Argentina; acuerdo con el FMI
CENTRO DE ESTUDIOS EVOLIANOS
"ME LLEVO MUY BIEN CON LOS PERONISTAS"
(del presidente Bush en su reciente felicitación a su par argentino Néstor Kirchner en ocasión de haber ‘acordado’ con el FMI).
Los medios de prensa no se han cansado, a través de una prédica rimbombante, de pintarnos a un presidente Kirchner exitoso, de mucho carácter y con grandes capacidades de negociación, que habría prácticamente puesto de rodillas a los banqueros del FMI imponiéndoles condiciones que en cambio no se aceptaron con otros países deudores como el nuestro, y suscitando incluso la envidia y bronca de éstos por no haber podido lograr sus mismos resultados. Ello a pesar de que en esta ridícula perorata se soslaya el hecho de que todo lo que se logró fue tan sólo la refinanciación de la deuda (no el no pago, no la investigación acerca de su dudosa legitimidad, sino simplemente la mera postergación de compromisos imposibles de ser satisfechos en la práctica).
Sin embargo a muchos de estos enceguecidos entusiastas parece haberlos confundido el hecho de > que el presidente Bush, a pesar de este tan mentado "patriotismo" y "agallas" del presidente argentino, haya salido a felicitarlo justamente por tal motivo. Y esto ha creado en algunos no menos de una > perplejidad. ¿No era que Norteamérica es la potencia que se encuentra detrás de las decisiones del FMI, siendo su principal accionista? ¿Cómo puede ser, si es cierto que Kirchner ha logrado doblegar a tal organismo, que reciba también el caluroso aval de la nación que lo sostiene e inspira? Además, no solamente tuvimos una felicitación calurosa, sino una serie de frases que deben haber generado aun más confusiones. Cuando Bush manifiesta que "se entiende muy bien con los peronistas" enseguida surgen una serie de interrogantes complementarios. ¿No era que a USA le agradaban las famosas "relaciones carnales" de Menem, el cual, a pesar de provenir de tal partido, sin embargo para muchos se habría encontrado en antítesis con el modelo peronista, siempre enemigo declarado de los Estados Unidos? ¿No era que Kirchner rechaza esa política de Menem y pretende una "relación seria" con aquel país, no aceptando estar subordinado al mismo? ¿Habrá dejado de existir entonces el imperialismo norteamericano? Por otra parte ¿no es que Kirchner es un gobernante exponente de la izquierda montonera peronista, que ha puesto a conocidos dirigentes de aquel sector en el gobierno? ¿No es que persigue a los militares derechistas amigos de los Norteamericanos? ¿No es que lo ensalza a Fidel Castro y a Chávez, grandes enemigos de la potencia del Norte, habiéndoles permitido efectuar amplias alocuciones en la plaza pública con grandes espacios en la televisión? ¿Y no era que la izquierda es la gran enemiga de Estados Unidos en especial ahora que posee un gobierno republicano dirigido por halcones? ¿Entonces tendrá razón Kirchner cuando, sorprendiendo a muchos, dice que hay que dejar de ser antiimperialista? Todos estos interrogantes merecen múltiples respuestas.
Digamos en primer lugar que es cierto que la Argentina desde el gobierno de Menem, un exponente del partido peronista, es un aliado incondicional de los Estados Unidos. Y el hecho no ha sido modificado en lo más mínimo por la circunstancia de que ahora no se hable más, como entonces, de "relaciones carnales". En la práctica las mismas siguen existiendo aunque de una manera quizás más disimulada, y por lo tanto más beneficiosa para tal política, debido a la gran capacidad "peronista" demostrada por Kirchner y alabada calurosamente en distintas ocasiones por Bush todas las veces que le ha tocado reunirse con su colega argentino. El peronismo es, tal como lo demostráramos en anteriores artículos, de acuerdo principalmente a lo sostenido por su líder, un manifiesto pragmatismo, es decir, una concepción que preeminencia el éxito por sobre los principios. Lo fue Menem en su momento, lo es también ahora Kirchner y con más capacidad que su antecesor. Por ello es que ganó las elecciones. Estar en "relaciones carnales" con Norteamérica, si bien puede ser provechoso para una política "exitosa", sin embargo ofende a la dignidad de los argentinos si se lo manifiesta públicamente como hacía Menem, resultando así con el tiempo contraproducente, pues genera rechazo en la población. En cambio puede estárselo en la práctica aun sosteniendo lo contrario, pero ello no mejora en nada la situación, sino que a la inversa empeora las cosas. Recordemos al respecto que la peor de las esclavitudes es la que se esconde bajo el manto de la libertad.
El entusiasmo de Bush con el régimen peronista, sea de Menem antes o de Kirchner ahora, tiene una explicación complementaria. Bien sabemos que en la actualidad Estados Unidos se encuentra sumamente aislado respecto del resto del mundo por su intempestiva acción contra Irak y el fundamentalismo islámico, sin embargo ha encontrado en la Argentina un precioso aliado. Es cierto que en esta oportunidad nuestro país no envió tropas al golfo Pérsico como con el gobierno de Menem, pero su ayuda a la causa norteamericana ha sido mucho más valiosa últimamente. A través de Duhalde primero y de Kirchner ahora, el régimen peronista ha emprendido una firme ofensiva diplomática para lograr incriminar a Irán, el gobierno insignia del fundamentalismo islámico, en los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA. De este modo ha colaborado en la acción internacional de demonización primero y de justificación luego de una acción punitiva en contra de tal gobierno. Mucho más valioso ello que el mero envío de una fragata, tal como en la pasada guerra del Golfo.
Además Kirchner ha aceptado algo que no hiciera ninguno de sus predecesores "pro-imperialistas", cual es permitir que por ley se despenalicen las acciones realizadas por las tropas norteamericanas que vengan a entrenarse en nuestros territorios. De esta manera es como colabora con la visión selectiva y discriminatoria en relación a los derechos humanos que hoy rige en el mundo. Bien sabemos que hoy en día, cuando se trata de intereses que afectan o entorpecen los planes del mundialismo, del que USA es el principal exponente, la justicia universal tiene las manos libres para enjuiciar a ciudadanos en cualquier lugar del planeta en que se encuentren, independientemente del lugar en que hayan cometido el pretendido delito. Por ello a Milosevic hoy se lo juzga en Holanda, se lo ha hecho con Pinochet en Inglaterra y con los militares argentinos en España, en todos los casos por actos efectuados en sus propios países. En cambio Norteamérica puede gozar de impunidad universal, aun por delitos cometidos en territorios que no son el propio, todo ello gracias a gobiernos serviles como el de Kirchner que le han dado su aval para hacerlo, habiéndolo hecho además cuidándose sumamente de manifestarse verbalmente como pro-norteamericano para no herir las susceptibilidades, como en cambio lo hacía antes Menem.
Y con respecto al hecho de que el izquierdismo castrista, chavista y montonerista mencionado no sea un impedimento para la exaltación por parte del presidente Bush de su colega argentino, es una nueva demostración de que todo ello se trata de una pantalla necesaria para mantener entretenidos a los "antiimperialistas". Esta corriente de la izquierda ha sido siempre sensible hacia problemas inesenciales y ciega y sorda en cambio respecto de aquellos hechos principales que afectan a nuestra soberanía. Para la misma pareciera ser más importante que se juzgue a militares por hechos acontecidos hace 30 años que en cambio se combata frontalmente al "imperialismo norteamericano" por las exacciones que ahora efectúa con nuestro país. Por ello es que paradojalmente lo apoya a Kirchner. Es de acotar también, en abono a la tesis de que a Norteamérica le conviene la consolidación del actual presidente, el hecho de que el "acuerdo" con el FMI se haya logrado "casualmente" justo un par de días antes de que en nuestro país se efectuaran unas decisivas elecciones que habrían de ayudar a tal gobierno. Es que como Bush se lleva muy bien con los peronistas, es conveniente que éstos ganen las elecciones.
Comentan además los periódicos que el presidente argentino habría invitado a Bush a conocer los Hielos Continentales y a pescar con mosca, tal como lo hiciera su antecesor Duhalde con el papá de aquél a fin de aliviarle el stress provocado por la guerra de Irak. Una razón más entonces para seguir entendiéndose muy bien con los peronistas.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores