Experiencia insólita en Nueva York

Les pagan a los alumnos por sus buenas notas

La ciudad ya otorgó 500.000 dólares a los estudiantes


NUEVA YORK.– Los chicos de cuarto grado se agitaban. Inquietos, en sus bancos, esperando los premios. En pocos minutos se enterarían de cuánto dinero habían ganado por el puntaje obtenido en los exámenes de lectura y de matemática. Algunos recibirían casi 50 dólares por sobresalir en las pruebas, una pequeña fortuna para muchos en esta escuela, la N° 188 del Lower East Side, de Manhattan.

Cuando se entregaron las recompensas, Jazmin Roman se mostró ansiosa por celebrar los 39,72 dólares que le correspondieron. Le preguntó a su amiga Abigail Ortega: “¿Cuánto ganaste?” Abigail le respondió con voz apagada: 36,78 dólares. Edgard Berlanga agitó un puño en el aire para celebrar sus 34,50.

Los niños no advertían que su maestra, Ruth Lopez, también recibiría recompensa económica por los logros de sus alumnos. Si los estudiantes mostraban un progreso importante en los exámenes estatales durante el año lectivo, cada maestro podía recibir una bonificación de hasta 3000 dólares. Los distritos escolares de todo el país adoptaron la idea de que una clave para mejorar las escuelas es pagar por el buen desempeño, ya sea por medio de bonificaciones para los docentes y directores o por medio de recompensas tales como premios en efectivo para los estudiantes.

La ciudad de Nueva York, que tiene el sistema más grande de escuelas públicas del país, está a la vanguardia de este movimiento, con más de 200 escuelas que participan de la experiencia de los incentivos. En más de una docena de escuelas, los estudiantes, los maestros y los directores pueden recibir dinero extra a partir del desempeño de los estudiantes en las pruebas estandarizadas.

Cada escuela se ha convertido en una prueba para medir si, como plantea el alcalde Michael R. Bloomberg, las recompensas pueden lograr una mejora radical en la educación.

Hasta el momento, la ciudad ha entregado más de 500.000 dólares a 5237 estudiantes de 58 escuelas como recompensas por haber rendido varias de las 10 pruebas estandarizadas programadas para este año escolar.

"No digo que esto vaya a arreglar todo", dijo Roland G. Fryer, el economista de Harvard que ideó el programa de incentivo estudiantil, "pero sí digo que vale la pena intentarlo. Debemos tratar de encender la chispa".

A nivel nacional, los distritos escolares han experimentado con diversos enfoques. Algunos dan a los estudiantes cupones o vales de regalo, comidas en McDonald s o pizzas para toda la clase.

Fondos privados

Los que critican esta iniciativa dicen que los chicos deberían aprender solamente por amor al conocimiento, no para ganar dinero, y cuestionan que estos premios sirvan para mejorar el desempeño escolar.

Previendo esta argumentación, la ciudad de Nueva York tomó el recaudo de iniciar el programa con donaciones privadas, no con dinero de los contribuyentes, evitando la controversia suscitada en Baltimore, donde se emplean fondos públicos.

Algunos directores no tuvieron dudas en participar. Virginia Connelly, directora de la escuela secundaria N° 123 de Soundview, en el Bronx, experimentó varios años con incentivos a la buena conducta, asistencia y buenas notas con dinero de fantasía, que puede gastarse en la tienda estudiantil. "Competimos con las calles", dijo Connelly. "Los chicos pueden salir a la calle y ganar ilegalmente 50 dólares en un día. Tenemos que hacer algo para competir con eso."

Barbara Slatin, directora de la escuela N° 188, se mostró inicialmente escéptica ante la posibilidad de pagar a los estudiantes por obtener buenos puntajes. "No quería relacionar la idea del dinero con el éxito académico", explicó. Pero después de una conferencia del académico Fryer, Slatin quedó convencida. "Decimos que haríamos cualquier cosa que haga falta, y ésta es una de ellas, y voy a intentarla", dijo.

En 1996, su escuela fue considerada deficiente por el Departamento de Educación Estatal, pero mejoró notablemente en el curso de la última década. En otoño recibió la evaluación más alta en el informe de la ciudad. No obstante, menos del 60% de los estudiantes aprobó el examen estatal de matemática el año pasado, y menos del 40%, el de lectura.

Los maestros dicen que este año advirtieron una mejor actitud de los estudiantes, y lo atribuyeron al programa de incentivo. "Mi maestra me dijo que estudiara más, así que lo hago", dijo Jazmin, que ya rindió ocho exámenes en el año escolar.

Los chicos hablaban con alegría de lo que harían con el dinero. Varios dijeron que estaban ahorrando para comprarse videojuegos. Abigail dijo que lo usaría para pagar "un auto, una casa y la universidad", sin saber que los casi 100 dólares que había ganado en la escuela no le alcanzarían para tanto. Otra niña dijo que usaría el dinero para comprar espaguetis.

Debate docente

Para los maestros, las bonificaciones suscitaron también controversias. El sindicato insistió en que se repartieran entre todos los docentes. Casi el 90% de los 200 colegios aceptaron la oferta después de una votación en cada escuela.

"Es mejor que un bofetón", dijo López, quien ha enseñado en la escuela N° 188 durante más de una década. "No hacemos esto por dinero, y la mayoría de nosotros tampoco abandonamos este trabajo por plata."

Los maestros más nuevos se mostraron más positivos y estimaron que la bonificación era una poco frecuente oportunidad de ser recompensados.

"Todo el tiempo les digo a mis alumnos que puedo quedarme sentada en el fondo del aula y entregarles hojas de ejercicio y me pagarían la misma cantidad de dinero que si estoy al frente de la clase trabajando con toda energía", dijo Christina Varghese, profesora de matemática de la escuela N° 123 desde hace diez años.

Por Jennifer Medina
The New York Times
Traducción: Mirta Rosenberg.

Frustrada experiencia en La Pampa


  • La experiencia de ofrecer estímulos económicos a los alumnos que se destaquen por sus notas fue puesta en marcha hace tres años, sin éxito, por el gobernador de La Pampa, Carlos Verna. Pocos días antes de que comenzaran las clases, en marzo de 2005, anunció la entrega de $ 500 a los mejores alumnos de cada grado, pero la iniciativa suscitó un amplio rechazo entre pedagogos, maestros y padres. El gobernador estaba dispuesto a destinar $ 1,5 millones por año, pero meses después dio marcha atrás y anunció que con ese dinero se iba a comprar material bibliográfico y equipos deportivos para las escuelas.

http://www.lanacion.com.ar/cultura/n...nota_id=993431