El artículo omite que de hecho sólo un 44.6% de los votos fueron favorables a la anexión, ya que un gran porcentaje de los votos fueron nulos o en blanco. De todas maneras, el resultado es preocupante. Las condiciones que se empiezan a entrever para la entrada de Puerto Rico como nuevo estado de USA de pleno derecho es que la anglinización sea absoluta y brutal. No entiendo como pueden querer cambiar su identidad nacional y las ventajas que tienen como estado libre (aunque asociado) que les permite, por ejemplo, ser ciudadanos estadounidenses pero no pagar impuestos federales al gobierno de Estados Unidos o tener selecciones nacionales y participar en las olimpiadas por una mierda de senador en el Capitolio de Washington. Quizá algún forero puertorriqueño pueda aclararnos el particular.


La isla votó a favor de abandonar su estatus de Estado Libre Asociado para integrarse completamente en EE.UU.


manuel m. cascantemmcascante / corresponsal en méxico


Día 11/11/2012 - 02.17h



abc


Seguidores del Partido Nuevo Progresista, afín a la anexión, durante las elecciones estadounidenses del día 6, en San Juan de Puerto Rico


Desde que Ponce de León metiera en cintura al cacique taíno Agüeybaná, Puerto Rico (Borinquen o Boriquén hasta su descubrimiento en 1493 por Cristóbal Colón, quien la rebautizó como San Juan Bautista) sólo ha sido una nación independiente durante un día, apenas unas horas, y de forma casi testimonial. Fue en la madrugada del 24 de septiembre de 1868, tras el llamado Grito de Lares, cuando se proclamaba la República con Francisco Ramírez Medina como presidente.
La revuelta estuvo organizada, con el apoyo de la vecina Dominicana, por el médico Ramón Emeterio Betances y el abogado Segundo Ruiz Belvis. Ante un millar escaso de insurrectos, el jefe militar del alzamiento, general Manuel Rojas, un terrateniente cafetalero, llamaba a poner fin a la tiranía, la corrupción y las contribuciones exorbitantes a la metrópoli y a abolir la esclavitud. La rebelión sería aplastada por la vía rápida. Puerto Ricopermanecerá bajo impuesto dominio español hasta 1898 y desde entonces, bajo el estadounidense.
El pasado martes los puertorriqueños manifestaban por vez primera, en un referéndum no vinculante, su deseo de convertirse en otro estado de la Unión Americana y superar la condición de Estado Libre Asociado adquirida en 1952.
El 61 por ciento de los votantes opta por la anexión, mientras que un 33 por ciento es partidario de mantener el actual estatus y tan sólo el 5 por ciento apuesta por la independencia. En las anteriores consultas, celebradas en 1967, 1993 y 1998, los boricuas decidieron dejar las cosas como están.
Encrucijada del gobernador electo

Curiosamente, el gobernador electo, Alejandro García Padilla, no apoyó dicha consulta convocada por el aún mandatario, el anexionista Luis Fortuño.
García Padilla se enfrenta ahora a una encrucijada: atender la voluntad de la población o mantenerse fiel al ideario del Partido Popular Democrático de Puerto Rico, favorable al actual modelo que permite a la isla una amplia autonomía, pero deja en manos de Washington la defensa y las relaciones internacionales.
Los isleños no eligen representantes para el Congreso federal (este papel lo desempeña el comisionado residente) y sólo pueden votar en las presidenciales si se encuentran en territorio estadounidense. Sí reciben suculentas ayudas sociales, lo que no impide que su renta per cápita, 23.380 dólares, esté aún muy lejos del estado más pobre de la Unión (Misisipi, con 32.967 dólares por persona y año).
En consonancia con los movimientos independentistas en otras latitudes americanas, las aspiraciones libertarias de Puerto Rico aparecieron de forma muy tímida en 1821. A partir de 1869 la colonia elige a sus propios diputados a Cortes españolas (aunque Ramón Power y Giralt ya representara a la isla en 1810 en las de Cádiz) y en 1897, por Real Decreto y a instancias de Sagasta, consigue la Constitución Autonómica.
En 1898 estalla la guerra entre Estados Unidos y España por los territorios de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, liquidada mediante el Tratado de París por el que España entrega al presidente William McKinley sus últimos restos imperiales.
Elegido por sufragio

En 1917 los puertorriqueños adquieren la ciudadanía estadounidense y treinta años después la nueva potencia ocupante le concede el autogobierno. En 1948 Luis Muñoz Marín se convertirá en el primer gobernador elegido por sufragio.
Otro grito, el de Jayuya, intenta sin éxito en 1950 la emancipación por las bravas de Puerto Rico, que en 1952 se convierte en Estado Libre Asociado cuando el Congreso de Washington aprueba la Constitución puertorriqueña, vigente hasta hoy.




Puerto Rico, ni fuera ni dentro de Estados Unidos - ABC.es