Cosas que han dicho sobre los españoles y la Hispanidad (II)
Theodore Roosvelt (Nueva York 1858-1919), vigésimo sexto presidente de los EEUU: Discurso en defensa del catolicismo y de España pronunciado en Baltimore en 1912. «Los españoles, con la transmisión de su sangre, de su vida y de su fe, implantaron en nuestro suelo una civilización muy distinta a la de otros pueblos conquistadores. Mas humanitaria que la que mata y esclaviza razas, como hicieron los franceses, los ingleses y nosotros mismos con los indios en Norteamérica».
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Charles Fletcher Lummis (Lynn, Massachussets 1859-Los Ángeles 1928), periodista, historiador y activista a favor de los indios estadounidenses. Fundador del Southwest Museum en 1914 en la ciudad de los Ángeles.
Libro: The Spanish pioneers, Los exploradores españoles del siglo XVI, 1920: «El honor de dar América al mundo le cupo a España; el crédito no solo del descubrimiento, sino de siglos de trabajo pionero tal que ninguna otra nación en ningún otro país se le puede equiparar. Prácticamente una sola nación tuvo la gloria de descubrir y explorar América, de cambiar las ideas del mundo sobre la geografía y de llevar por sí sola el conocimiento y el comercio durante un siglo y medio. Y esa nación es España».
Los Ángeles, 1916: ”Porque creo que todo joven norteamericano ama la justicia y admira el heroísmo tanto como yo, me he decidido a escribir este libro. La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados. Su historia no tiene paralelo y sin embargo nuestros libros de texto no han reconocido la verdad, si bien ahora ya no se atreven a discutirla. […] En este país de hombres libres y valientes, el prejuicio de raza, la más supina de todas las ignorancias humanas, debe desaparecer. […] Los hechos que levanta a la humanidad no provienen de una sola raza. […] Amamos la valentía, y la exploración de las Américas por los españoles fue la más grande, la más larga y la más maravillosa serie de valientes proezas que registra la historia. En mi juventud no le era posible a un muchacho anglosajón aprender esa verdad y aún hoy es sumamente difícil, dado que sea posible. Convencido de que es inútil la tarea de buscar, en uno o en todos los libros de texto ingleses, un relato exacto de los héroes españoles del Nuevo Mundo, me propuse que ningún otro joven americano amante del heroísmo y la justicia tuviese necesidad de andar a tientas en la oscuridad como a mí me ha sucedido […]”.
«No solo fueron los españoles los primeros conquistadores del Nuevo Mundo, sino también sus primeros civilizadores. Ellos construyeron las primeras ciudades, las primeras iglesias, escuelas y Universidades, montaron las primeras imprentas y publicaron los primeros libros; escribieron los primeros diccionarios, historias y geografías, y trajeron los primeros profesores y misioneros. Una de las cosas mas asombrosas de los españoles es el espíritu humanitario y progresivo que desde el principio hasta el fin caracterizó sus instituciones».
«Algunas historias han pintado a esta heroica nación como cruel para los indios; pero la verdad es que la conducta de España en este particular a nosotros debería avergonzarnos. La legislación española referente a los indios de todas partes, era incomparablemente mas extensa, comprensiva, sistemática y humanitaria que la de la Gran Bretaña, la de las Colonias y la de Estados Unidos juntas».
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Edward Gaylord Bourne (Nueva York 1860-1908), profesor de Historia y escritor en la Universidad de Yale:
Libro: Spain in America (1450-1580). New York.-Hasper&brothrs publihers.- 1904.
«El proceder de España en América, ofrece uno de los más señalados ejemplos de transmisión de la cultura por el dominio soberano, preferible al ejercido en particular por grupos de emigrantes atenidos al impulso propio, como ocurrió á los ingleses que arribaron a los Estados Unidos».
«Cada misión era una escuela de religión, de artes, de industria, de lenguas, así como de lectura y escritura para los indígenas, á quienes se enseñaban todos los oficios usados en España».
“España emprendió la enorme, sino imposible tarea de llevar a toda una raza de millones de personas a la esfera del pensamiento, la vida y la religión europea”.
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Herbert Eugene Bolton (Wisconsin 1870-Berkeley 1953), historiador y profesor en la Universidades de Berkeley y Wisconsin-Milwaukee:
Libro: The Colonization of North America. 1492-1783. New York. Mac Millan Company 1920.
«Se debe admitir que el éxito de España permanece como una fuerza que hizo posible la preservación de los indios, en oposición a su destrucción que fue tan característica de la frontera angloamericana».
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Lesley Byrd Simpson (Misouri 1891-Berkeley 1984), historiador y profesor universitario:
Libros: a) Many Mexicos, University California Berkeley 1941, 1946, 1957, 1960, 1967 (spanish: Mexicoo/Madrid 1977)
b) The Encomienda in New Spain. The Beginning of Spanish Mexico, The University of California Press, 1950. Primera edición 1929.
a) «Considero que la capacidad media de los virreyes de Nueva España era tanta, que ningún país, a mi juicio, fue más afortunado con sus gobernantes. Nueva España tuvo muchas cosas en su contra… pero disfrutó una larga vida (¡300 años!) de relativa paz, estabilidad y prosperidad, en marcado contraste con las pendencieras naciones de Europa. Algunos de los hombres que hicieron esto posible merecen ser conocidos».
b) «El odio provocado por los aztecas entre sus estados vasallos es lo que hizo posible la conquista de un imperio por un simple puñado de españoles».
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Arthur Scott Aiton (California 1894-1955), profesor de Historia en la Universidad de Michigan:
Libro: Antonio de Mendoza, First Viceroy of New Spain. Duke University Press, 1927: “A los americanos se les ha dado una visión falsa e incompleta de la conquista y colonización española de América. El primer siglo del esfuerzo español en América presenció los más extraordinarios hechos de exploración y conquista en el continente americano que, con toda probabilidad, pueda ser recordado en cualquier otro período de la Historia”
“Los lectores quedan satisfechos con la vieja fábula de que los españoles, atraídos por el oro, sólo exploraron y conquistaron pero no fundaron, e ignoran la igualmente espectacular historia del trasplante de la cultura europea a América. En ese siglo (XVI) España poseía una civilización igual o superior a la de cualquier otra potencia europea”.
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John Tate Lanning (Carolina del Norte 1902-1976), profesor de Historia en la Universidad de Duke:
Libro: Academia Culture in the Spanish colonies. N. Y. y Londres Oxford University Press, 1940. Roland Denis Hussei, H.A.H.R.
«El intercambio de ideas y el comercio de libros era constante entre Europa y la América hispana, y la vida universitaria allí no era diferente de la que existía en el viejo continente. Hasta hace una generación la teoría de que todo producto intelectual europeo fue excluido de América por un celoso monarca y la Inquisición, se aceptó sin discusión. Pero ahora, ningún investigador de prestigio se pronunciaría sobre la abundancia de libros que existían en América basados exclusivamente en la apreciable «Recopilación de Indias» o en el «Índice de Libros Prohibidos». La llegada de la Ilustración europea a Hispanoamérica nunca fue tan obstaculizada como se deduce de los reglamentos y catálogos … Una grandiosa y tenaz injusticia, que brota de las tradiciones y emociones de los primeros historiadores nacionales (Hispanoamérica) es la arrasadora condenación de la cultura colonial española, calificada como tres siglos de teocracia, obscurantismo y barbarie».
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Ronal Syme (Nueva Zelanda 1903-Oxford (U.K) 1989, historiador y profesor universitario en la Universidad de Oxford:
Libro: Colonial Elites. Rome, Spain and the Americas. Universidad de Oxford. Londres 1958.
«A pesar de las desventajas geográficas y de las distancias, España fue capaz de mantener sus extensos dominios durante tres siglos, y les dio el sello indeleble de su lenguaje, pensamiento e instituciones. Esa hazaña merece más honor del que comúnmente se le ha otorgado, y una profunda investigación».
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Lewis U. Hanke (Oregón 1905-Massachussets 1993), profesor de Historia de las Universidad de Harvard, Columbia y Texas.
Libro : The Struggle for Justice in the Spanish Conquest of America, La lucha española por la justicia en la Conquista de América, 1949:
«El presente libro se propone demostrar que la conquista de América por los españoles no fue sólo una extraordinaria hazaña militar en la que un puñado de conquistadores sometió todo un continente en un plazo sorprendentemente corto de tiempo, sino, a la vez, uno de los mayores intentos que el mundo haya visto de hacer prevalecer la justicia y las normas cristianas en una época brutal y sanguinaria».
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Sverker Arnoldsson (Sundsvall, Suecia 1908-Gotemburgo 1959), investigador e historiador:
Libro: La Leyenda Negra. Estudio sobre sus orígenes, 1960: “La Leyenda Negra en verdad, fue durante dos siglos una de las alucinaciones colectivas más significativas del Occidente y precisamente por esto la más afanosamente divulgada y asimilada por todos». «Sus orígenes se situaron en las tensiones por el dominio del Mediterráneo entre la corona de Aragón y las ciudades-estado italianas». También realiza un estudio de las fuentes alemanas más antiguas. De esta forma, «cuando se llega al combate ideológico contra el imperio de la monarquía hispánica, sus enemigos utilizarán preferentemente estas fuentes en su particular combate en el terreno de las mentalidades».
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Philip Wayne Powell (California 1913-Santa Bárbara 1987), historiador, escritor y profesor en las Universidades de Berkeley, Pensilvania y Northwestern.
Libro: Tree of Hate, El árbol del odio, 1972: «No existe nada en toda la historia española que pruebe que los españoles de entonces o de ahora puedan clasificarse como más crueles, mas ambiciosos o mas corrompidos que otros pueblos. No creo en la existencia de ningún intelectual respetable que, libre de prejuicios raciales y religiosos, pueda contradecir esta afirmación.
«Del estudio de la Europa contemporánea (siglo XVI), se desprende claramente el patrón universal de crueldad, intolerancia e inhumanidad que caracterizaba la vida social, religiosa y económica del continente. El humanismo era por aquel entonces un simple concepto de relaciones humanas aun en estado latente y sin desarrollar, siendo por el contrario universal el desprecio de los derechos inherentes al individuo. Para un conquistador, el comportarse de forma compasiva hacia el conquistado, se consideraba generalmente todavía, como un signo de debilidad».
«Raramente se considera la posibilidad de que los españoles emprendieran la ruta a América por un simple deseo de mejorar fortuna, o que pudieran ir animados de sincero celo religioso o un mero anhelo de establecer hogares y colonizar, o que se interesaran en comenzar la industria ganadera, comercial, agrícola o que ejecutaran cualquier forma de servicio a la Corona. Es lógico y evidente el hecho de que la mayoría de los que emigraron lo hicieron guiados por motivos de similar naturaleza y diversidad».
«En contraste con su contrapartida inglesa, la Corona española no escatimó refuerzo alguno para evitar que los criminales y otros elementos socialmente indeseables emigraran a América. Los españoles, al revés de muchos ingleses, no sintieron la necesidad de ir a América para escaparse de persecuciones religiosas o de otra especie».
«La conquista española de América fue mas un logro de diplomacia que de guerra. Tuvo que ser así puesto que las fuerzas de exploración e invasión fueron tan pequeñas que, de otro modo, no hubieran podido sobrevivir y conquistar. Comparados con la perspicaz diplomacia española, las armas de fuego, los caballos y las espadas de acero fueron, a menudo, de menos eficacia».
«El interés español por las riquezas del nuevo mundo parece del todo lógico, enteramente normal y nada singular. Por contraste con el orgullo, eficaz rendimiento e interés con que ingleses, franceses, holandeses, judíos, alemanes, anglo o italo-americanos buscan la riqueza material, el español aparece generalmente menos preocupado con tales metas, e incluso desdeñoso de ellas. Tiene y tuvo mayor inclinación por alcanzar otros objetivos, arriesgando su vida y sus bienes al azar de una carta o de un conflicto bélico, ajustándose a la riqueza y a la pobreza (perennemente esta última), con una ecuanimidad que sorprende a la mayoría de los extranjeros».
«El hecho de que España gobernase seriamente y con hondo sentido de la responsabilidad una gigantesca parte del Nuevo Mundo durante unos tres siglos, de ordinario se pasa por alto en nuestros libros de texto. Y en la literatura popular».
«Las normas de legalidad y aplicación de las leyes estuvieron vigentes como en otras sociedades civilizadas. En general, la Corona no intentó imponer en América algo extraño o inferior a lo que regía en la península. Los impuestos, ordenanzas municipales, estatutos universitarios, legislación criminal y civil, justicia, fomento de las artes, sociedades benéficas, prácticas comerciales, etc, eran, mutatis mutandis, muy semejantes al uso español y a las normas de los estados europeos. En prácticas gubernamentales y privadas concernientes al bienestar público, hay abundante prueba de que las acciones de los españoles demostraron una consideración muy avanzada para su época».
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John F. Kennedy (Massachusetts 1917-Dallas 1963), 35º presidente del EEUU:
Seminario Internacional de Archivos: Discurso de recepción en la Casa Blanca 24 de diciembre de 1961: «Siempre he pensado que una de las grandes necesidades de los americanos de este país en su conocimiento del pasado, ha sido su desconocimiento de la influencia española, su exploración y desarrollo a lo largo del siglo XVI en el suroeste de los EEUU, lo cual constituye una historia tremenda. Desafortunadamente también, los americanos piensan que América fue descubierta en 1620 cuando los peregrinos llegaron a mi propio estado y olvidan la tremenda aventura del siglo XVI y principios del XVII en el Sur y Suroeste de los EEUU».
https://somatemps.me/2022/03/19/cosa...hispanidad-ii/
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