Hallan en Carolina del Sur el fuerte español de la «primera capital de Estados Unidos»
Santa Elena, fundada en 1566, se adelantó en más de 40 años a los primeros ingleses que se asentaron en Virginia
Manuel Trillo - Corresponsal En Miami
Tras décadas de búsqueda, los arqueólogos han dado en Carolina del Sur con los restos de un antiguo fuerte que los españoles levantaron en el asentamiento de Santa Elena, fundado hace 450 años por el marino asturiano Pedro Menéndez de Avilés y que ahora se reivindica como “la primera capital” de Estados Unidos.
Los intentos de encontrar esta primitiva fortaleza, levantada en 1577, no habían dado fruto hasta que las nuevas tecnologías han permitido localizarla bajo tierra. El hallazgo, obra de un equipo dirigido por Chester DePratter, de la Universidad de Carolina del Sur, y Victor Thompson, de la Universidad de Georgia, se publicará esta semana en Journal of Archaeology Science Reports.
Los restos del llamado fuerte de San Marcos se han encontrado bajo un antiguo campo de golf de unos terrenos militares de los marines en Parris Island, en las cercanías de la pequeña ciudad de Beaufort, en la costa de Carolina del Sur.
Se trata de uno de los cinco fuertes españoles que se construyeron sucesivamente a lo largo de los 21 años de existencia de Santa Elena y fue establecido por Pedro Menéndez Márquez, sobrino de Menéndez de Avilés y en aquel momento gobernador de la Florida.
La región con ese nombre era entonces mucho más extensa que el actual estado norteamericano que conserva ese topónimo y abarcaba buena parte de lo que ahora es el sureste del territorio continental estadounidense.
Santa Elena sale del olvido
El descubrimiento aporta nueva luz sobre este asentamiento español fundado en 1566, al año siguiente de que Menéndez de Avilés expulsara a los franceses y estableciera San Agustín en lo que hoy es el estado de Florida.
En Beaufort se reivindica ahora Santa Elena como la primera capital de la Florida y, por tanto, la primera capital de los europeos en lo que ahora es EE.UU., ya que sostienen que San Agustín era en aquellos primeros momentos solo un puesto militar, aunque después ganara importancia y haya pervivido hasta nuestros días.
En todo caso, Santa Elena se adelantó en más de 40 años al establecimiento en 1607 de los primeros colonos ingleses en Jamestown, en el actual estado de Virginia, y en más de cinco décadas a la llegada a Plymouth (Massachusetts) de los “padres peregrinos” a bordo del legendario “Mayflower” en 1620.
Santa Elena fue prosperando desde su creación en 1566 por Menéndez de Avilés y, según los investigadores, permaneció como capital de la Florida española entre 1571 y 1576. Ese año, tras un ataque de los nativos de la zona, fue abandonada durante un año. En octubre de 1577, su sobrino Menéndez Marquez regresó con dos barcos, llevando consigo tablas y postes de madera ya prefabricados para erigir el fuerte para prevenir nuevos ataques y en tan solo seis días ya lo tenía terminado.
Se trataba de una construcción de madera con un edificio central que contenía las despensas y los barracones y una gran plataforma triangular en un extremo para los once cañones que lo defendían, el mayor de ellos de más de más de 2,4 toneladas.
Después de cinco años, los postes que rodeaban el fuerte se desgastaron y se construyó otro, también llamado San Marcos, en la orilla cercana, donde permaneció hasta 1587, cuando los españoles abandonaron definitivamente Santa Elena para concentrar sus recursos en San Agustín.
Tecnología para desenterrar el pasado español
“He estado buscando San Marcos desde 1993 y las nuevas técnicas y tecnologías han permitido una nueva búsqueda”, ha asegurado Chester DePratter, que ha dirigido la investigación a través del Instituto de Arqueología y Antropología en el College of Arts and Sciences, de Carolina de Sur.
En este sentido, sin necesidad de excavar, se han empleado sistemas de radar, resistividad del terreno y magnetómetros para enviar corrientes eléctricas que penetraran la superficie y medir las diferencias en los campos magnéticos, y así encontrar el viejo fuerte y trazar un mapa de Santa Elena y sus edficios, desde la iglesia a las tabernas y granjas.
“Pedro Menéndez no nos dejó un mapa de Santa Elena, así que la detección remota nos está permitiendo crear un plano de la ciudad que será importante para interpretar lo que pasó aquí hace 450 años y para planificar futuras investigaciones”, señala DePratter. A su juicio, ésta es la ciudad del siglo XVI mejor conservada del país, en parte por haber estado bajo un campo de golf militar sobre el que nunca se han construido nuevas estructuras.
Según explica por su parte Victor Thompson, “Santa Elena está proporcionando una vez más una visión sin precedentes del panorama en el siglo XVI”. Este yacimiento, asegura, es uno de los mejores en los que nunca ha trabajado para utilizar este tipo de técnicas de detección remota.
“Este trabajo nos permitirá contar la historia de la tierra que llegaría a convertirse en los Estados Unidos”, señala Thompson. En este sentido, asegura que “Santa Elena es una parte importante de esta historia que aporta conocimiento sobre cómo las potencias coloniales europeas pugnaban por el control de este rincón del Nuevo Mundo”.
Un centro histórico
El descubrimiento del fuerte de San Marcos ha estado apoyado por la Fundación Santa Elena, una institución creada en Beaufort para rescatar del olvido el pasado español en esta parte de EE.UU. En abril de este año, con motivo del 450 aniversario de Santa Elena, inauguró un centro histórico en el que repasa la historia de este asentamiento y su papel en la Norteamérica del siglo XVI.
El presidente de la fundación, Andy Beall, ha felicitado a los investigadores en nombre de sus voluntarios, miembros del Consejo y personal. En una declaración pública emitida este martes, ha afirmado: “Días como hoy son la razón por la que creamos la fundación que busca desvelar esta importante historia”.
Hallan en Carolina del Sur el fuerte español de la «primera capital de Estados Unidos»
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