¿Qué hace un cuadro de la Virgen de los Reyes en Perú?

El protagonismo de Sevilla en la evangelización del Nuevo Mundo explica la presencia en tierras americanas de un importante patrimonio pictórico dedicado a la Patrona



Cuadro original que cuelga de las paredes del Tribunal Constitucional de Perú, en Lima, cuya reproducción ha servido para confeccionar el cartel del Día de la Virgen de 2020. El lienzo fue pintado en 1662 por Bernabé de Ayala, discípulo de Zurbarán.

Por JOSÉ GÓMEZ PALAS
Actualizado:09/08/2020 00:02h



¿Y qué hace un cuadro de la Patrona de Sevilla colgado de un despacho o de una sala delTribunal Constitucional de Perú? Es la pregunta que asalta a muchos sevillanos desde que el Consejo de Cofradías descubrió hace unos días el cartel que este año anuncia la celebración del Día de la Virgen de los Reyes.

Recuperando la tradición de dar a conocer pinturas históricas de la Patrona de Sevilla desconocidas para el gran público, la institución cofradiera ha elegido este año para confeccionar el cartel un lienzo que se conserva nada menos que en en Lima, la capital peruana. La obra en cuestión reproduce un óleo sobre lienzo que, hasta este momento, constituye la única obra autógrafa conservada del pintor Bernabé de Ayala, firmada y fechada en el año 1662. Ubicado en uno de los principales edificios históricos de la capital del antiguo virreinato sudamericano, curiosamente conocido como la Casa de Pilatos, a semejanza del palacio sevillano, el cuadro original (que se reproduce en esta página) muestra unas generosas proporciones de 240 cm de altura por 176 cm de ancho. La imagen de la Santísima Virgen de los Reyes aparece entronizada dentro de su tabernáculo de plata gótico, encajado en el cuerpo principal del retablo barroco que preside la Capilla Real, representado con ambición realista.

En realidad, esta pintura de Bernabé de Ayala, un discípulo de Zurbarán nacido en Jerez de la Frontera, constituye sólo un «botón de muestra» del amplio patrimonio pictórico disperso por tierras americanas que tiene como protagonista a la Patrona de Sevilla, según explica el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y vicepresidente del Consejo de Cofradías, José Roda Peña. «Se conserva un amplio número de lienzos y pinturas sobre tabla y cobre, donde por lo general se representa a la Virgen de los Reyes tal como recibe culto en su altar de la Capilla Real. Un género que suele denominarse como «trampantojo a lo divino».
Asegura Roda Peña que «la de la Virgen de los Reyes es una devoción extendida en América y en las Islas Canarias», una circunstancia que tiene su explicación en el indudable protagonismo que ejerció Sevilla en el proyecto de evangelización del Nuevo Mundo. «Es a raíz de la evangelización de América cuando la devoción a la Patrona de Sevilla se exporta al nuevo continente a través del Océano Atlántico y se asienta en todos los virreinatos americanos. Con especial fuerza en el del Perú, que se extendía prácticamente por toda Sudamérica, excepto Venezuela y Panamá; en el de Nueva España, con capital en ciudad de México y con una amplísima jurisdicción que se extendía por los territorios de España en América del Norte, América Central, Asia y Oceanía ; y en el de Nueva Granada, que comprendió buena parte de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela. En todas estas tierras comenzaron a fundarse capillas y altares dedicados a la Virgen de los Reyes, y a consagrarse misas en su honor en catedrales, colegiatas, parroquias y conventos que se fundaron por diferentes órdenes religiosas».


Fachada de la denominada Casa de Pilatos, en Lima, edificio colonial que alberga el Tribunal Constitucional peruano

«Sevilla –prosigue Roda Peña– fue también cuna de la evangelización. Muchos de los virreyes y religiosos que estuvieron al frente de aquellas catedrales y primeras colegiatas fundadas en el Nuevo Mundo eran de procedencia sevillana y es normal que se llevaran consigo sus principales devociones». En este sentido, el vicepresidente del Consejo matiza que «las dos grandes devociones marianas que desde Sevilla se exportaron a América son la de los Reyes y la de la Antigua, más incluso la Virgen de la Antigua, que tenía mayor peso devocional que la de los Reyes, vinculada sobre todo a las oraciones que antes de emprender sus viajes realizaban los almirantes y los capitanes de navíos. Por aquello de presidir la Capilla Real, la de la Virgen de los Reyes era una devoción que estaba más vinculada a la Corona», matiza el profesor.

De la propagación americanista de la Virgen de los Reyes da fe incluso el empleo de su título devocional para bautizar algunas de las embarcaciones que surcaron el Atlántico. «Diversos registros documentales del Archivo General de Indias acreditan las muchas idas y venidas de barcos con el nombre de «Nuestra Señora de los Reyes y el Santo Rey», hacia América antes de la segunda mitad del siglo XVII», según ha llegado a documentar el historiador Julio Mayo. «En el transcurso del siglo XVIII persistió el empleo de su título devocional en la denominación de más embarcaciones. Dejó de aparecer acompañado del de San Fernando y pasó a hacerlo junto a los de San Sebastián o San Antonio. Entre las naves que participaron en la ruta de las especierías, del «Galeón de Manila», he hallado también algunas intituladas Virgen de los Reyes. Hasta una poderosa compañía de seguros recibía, en 1771, el nombre de «Compañía Española de Seguros buxo (sic) la protección de la Virgen María N. Señora con el título de los Reyes», atestigua este historiador.

El caudal de fervor que recibió la Virgen de los Reyes en el Nuevo Mundo fue diluyéndose con el paso de los años, pero aún hoy es posible hallar vestigios de su devoción transoceánica en rincones tan insólitos como el edificio que alberga el Tribunal Constitucional de Perú en su capital limeña.



https://sevilla.abc.es/pasionensevil...596924147.html