Re: Cuba y Puerto Rico
LA OPINIÓN DE RODRIGO, 24 DE FEBRERO DEL 2012
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LA OPINIÓN DE RODRIGO, 24 DE FEBRERO DEL 2012.
Decíamos que la ficticia independencia le ha traído a Cuba más quebraderos de cabezas que momentos edificantes. Como quiera que se le mire, los perjuicios supera con creces los beneficios, que si los habido, o bien han sido pírricos, o bien jactanciosamente insignificantes. La seudo independencia, en fin, ha demostrado ser la peor empresa llevada a cabo en la Isla desde su fundación, a juzgar por los resultados obtenidos. Una nación en quiebra permanente es lo que puede exhibir la Isla en el último siglo.
Sin hacer mucho caso a las abundantes inexactitudes históricas de algunos comentarios, sí sería conveniente precisar el descuido contumaz con que se aplica el concepto de “anexión” en ocasión de abordar la alternativa de una Cuba española. El uso del término anexión en este caso es simplemente incorrecto. Lo es, porque es imposible anexar aquello que participa de una misma naturaleza. Cuba no era un apéndice extracorpóreo de España. Cuba era la misma España, contenida en su sustancia, emanación de su vitalidad, irradiación ontológica de su propia esencia. Fuimos un solo pueblo, un único pueblo forzado a la separación gracias a la conjunción de aciagas circunstancias harto conocidas.
De la misma manera que no cabe hablar de anexión en la unión de las dos Alemanias a principios de los años 90 del pasado siglo, ni cuando Hong Kong se reincorporó a China a finales de esa década, tampoco lo será si Cuba decidiera algún día reunificarse con la patria grande española. El mismo criterio valdría también para ambas Coreas, en el supuesto que quisieran reunificarse en el futuro. Aplicar en estos casos - y en otros más- el término de anexión sería ilegal y deshonesto, puesto que estaríamos politizando desvergonzadamente la refusión de una misma colectividad vinculada por los genes, la sangre, la cultura, la historia, tradiciones y mentalidad.
Seamos consecuentes y tener un mínimo de pudor. Anexión siempre fue un concepto ajeno al autonomismo cubano. Es más, despreciable, por cuanto esa corriente ideológica, mayoritaria en la Cuba decimonónica, era consciente que, de perderse la soberanía española, la Isla iba a quedar sometida al influjo imperial de los EE.UU. Para los autonomistas, de antes y de ahora, la cuestión de la patria siempre estuvo resuelta: España era nuestra nación, indiscutible e indivisible. ¿Qué perseguían la descentralización y aspiraban a un autogobierno? Sí, pero gestionada dentro del contexto español.
Lo curioso es que el término “anexión”, que tanto salpullido provoca en los nacionalistas cubanos, fue el referente más pertinaz de la mambisería de siempre. La inmensa mayoría del separatismo insular nunca ocultó la propensión a procurarse cualquier anexión con tal de darle el tiro de gracia a la patria española a la que pertenecían. Aunque siempre predominó la tendencia anexionista a favor de los EE.UU., el propio José Martí hasta llegó a entrar en contubernio con el dictador mejicano Porfirio Díaz para entregarle la Isla, caso de fracasar en sus devaneos independentistas. Se comprenderá, entonces, por qué de la caricatura republicana de Cuba, por qué estamos tan desarraigados y desorientados, por qué ya no queda vergüenza ni dignidad en la Isla, por que la retórica de la independencia ha devenido ser una estrepitosa farsa.
Nosotros, los autonomistas cubanos contemporáneos, rechazamos de plano todo intento de anexión de Cuba por parte de los EE.UU. Vemos con horror el deterioro masivo de los valores esenciales de nuestro pueblo, el preocupante y desesperado pro-americanismo instalado actualmente en la sociedad, lo cual puede arrastrar al país a una precipitada anexión, incluso sin condiciones. Nuestra misión es concienciar que sólo junto a España recuperaremos todo lo que se ha perdido: nuestras raíces, nuestra cultura, nuestra historia, nuestra identidad; que únicamente reintegrada en España, enriqueciendo su diversidad, volveríamos a palpar, de manera tangible, lo que quiere decir amar de verdad a la Patria.
Comunidad Autónoma de Cuba, España: LA OPINIÓN DE RODRIGO, 24 DE FEBRERO DEL 2012
José Ramón Morales en 2/24/2012 09:59:00 a. m.
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Antonio Aparisi
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