Dile no al municipio 79




Razón de ser
La Estación Naval Roosevelt Roads cerró oficialmente el 31 de marzo de 2004 tras más de seis décadas de operación. Las tierras que ocupó esa instalación militar.fueron usurpadas al pueblo durante la década de 1940, con el contubernio del gobierno central, so pretexto de prevenirnos del riesgo que implicaba la voracidad de Adolfo Hitler y el Nazismo.
Ya el área este de la isla venía usándose por décadas para maniobras navales En el 1938 la Legislatura de Puerto Rico en la Resolución Concurrente del Senado #1 expresaba, tanto al Presidente como al Congreso de los Estados Unidos, su satisfacción por utilizar a Puerto Rico para fortalecer sus líneas de defensa. Esta resolucin fue promovida por el gobierno de la denominada Coalición.
Al igual que la legislatura coalicionista, la legislatura del Partido Popular también ratificó proyectos de cesión de tierras para la marina y el ejército de Estados Unidos. “El Proyecto de la Cámara 500 fue uno de ellos. Este proyecto autorizaba traspasar al gobierno federal las tierras y cuerpos de aguas adyacentes a la costa este y sureste de Puerto Rico, colindando con el Mar Caribe, la Bahía de Ensenada Honda y el Océano Atlántico de los terrenos del gobierno insular hacia el este y el oeste del Río Daguao y hacia el norte y el oeste del Rio Fajardo”. Esta información la provee la investigadora Josefa Santiago en un artículo que escribiera para la Revista Exégesis de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Ese proyecto se convitió en la Ley 54. de 1941. El Artículo 1 de la referida ley dispone taxativamente lo siguiente:
“Disponiéndose que cuando estos terrenos no sean necesarios para la defensa nacional, deberán automáticamente revertir al Pueblo de Puerto Rico”.
Sin embargo, tras el cierre de operaciones esa esa reversión no ha sido automática. Entre las parcelas que fueron transferidas al Departamento de Defensa mediante la Ley 54 están los Islotes “Roloncito” , “La Garza” , “Cabra de Tierra”, manglares y humedales, algunas de cuyas áreas fueron rellenadas y convertidas en tierra firme. Varias porciones reclamadas al mar, convertidas en tierra firme y que hoy tienen un gran valor para Ceiba, el Departamento de Defensa las quiere vender en subasta pública.
Entrelas tierras que el Departamento de Defensa quiere vender en subasta pública están porciones de una finca de alrededor de 1200 cuerdas de terreno que el gobierno de Puerto Rico le transfirió al precio nominal de nueve centavos la cuerda y porciones de otras tierras, con similar cabida, que el gobierno cedió gratuitamente. Todo este atropello va acompañado de la complicidad del propio gobierno de Puerto Rico.
La presencia de la Marina acaparó durante más de 60 años recursos que en manos civiles habrían propiciado un desarrollo balanceado de nuestra región. El efecto desastroso que tuvo la usurpación por parte de la Marina de las tierras en Vieques en la economía de ese municipio, es similar al ocurrido en Ceiba.
Resulta irónico que el destino de Ceiba durante los próximos 60 años quedara sellado a partir del 1 de marzo de 1939 a bordo de un navío militar, el USS Houston, que regresaba de la isla de Culebra tras la participacion de unas maniobras navales denominada “Fleet Problem XX”, y a bordo del cual viajaban el presidente de los Estados Unidos y el Almirante William D. Leahy. Ambos estaban acompañados del sanguinario dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo, un protegido del presidente Roosevelt. El presidente había preparado la ocasión para ofrecerle a Leahy la gobernación de Puerto Rico así como la supervisión de la construcción de la Estación Naval Roosevelt Roads.
Todo un presidente de los Estados Unidos pudo entender el valor de nuestro territorio y hasta quiso divisarlo desde un navío militar con sus propios ojos. Hoy el gobierno de Puerto Rico, a través del Portal del Futuro – una agencia de gobierno que deriva su poder de la Ley 508 de 2004 -- se convierte nuevamente en cómplice del usurpador y se propone:
<> permitir la venta en subasta pública de los terrenos que prácticamente donó en la década del 40
al Departamento de Defensa;
<> establecer en la región un territorio autónomo al margen de las necesidades de los municipios
de Ceiba y Naguabo y
<> operar como si tuviera las atribuciones para establecer planes de ordenamiento territorial para
una región que es parte de los municipios de Ceiba y Naguabo.
¿Qué tiene de especial nuestro pueblo de Ceiba que lo hace objeto de la codicia de otros? La propia selección de nuestro territorio para establecer la base aeronaval norteamericana de mayor tamaño fuera del territorio continental de los Estados Unidos delata inmediatamente la respuesta.
Pudimos operar como sociedad al margen del desarrollo por más de sesenta años en virtud de que otros pudieron dar valor a nuestro territorio como punta de lanza para defender al resto del mundo del peligro de Hitler en una época en que submarinos alemanes merodeaban las aguas del Mar Caribe y amenazaban la estabilidad de la región. El Departamento de Defensa se apoderó de alrededor de la quinta mejor parte del territorio del municipio de Ceiba. La presencia de la Estación Naval Roosevelt Roads representaba una inyección anual de 300 millones de dólares a la economía regional, pero representó a la larga un obstáculo para nuestro desarrollo y condujo al empobrecimiento de nuestro pueblo.
Ahora, con la partida de la Marina de los Estados Unidos, no consentiremos que la región que antes ocupara la Estación Naval Roosevelt Roads se convierta en un distrito especial bajo la tutela del gobierno central. Permitirlo sería consentir la fundación de un nuevo municipio al margen de la ley, de la moral -- y del derecho de un pueblo gozar de sus riquezas -- para plegarse a los caprichos abusivos de un gobierno que no ha sabido defender los derechos humanos en su territorio.

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