La primera republica venezolana (1810/12) fracasó, entre otras cosas, porque los mantuanos, criollos ricos que iniciaron el proceso de independencia, iniciaron dicho movimiento independentista a espaldas de las clases bajas trabajadoras (pardos, negros…). Evidentemente estas castas, que ocupaban la base social de la Capitanía General de Venezuela, preferían depender de la Metrópoli (España) que de estos señoritingos bien que no prometían nada bueno.
También recordemos a Boves, asturiano de nacimiento, lucho al mando de sus llaneros (vaqueros) en el bando realista. Estos llaneros en su inmensa mayoría eran mestizos, o sea, clase baja.
En cuanto al final de esa primera república decir que también influyó en su desbaratamiento el factor psicológico. En 1812 se produjo un terremoto en Caracas que destruyó casi la cuidad, este hecho fue tomado por el pueblo como un castigo de Dios por revelarse al poder de la Monarquía de España.
De ahí las famosas palabras de Bolívar, que dicen pronunció al pie de las ruinas de Caracas: “si la naturaleza se niega a nuestros propósitos, lucharemos contra ella y la venceremos” (sic).
Estas palabras son interpretadas por muchos como un desafió lanzado a Dios, cosa que no resulta de extrañar saliendo de la boca de un masonazo desorejado.
En cuanto a lo que cuenta ese video, que los Canarios tomaron partido por la causa de la independencia… pues no sé. De todas formas habría de todo digo yo, también hubo españoles peninsulares que apoyaron a los independentistas.
En el famoso decreto firmado por Bolívar, el llamado “Guerra a Muerte” se amenaza a “Españoles y Canarios”, diferenciando peninsulares de isleños (seguro que tal cosa hará las delicias de nacionalistas canarios en nuestros días). Aquí reproduzco dicho decreto:
SIMÓN BOLÍVAR,
Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejercito del Norte,
Libertador de Venezuela
A sus conciudadanos
Venezolanos: Un ejército de hermanos, enviado por el soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido a libertaros, y ya lo tenéis en medio de vosotros, después de haber expulsado a los opresores de las provincias de Mérida y Trujillo.
Nosotros somos enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos, y a restablecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas, están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y magistrados, gozando plenamente de su libertad e independencia; porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre, que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes, ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizarnos.
Tocado de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña, y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes; que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes; y, en fin, han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela a la más espantosa desolación. Así pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia, y mostrar a las naciones del universo, que no se ofende impunemente a los hijos de América.
A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, abrirles por la ultima vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir pacíficamente entre nosotros, si detestando sus crímenes, y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de España, y al restablecimiento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo, y castigado como traidor a la patria y, por consecuencia, será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra, y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela, y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado, serán reputados y tratados como americanos.
Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables, y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de nuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta a los mismos traidores que más recientemente hayan cometido actos de felonía; y será tan religiosamente cumplida, que ninguna razón, causa, o pretexto será suficiente para obligarnos a quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis pare excitar nuestra animadversión.
Españoles y Canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.
Cuartel General de Trujillo, 15 de junio de 1813.—
Simón Bolívar
http://www.analitica.com/bitblioteca/bolivar/decreto.asp
Por cierto, estas últimas líneas fueron resucitadas recientemente por los chavistas en Venezuela, cuando la secretaria de exteriores norteamericana y el señor Moratinos condenaron el cierre de la emisora de televisión venezolana Radios Caracas TV (RCTV), realizada por Chávez. Luego hablan de conductas xenófobas.
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