no le queden secuelas de esta innoble y vil agresión, propia de estos babélicos y oscuros tiempos.
Dios quiera que el Dr. Juan Antonio Widow -a quien tanto debemos-no le queden secuelas de esta innoble y vil agresión, propia de estos babélicos y oscuros tiempos.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores