Para que luego digan que los anglosajones no tenían afán de riquezas sino en ir a “hacer productivas tierras estériles”. Resulta que en cuanto se acabó el oro la ciudad gringa quedó abandonada. En México existe también el pueblo de Real de Catorce, fundado en el virreinato y cuya producción minera también se agotó, pero al día de hoy sigue siendo habitado y precisamente esta Semana Santa tuvo celebraciones importantes. Los españoles buscaron crear cosas que perduraran.
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