Donoso, disculpa, me equivoqué de hilo. Lo del Batallón de San Patricio se enmarca mejor en nuestra América.
Batallón de San Patricio - Wikipedia, la enciclopedia libre
![]()
AL BATALLÓN IRLANDÉS DE SAN PATRICIO
¿ Cómo que héroes sin patria ?
¡ Claro que patria tenían !
Héroes fueron, sí; ¡ héroes !
Y de la Irlanda ellos venían,
Oprimidos en tierra de herejes,
Por el hecho de ser católicos,
Sus armas al servicio pusieron,
Del águila mexicana con alborozo,
Su espíritu estaba en Roma,
De Inglaterra a Washington su tortura,
México fue un halo de esperanza,
La Nueva España los acogió con ternura,
Oh, Hijos de San Patricio,
Oh, Tigres Celtas,
Joven nación hispana os vio:
¡ Bella arpa en verde bandera !
Luchando a muerte contra el gringo invasor,
En artillería destacando,
Suena una gaita melancólica,
Aquellos difíciles días evocando….
Batalla de Monterrey,
Batalla de la Angostura,
Batalla de Churubusco….
¡ También en infantería se vio su bravura !
Batalla de Chapultepec,
Postreras y traicioneras horcas….
Resuena el valor del Capitán Riley,
Santa Anna equivocóse antes; tarde fue su posible hora….
Triste ignominia consumóse,
México lindo y querido,
El México Católico y señero,
México, México invadido….
Veracruz rinde honor a los Mártires Irlandeses,
Muchos perdieron su vida, mas ganaron su libertad….
¡ Irlanda por Siempre, Batallón de San Patricio !
¡ Viva Cristo Rey, Viva la Catolicidad !
1847 . LA GUERRA DE TEXAS . EN MEMORIA DEL HEROICO BATALLON DE SAN PATRICIO
La ejecución colectiva de los miembros del Batallón de San Patricio en San Jacinto, Ciudad de México. Samuel Chamberlain 1867.
EN MEMORIA DE LOS SOLDADOS IRLANDESES DEL HERÓICO BATALLÓN DE SAN PATRICIO, MÁRTIRES QUE DIERON SU VIDA POR LA CAUSA DE MÉXICO DURANTE LA INJUSTA INVASIÓN NORTEAMERICANA DE 1847
Capitán John O'Reilly, Thomas Riley, James Mills, Lawrence McKay, Francis O'Connor, Peter Neil, Kerr Delaney, Patrick Antison, Harrison Kenny, Roger Hogan,John Sheehan, John A. Myers, Richard Parker, Lemuel Wheaton, Samuel H Thomas, David McElroy, Parian Fritz, John Bowers, M. T. Frantius, Henry Mewer, Henry Octker, Henry Whistler, Wil/iam H. Keeck, Edward McHerron , Andrew Nolan, Patrick Dalton, John Cuttle, John Price, Wil/iam Oathouse, Wlliam A. Wallace, Elizier S. Lusk, Herman Schmidt, Martin Miles, Abraham Fitzpatrick, John Murphy, Lewis Preifer, John Benedick, John Rose, Lachlar McLanchlen, Patrick Casey, John Brooke, Roger Duhan, James Speers, Martin Lydon, Dennis Conahan, Auguste Morartaft, James McDowell, Gibson McDowell, Hugh McClelland, John McDonald, John Cavanaugh, Thomas Casidy, John Daly, James Kelly, John Littie, Henry Logenhame, Henry Venator, Francis Rhode, John Klager, Alfred K. Fogal, George Jackson, William O'Connor, Richard Hanly, John Appleby, George Dalwig, Berney Hart, Thomas Millet, Hezekiah Akles, John Bartely, Alexander McKee, F.W. Garretson.
MURIERON POR LA PATRIA
CON LA GRATITUD DE MEXICO A LOS CLX AÑOS DE SU SACRIFICIO.
SEPTIEMBRE DE 2007.
HOMENAJE AL HEROICO BATALLON DE SAN PATRICIO
Por Miguel Angel Menéndez Reyes
Leído en la Plaza de San Jacinto, en México, Distrito Federal, el 13 de septiembre de 1963 por Rodolfo A. Menéndez y Menéndez, hijo del autor. El texto y el sentido del discurso es absolutamente actual y puede ser repetido, como lo fue durante un lustro a partir de 1962, una y otra vez, cuanto sea necesario para aprender la lección.
Un imperativo de la conciencia histórica de México nos congrega una vez más, bajo los fresnos de esta plaza, en homenaje a la memoria de los componentes del Batallón de San Patricio, ejecutados por haber coadyuvado en la defensa de nuestra patria, el año de 1847. .
Quizá sea cierto que el sepulcro es el último fruto del amor. El primer hombre que enterró a su muerto, que puso una señal sobre la tumba y la convirtió en lugar de cita para su recuerdo, dio estribo a la cultura del monumento capaz por sí sola de hablar a todas las épocas. Si eso fuera , sería válido decir que el monumento erigido por el amor es el primer peldaño que va de lo perecedero a lo inmortal, y afirmaríamos que quienes construyen un monumento, aspiran a darle validez eterna y explicación constante.
La historia -dijo un filósofo hispánico- es una explicación, no un culto. De ahí que el historiador explique, no adore arrodillado; y que hurgue en las entrañas del trastiempo, en busca de las raíces que nutren la experiencia que ha de guiarnos en el presente para mostrar el porvenir. La conciencia de la historia es la luz de su explicación.
Entre nosotros, pocos extranjeros han merecido monumento al heroísmo. Sólo Francisco Javier, el navarro de recuerdo impar, había conseguido trocar su sangre española en bronce de México. Aunque en distintos tiempos y actitudes distintas, éste y los irlandeses murieron por México, y eso sería suficiente para explicar sus monumentos. Cayeron por nosotros y nosotros los levantamos para que los contemple el tiempo, señor de la eternidad.
En esta vez, México viene a lavar del rostro de los heróicos irlandeses el estigma de desertores que la injusta historia escrita por el verdugo ha querido y quiere imponer a su memoria. He aquí la explicación:
EL TERRITORIO DE LA ESCLAVITUD
Estados Unidos y México no eran vecinos del todo. Vinieron a serlo el año de 1803, en que Francia cedió a EE. UU. la Luisiana. A renglón seguido los nuevos vecinos invocaron frente a España el pretexto de que la Luisiana carecía de límites definidos y que Texas, por eso, debía ser considerada parte de ella.
El 9 de febrero de 1819, el Ministro español en Washington firmó tratado con EE. UU., por medio del cual la España transaccionista cedió territorios situados en riberas del Misisipi, conocidos con los nombres de Florida del Este y Florida del Oeste. En estos pañales nació la vecindad y no precisamente en la fatalidad geográfica.
En 1820, del territorio de Luisiana se formó el Estado esclavista de Misuri, que fue aceptado en el seno de la Unión de los 13 Estados sólo mediante el llamado "Arreglo Misuri", Ley por la cual se prohibió la esclavitud al Norte del paralelo 36° 30" de Latitud Norte. Y pronto se vio que entre esa línea imaginaria pero rígida y el Río Sabinas, linde convenida de la Luisiana con Texas, resultaba un área muy pequeña para la esclavitud.
Con todo, hasta entonces no se sentía amenazado de muerte el esclavismo, porque podía plantar y cosechar algodón y azúcar incursionan*do libremente dentro de los límites de la Nueva España, ya que en ésta no se proscribía aún la esclavitud.
Pero el 13 de Julio de 1824. la Nación Mexicana prohibió trasladar esclavos extranjeros a su territorio y, poco después, la Constitución de 1824 no admitió que en el seno de México se naciera esclavo. A más, en 1827 fue promulgada la Constitución de las provincias unidas de Coahuila y Texas, que entonces formaban una sola entidad, y ella prohibió la internación de esclavos extranjeros, concediendo libertad a los hijos de esclavos habidos desde la fecha de su promulgación y hasta siempre. Y con estas medidas abolicionistas sí se sintió amenazado de muerte el interés brutal del esclavismo.
William Jay, patriota y estadista norteamericano de primera fila, testigo presencial irrecusable, al través de su concluyente libro que en español fue titulado "Causas y Consecuencias de la Guerra del 47", denuncia y condena el atropello consumado contra México, en 1847, cuyos primeros antecedentes son éstos:
PRIMER ANTECEDENTE MILITAR
El 17 de junio de 1819, James Long y 75 aventureros, agentes del esclavismo misuriano, atacaron el poblado de Nacogdoches, 72 kilómetros adentro de la línea divisoria de Texas con Misuri. El 23 de ese mismo mes, Long, dándose título de Presidente del Supremo Consejo de Texas hizo circular una proclama, reproducida más tarde en el "Luisiana Herald", de Nueva Orleáns, declarando que "los ciudadanos de Texas habían abrigado por mucho tiempo la esperanza de que al ajustarse la frontera de las posesiones españolas con los territorios de EE. UU., se incluyese su región dentro de los límites de este último país" y como esa esperanza se había perdido, "se declaraba independiente la República de Texas". El objeto de ese manifiesto era invitar a los ciudadanos norteamericanos a que se alistaran en las fuerzas de Long.
Pero las tropas acantonadas en los presidios españoles de la región dieron al traste con este primer intento militar, derrotando con bajas y dispersando a los filibusteros.
LA COLONIZACIÓN
La primera derrota militar infligida al esclavismo le hizo cambiar de táctica. Formuló su plan de deslizamiento, de lenta ocupación con visos legales. Moisés Austin, de Misuri, consiguió autoriza*ción de las autoridades españolas, en 1821, para establecer en Texas a 300 familias de colonos. Obtuvo la concesión porque basó su solicitud en que esas 300 familias serían de católicos perseguidos por el protestantismo. Al morir Moisés, su hijo Esteban obtuvo en 1823, la renovación y ampliación del permiso de colonización, con inmigrantes de Tenesí, Misisipí y la Luisiana. precisándose que los colonos serían "exclusivamente católicos".
SEGUNDA INTENTONA MILITAR
En 1826, un cuerpo de inmigrantes en los EE. UU. establecidos cerca de Nacogdoches, enarboló de nuevo la bandera de la insurrección, capitaneado por uno que se llamaba Edwards, y lanzó declaración de independencia. Poco tardaron esos hombres en ser aniquilados por fuerzas mexicanas.
LA DIPLOMACIA DE LA ESCLAVITUD
El 18 de octubre de 1822, llegó al puerto de Veracruz, a bordo de la corbeta John Adams, el diputado por Charleston, capital de Carolina del Sur, Joel Roberts Poinsett, a cuyo genio confiaron las empresas esclavistas explorar el ánimo de los hombres públicos del México de entonces, acerca de cómo podrían ser movidas las fronteras de los EE. UU. hacia el sur. Poinsett había actuado en Río de Janeiro, Argentina y sobre todo en Chile. Hablaba bien el español; era lo que hoy se llama "experto en asuntos de Latinoamérica".
La misma noche de su llegada al puerto jarocho, Poinsett cenó en compañía del coronel Antonio López de Santa Anna -el primer mexicano que habría de hacerse su propio monumento en vida-, quien le informó de cúantos rumores corrían acerca de la política interior y le dio segura escolta militar para trasladarse a la metrópoli. Ya en ésta, Poinsett visitó a Iturbide el 3 de noviembre en el Palacio Imperial, acompañado del Cónsul de Norteamérica, tratando a fondo el objeto de su comisión: los límites. El Emperador le escuchó y aconsejó cambiar impresiones con don Juan Francisco Azcárate, quien más tarde relató al Presidente don Guadalupe Victoria sus entrevistas con el enviado. "Sobre un mapa de América, el dedo de Poinsett fue marcando la frontera anhelada. Percibí -escribe Azcárate- que la idea era absorberse toda la provincia de Texas y parte del Reino de León tomarse la mayor parte de la provincia de Coahuila, la Sonora y California Baja, toda la Alta y el Nuevo México".
Tras de su entrevista con Iturbide, Poinsett visitó a los diputados presos en Santo Domingo. Habló con Fagoaga, Herrera, Tagle. Usó su vasta experiencia y obtuvo cuantos datos fueron necesarios para comprender que el Imperio era una farsa bamboleante, que el gobierno estaba en bancarrota y que una plural ambición espiaba coyunturas de medro.
El 11 de Noviembre de 1822 salió en carruaje especial de la ciudad de México -apenas a 23 días de haber desembarcado en Veracruz-, con visión completa de nuestros infortunios políticos. Y tras cuarenta y dos días más de observar por caminos del Bajío y de la costa, el 23 de diciembre reembarcó en la corbeta que vino en busca suya hasta las playas de Tampico. Todavía en el momento de zarpar le alcanzó el correo con esta noticia: Santa Anna se ha alzado en Veracruz contra el Imperio.
En Mayo de 1825 regresó Poinsett nombrado Ministro Plenipoten*ciario de los EE. UU. en México...
EL PRECIO DE LOS ESCLAVOS
En 1829, un senador misuriano de apellido Benton desató la campaña publicitaria de las empresas esclavistas para persuadir a los EE. UU. -pueblo y gobierno-, de la necesidad de adquirir Texas. Esta campaña rebotó en muchos periódicos y dio lugar a la formación de una corriente de opinión sintetizada en las anécdotas siguientes: el Juez Upsher, de Virginia, que posteriormente fue Secretario de Marina, primero, y luego de Estado, del Presidente Tyler, declaró ese mismo año, 1829, ante la convención de su partido político en Virginia: "Si consiguiéramos a Texas, esto haría subir de precio a los esclavos y resultaría grandemente ventajoso para quienes trafican con ellos en el Estado". En los debates de esa propia convención, un Mr. Dodridge sostuvo.: "La adquisición de Texas elevará considerablemente el valor de esos bienes". Otro, Mr. Gholston, miembro de la Legislatura de Virginia en 1832, afirmó que "La adquisición-de Texas elevará el precio de los esclavos en un cincuenta por ciento cuando menos'~
Y comenta el integérrimo William Jay, de cuyo libro antes mencionado he desprendido textualmente los datos anteriores: "Como Virginia era Estado dedicado principalmente a la crianza de esclavos para su venta, esos caballeros estaban ansiosos de adquirir Texas porque creían que llegaría a ser un mercado más, y muy grande por cierto, para la venta de ese artículo!'
PROPOSICIONES DE COMPRA Y DE HIPOTECA
El 15 de marzo de 1827, el Gobierno de EE. UU. dio instrucciones a su Ministro Poinsett para que hiciese saber "que deseaba modificar los límites territoriales existentes, a cambio de un millón de dólares", proposición que no fue aceptada.
El 25 de agosto de 1829, el Presidente Jackson dio instrucciones a su Ministro Poinsett en el sentido de elevar la oferta a cinco millones de dólares, que no fue atendida.
Y como Poinsett advirtiera que el Gobierno Mexicano estaba decididamente en contra de la enajenación territorial, supuso que ofreciendo un préstamo de diez millones de dólares en hipoteca sobre Texas, podría hacerle triunfar en sus propósitos. Pero el Gobierno de México permaneció sordo a sus demandas y el fracaso de estas negociacio*nes incalificables decidió la independencia de Texas, primero, y la guerra con Estados Unidos después, que costó a México algo así como la mitad de su territorio nacional.
RELlGIÓN, TIERRA, DERECHOS POLÍTICOS Y SOCIALES EN IRLANDA
Resulta necesario detenerse un instante ante el recuerdo de Patricio, el santo patrono de Irlanda, personaje religioso representativo por excelencia de la Verde Erín, porque él está en el umbral del tema, porque él es aquí el héroe a la manera de Carlyle. El la evangelizó en el primer siglo de la cristiandad. El vertebró la emoción nacional hacia el catolicismo, al acabar con las serpientes sólo con la melodía de su arpa. Los irlandeses lo tienen en la conciencia y sobre el corazón, a la manera de gonfalón y escudo. Y tras eso, ojear lo que acontecía en Irlanda:
Hasta 1850 -en que comenzó a gestarse la reforma agraria-, las relaciones entre terratenientes y campesinos eran muy desafortunadas. El campesino carecía de derechos; era sólo un inquilino, un animal en tránsito por la propiedad del landlord; no era dueño ni de su sombra encorvada sobre el surco; el régimen feudal le impedía enraizar su afecto en la tierra, que en vez de madre era madrastra porque era ajena. Era un paria.
Los protestantes eran dueños de todo; formaban la minoría de la nobleza y el poder. Un católico estaba incapacitado legalmente para ser miembro del Parlamento; no podía ser Consejero del Rey ni desempeñar el cargo de Juez, ni otros varios. Con todo, de los católicos -la clase campesina, la productora-, eran exaccionadas las quinientas mil libras esterlinas que anualmente, por allá de 1800, necesitaba el presupuesto del poder público para alimentar los privilegios de la clase dominante.
No pudiendo ser dueño de la tierra, condenado a la miseria, careciendo de derechos sociales y políticos, sintiéndose disminuido por discriminación religiosa, el campesino irlandés ansiaba fugarse de su dolorosa realidad de huérfano y viudo, abandonado de los dioses, ya que las relaciones del hombre con la tierra son las mismas que del hijo con su madre, son las mismas que del hombre con su esposa, son las mismas que del hombre con sus hijos, son las mismas que del hombre con su Dios.
Y esa ansiedad de fuga encontró camino cuando Norteamérica, buscando elementos humanos que serían el primordial factor de su grandeza, abrió puertas a la inmigración europea, alboreando el siglo XIX.
SICOLOGÍA DEL INMIGRANTE
El hombre cambia de patria sólo cuando le resulta imposible vivir en ella. El afecto natural le une a su madre tierra. Únicamente se resuelve a romper ese amor cuando la madre le niega todo, desnaturalizada, explotada y vejada por un padre irrazonable. El padre es quien dirige, quien manda: el gobierno, el régimen, el sistema. El hombre, pues, cambia de lugar, de nido, en busca del afecto natural del hijo hacia su madre la tierra; cuando da con una parcela que pueda llamar suya, encuentra substitutivo del amor materno que le falta, y se entrega a ella; la desnuda, la acaricia, la peina, la siembra, la riega y la viste con ropaje de verdura que al madurar toma el aspecto de sangre en las granadas, de sol en las naranjas y limones; de oro en los trigales, de penachos y perlas en el maizal. Esto es: la fecunda, la hace germinar, convirtiéndola en su esposa, y del producto de esa unión aparentemente incestuosa y primitiva, del fruto del amor de la tierra y de los hombres, surge el caudal que nutre a las culturas, que motiva las civilizaciones. Eso es lo que bendice el Dios de todas las religiones, bajo todos los climas y en todos los tiempos! ...De ahí que la reforma agraria haga felices a los pueblos.
CATÓLICOS IRLANDESES EN NORTEAMERICA
Desde comienzos del siglo XIX, y aún poco antes, se formó una corriente migratoria entre Europa y los EE. VU. Como era propio, la más importante afluencia humana llegó procedente del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda. Muchos de esos inmigrantes quedaron en Nueva York, Boston, Filadelfia, etc., pero un número importante, de claros antecedentes campesinos, prefirió trabajar la tierra. De estos campesinos se valieron los colonizadores del Oeste. Fueron los "católicos perseguidos" que los Austin ofrecieron a México.
LOS NATIVISTAS
Los nativos americanos, al percatarse del peligro representado por el caudal migratorio católico irlandés convertido en torrente incontenible, que inundaba el país y amenazaba con apoderarse lentamente de su manejo, pidieron al Congreso que enmendara ia Constitución y las leyes migratorias, favorables a los recién llegados. Pero el Congreso no les atendió. Y era natural que no los atendiera porque los políticos norteamericanos necesitaban una gran población para una gran extensión territorial, pues ya había obtenido de Francia la Luisiana en 1803, y estaban golpeando en la frontera con Texas; no podían levantar dique al aluvión migratorio. Esto es: ya habían formado sus designios de anexión pacífica de territorio mexicano, si era posible, o de guerra de conquista, si era necesario.
La pérdida de varias cosechas en Irlanda acreció la fuga de su población con rumbo a los EE. UU. En sólo el año de 1840 arribaron a los EE. UU. 40,642 personas de nacionalidad anglo-irlandesa. Los ingleses se diluían entre los nativos porque profesaban el protestantismo; pero los irlandeses permanecían en islas, en grupos compactos, lo que es típico de las minorías que se defienden. Construían sus barrios, sus iglesias, sus escuelas y hasta sus propios poblados, cuando formaban colonias agrícolas como la de San Patricio, en Texas.
En 1837, sintiéndose amenazados los naturales de América, se organizaron en sociedad secreta denominada "Native American Associa*tion", la que rápidamente se desflecó por todo el país en organizaciones filiales. Estas sociedades atacaron rudamente a los inmigrantes en todas partes, aunque sus ataques se hicieron más de notar en el periódico titulado "Native American".
El choque llegó a la sangre, a los motines, al incendio de iglesias católicas en Filadelfia, con disturbios y repercusiones en toda la nación.
LOS QUE BUSCABAN LA LIBERTAD
Los hombres que rompieron, desarraigándose, los vínculos con su patria, Irlanda, movidos por la necesidad de huir de su padre brutal, el feudalismo, buscando equilibrio sicológico entre la realidad y sus sueños de libertad religiosa, de bienestar, de disfrute de derechos políticos, sufrieron de modo indudable un rudo golpe en el espíritu al arribar a las playas de América y encontrar a los honorables industriales de Virginia dedicados a criar hombres para venderlos como esclavos, y a los nativistas impidiéndo*les practicar libremente su religión, al mismo tiempo que les negaban derechos políticos.
Parece consecuente con la naturaleza humana, entrevisto al trasluz de la sicología, que se sintieran frustrados los inmigrantes que habían venido en busca de libertad, y que se apretaban entre sí formando una fuerza defensiva primero, agresiva después, que se abriría paso trabajosa y decisivamente en la historia norteamericana, como ha sucedido y estamos viendo. No habían roto en balde sus vínculos con el terrón nativo; no en vano habían cruzado el mar buscando satisfactores indispensables para la vida humana. ¡Querían ser libres y tenían que serio!
LA COLONIA AGRÍCOLA IRLANDESA DE SAN PATRICIO
La primera colonia permanente establecida en Texas por Moisés Austin, al amparo de concesión otorgada por el gobierno de la Nueva España, fue la de San Felipe, junto al Río Brazos, en 1821. Poco después fue erigida la de San Patricio en la ribera norte del Río de las Nueces, a 80 leguas de Matamoros.
Los campesinos cat6licos irlandeses perseguidos por la jauría de los nativistas, habían sido conducidos hasta ahí por un enganchador de colonos que más tarde habría de violar la fe jurada a la nacionalidad que le otorgó la concesión de colonizar, pero ellos -los colonos-, no tenían la obligación de compartir esa infamia. Los colonos irlandeses de San Patricio estaban en clara deuda de gratitud con los colores del país que les permitió tener, ¡al fin!, vínculos propios con la tierra, madre común de los hombres: estaban en la obligación moral de corresponder con lealtad a la nación que les dio definitivamente la posibilidad de ser libres; tenían el deber de velar por México, a cuya sombra habían podido establecer en América a Patricio, su santo patrón, el que acabó con las serpientes.
INDEPENDENCIA DE TEXAS
No es por masoquismo por lo que estamos manejando heridas; es porque no hay otra manera de curarlas. El complejo de México, si alguno sufre, quizá resida en querer olvidar agravios inolvidables, cuando sería mejor que quisiera recordarlos serenamente, no para incubar venganzas tardías, sí para tener presente la experiencia y preservar con ella el patrimonio que a sus hijos queda. El 2 de marzo de 1836, Texas declaró su independencia con resortes movidos por el esclavismo, como ya quedó demostrado. En 1837, Washington reconoció esa independencia. Por gestiones de la diplomacia washingtoniana, Londres y París hicieron lo mismo. México quizá la habría reconocido también, condicionando su reconocimiento a que Texas no se adhiriera al país del Norte.
SE CREYERON INDEPENDIENTES
Los colonos católicos irlandeses creyeron de buena fe que la independencia de Texas daba fisonomía propia a su nueva patria; supusieron que de verdad nacía una nueva nacionalidad, la suya, la que al fin les resarciría de sus frustraciones; la patria cuyo calor normalizaba su psiquis de hombres nacidos huérfanos. Pensaron que en esa nueva patria se redimirían definitivamente del feudalismo, de la discriminación religiosa, de la prohibición de tener tierra suya, de la amenaza de esclavitud propagada por Kentucky, Alabama, Misuri, y quedaron silenciosos todo el tiempo durante el cual México mismo permaneció callado, por imposibili*dad material de actuar en rescate de lo suyo.
LA ANEXIÓN Y LA GUERRA DE CONQUISTA
Pero las empresas esclavizantes, los directores de la industria de la esclavitud que fueron infiltrándose hasta señorear en el ánimo de los presidentes norteamericanos, a partir de Jackson y hasta Polk, pasando por Van Buren y Tyler, se dieron cuenta del verdadero espíritu de independen*cia de los colonos, y comprendieron que ese espíritu echaba por tierra sus ambiciones territoriales y propósitos de acrecer la zona de la esclavitud, demarcada hacia el Norte por el paralelo 36° 30" y hacia el Sur por la frontera de Texas, nación independiente. Contaban estas empresas con el Presidente Tyler, virginiano, esclavista de nacimiento y por convicción. De ahí que Tyler firmara apresuradamente, la víspera de la entrega del poder, el 1º de marzo de 1845, la famosa resolución conjunta por la cual se admitió a Texas en el seno de la Unión Americana. La gota derramó el vaso. Vino a ser inevitable la guerra de conquista cuando el 22 de Diciembre siguiente, Texas fue recibido formalmente como Estado de la Unión Federal. México, por entonces en la pobreza y la anarquía, perdió, como resultado de esa guerra, 851,550 millas cuadradas de su territorio.
LA PROFECÍA
El Reverendo Dr. Channing, de Boston, lanzó esta terrible predicción que en su mayor parte se ha convertido en realidad histórica: "Por medio de este acto (la anexión) nuestro país se iniciará en una carrera de crímenes y usurpaciones, y se hará acreedor al castigo y las calamidades consiguientes a todo delito. La adquisición de Texas no será única, sino que se encadenará a otros hechos numerosos de rapiña y de sangre, por fuerza de una inflexi*ble necesidad. Quizá muchas generaciones no verán la catástrofe que hay en esta tragedia cuyo acto primero estamos ahora listos para representar. Texas es un país conquistado por nuestros ciudadanos y su anexión a nuestra República será el principio de una era de conquistas que, a menos que le ponga coto y la frustre la Providencia, no se detendrá sino cuando llegue al Istmo de Darién. Por tanto debemos no clamar ya: "iPaz, paz! ". Nuestra águila aumentará su apetito, no lo satisfará al destruir a su primera víctima, y vivirá persiguiendo más tentadoras víctimas, sangre más codiciable, en cada región nueva que se abra hacia el Sur".
LOS COLONOS DE SAN PATRICIO CONVERTIDOS EN BATALLÓN
Pero vayamos, para terminar, en viaje hacia la hondura del fenómeno sicológico que convirtió a los colonos irlandeses en héroes al servicio de la patria nuestra, para agradecérselos en toda su magnitud:
Hemos visto que a México debieron su tierra en Texas, en primer lugar; hemos demostrado que en Texas vieron a su patria nueva, cuando Texas, por virtud de las maniobras de la esclavitud se desprendió de Méxi*co. Falta ahora confrontar la circunstancia emocional que sufrieron cuando Texas fue arrastrada a la Unión Americana por obra, otra vez, de los intereses esclavistas. Y parece claro inferir que sintieron naufragado su anhelo de libertad, frustrada su odisea al través de mares y de tierras, comprendieron que esta vez, ya para siempre, quedarían huérfanos de nuevo, en poder de un sistema esclavizante, injusto y desleal, más, mucho más, que el que sufrieron en su cuna irlandesa, porque en Irlanda no se comerciaba con los hombres, no se les criaba como animales para venderlos como esclavos, ni eran incendiados sus templos tal como en Filadelfia.
EL BATALLÓN HERÓICO
Y al ser obligados por el enganchador de colonos, Austin, a empuñar las armas; al ser forzados a formar un batallón, a marchar contra su propia conciencia -remar contra la corriente de su alma-, a disparar contra sus propios anhelos de ser libres, ellos comprendieron que su lugar no estaba allí. Al tomar el primer contacto las tropas invasoras que venían arrastrando al batallón de irlandeses, con las nuestras, en Matamoros, ellos pasaron a ocupar su sitio en nuestras trincheras. Varios de ellos fueron muertos al pasar. Pero los sobrevivientes siguieron con nosotros -Monterrey, Angos*tura, Cerro Gordo, Churubusco-, derrota tras derrota, esfuerzo tras esfuerzo, muerte tras muerte, hasta caer prisioneros combatiendo.
EJECUCIÓN EN MASA
Fidel, nuestro clásico del Romancero Nacional, que presenció la escena espantosa de la ejecución en masa, hace ciento sesenta años, la describe de este modo:
"Detrás de la Plaza de San Jacinto, a la espalda de las casas que ven al Oriente, se pusieron de trecho en trecho y se amacizaron gruesos vigones con trabes gruesas, tendidas horizontalmente en la parte superior, colgando otras reatas verticales de espacio en espacio "Los prisioneros fueron distribuidos según los claros de las vigas. A cierta distancia, entre gritos y chasquidos de látigos, ataron con soga corrediza el extremo de los lazos colgantes al cuello de los prisioneros... y, en medio de gritos, hicieron correr a los caballos que tiraban de los carros. Balanceándose en los aires, entre horribles convulsiones y muestras de dolor, quedaron aquellos defensores de nuestra patria..."
Y don Guillermo Prieto concluye: "La agonía de aquellos mártires duró mucho. Los cuerpos de las víctimas fueron sepultados en el florido pueblecito de Tlacopac, situado entre Mixcoac y San Angel".
BANDERA AL VIENTO
Habían pintado en el anverso de un paño, burdamente, como pintan las rudas manos campesinas, la imagen de Patricio, su santo Patrono, y el arpa con cuyas melodías él había domesticado a las serpientes; y en el reverso, el nombre de su batallón y el escudo de México. Con ese paño por bandera ondeando a todo viento entró el grupo de valientes a nuestra historia, con paso redoblado, rumbo a la eternidad de la gratitud mexicana.
MÉXICO BORRA EL ESTIGMA
Alzándose al pie del patíbulo en que el Heróico Batallón de San Patricio fue asesinado en masa, la conciencia política de México, por mi humilde voz, lava el oprobio con que el vencedor de una inicua y brutal guerra de conquista intentó infamar la gesta de los irlandeses que murieron por la patria.
¡No fueron desertores!... Fueron leales a sí mismos, al sueño de ser libres que los trajo a América.
http://www.menendezymenendez.com/200...ln-de-san.html
Héroes Sin Patria: "¡Viva México! - ¡Erin Go Bragh!”
Héroes sin Patria se titula la excelente película histórica, católica, tradicionalista y mexicana que les dejo a descarga a continuación y mas abajo aspectos de la historia real los que distan casi nada a los que aparece en el film, el cual fue muy poco promocionado y exhibido en U.S.A. por ser considerado "anti patriota".
Canción de David Rovics que relata la historia del Batallón de San Patricio (The Saint Patrick's Battalion), unidad compuesta en su inmensa mayoría por irlandeses ademas de algunos alemanes, polacos, y suizos(todos católicos) que desertaron del protestante U.S. Army y combatieron por México en la guerra expansionista yanqui de 1846 a 1848.
Mi nombre es John Riley
Uds. sólo me escucharán un minuto
Yo dejé mi querido hogar en Irlanda
Era la muerte, el hambre o el exilio
Y cuando llegué a América
Fue mi deber Entrar al Ejército y arrastrarme a través de Texas
Para sumarme a la guerra contra México
Fue allí en los pueblos y las colinas
Que me di cuenta del error que había cometido
Ser parte de un ejército conquistador
Con la moral de una hoja de bayoneta
Así que entre todos estos pobres católicos agonizantes
Niños gritando, el hedor a quemado por todos lados
Doscientos irlandeses y yo
Decidimos levantarnos para cumplir con nuestro deber
(Estribillo)
Desde la Ciudad de Dublín hasta San Diego
Vimos cómo se negaba la libertad
Así que formamos el batallón San Patricio
Y peleamos del lado de los mexicanos
Marchamos bajo la bandera de San Patricio
Embanderados con "Erin Go Bragh"
Brillantes con el harpa y el shamrock
Y "Libertad para la República Mexicana"
Justo cincuenta años después de Wolftone
A cinco mil millas de distancia
Los yanquis nos llamaron una legión de extraños
Y ellos pueden decir lo que quieran
(Estribillo)
Desde la Ciudad de Dublín hasta San Diego
Vimos cómo se negaba la libertad
Así que formamos el batallón San Patricio
Y peleamos del lado de los mexicanos
Los combatimos en Matamoros
Mientras sus voluntarios violaban a las monjas
En Monterrey y en Cerro Gordo
Combatimos como los hijos de Irlanda
Eramos los combatientes pelirrojos por la libertad
Entre estas mujeres y estos hombres de piel marrón
Lado a lado peleamos contra la tiranía
Y me atrevo a decir que lo volveríamos a hacer
(Estribillo)
Desde la Ciudad de Dublín hasta San Diego
Vimos cómo se negaba la libertad
Así que formamos el batallón San Patricio
Y peleamos del lado de los mexicanos
Los combatimos en cinco importantes batallas
Churobusco fue la última
Aplastados por los cañones de Boston
Caímos con cada explosión del mortero
Casi todos nosotros morimos en esa colina
Al servicio del estado mexicano
Tan lejos de nuestra tierra ocupada
Fuimos héroes y víctimas del destino
(Estribillo)
Desde la Ciudad de Dublín hasta San Diego
Vimos cómo se negaba la libertad
Así que formamos el batallón San Patricio
Y peleamos del lado de los mexicanos
Una vez bajados los archivos .avi de la primera opción de descarga, se arma el archivo con el programa HACHA3.5.0 (CLICK PARA BAJAR ) , dejo 3 opciones para bajar la peli, quien quiera mas haga click aqui : héroes sin patria dvdrip.
CD1
http://rapidshare.com/files/47828289...copare.avi.000
http://rapidshare.com/files/47835722...copare.avi.001
http://rapidshare.com/files/47842669...copare.avi.002
http://rapidshare.com/files/47849178...copare.avi.003
http://rapidshare.com/files/47856028...copare.avi.004
http://rapidshare.com/files/47863432...copare.avi.005
http://rapidshare.com/files/47872015...copare.avi.006
http://rapidshare.com/files/47615724...copare.avi.007
CD2
http://rapidshare.com/files/47738702...copare.avi.000
http://rapidshare.com/files/47753038...copare.avi.001
http://rapidshare.com/files/47767377...copare.avi.002
http://rapidshare.com/files/47782723...copare.avi.003
http://rapidshare.com/files/47795073...copare.avi.004
http://rapidshare.com/files/47807628...copare.avi.005
http://rapidshare.com/files/47819266...copare.avi.006
Segunda opción de descarga.
Tercera opción de descargaRapidShare: 1-CLICK Web hosting - Easy Filehosting
http://rapidshare.com/files/13628003..._dvd-rip.avi.1
http://rapidshare.com/files/13628178..._dvd-rip.avi.2
http://rapidshare.com/files/13634479..._dvd-rip.avi.3
http://rapidshare.com/files/13634460..._dvd-rip.avi.4
http://rapidshare.com/files/13634401..._dvd-rip.avi.5
http://rapidshare.com/files/13653609..._dvd-rip.avi.6
http://rapidshare.com/files/13653072..._dvd-rip.avi.7
Tomado de Depeche5
El 13 de septiembre, se recuerda la Batalla de Chapultepec, lugar de la ciudad de México en donde se encontraba el colegio militar y que fue testigo de la defensa de la ciudad por parte de los cadetes en contra de los soldados del ejército estadounidense en 1847.
Este episodio de la historia es parte de la guerra contra los Estados Unidos, entre los años de 1846 y 1848. El resultado de este conflicto fue la pérdida por parte de México de más de la mitad de su territorio, lo que son actualmente los estados de California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo Mexico y partes de Wyoming, Colorado, Kansas y Oklahoma, además de poner fin a la disputa por el territorio de Tejas.
![]()
A principios del siglo XIX los Estados Unidos estaban en proceso de expansión. En el continente miles de inmigrantes llegaba de toda Europa huyendo de la pobreza; Irlanda era una de las naciones de las que más personas llegaban en busca de una mejor vida.
![]()
Alrededor del año de 1822 un joven irlandés llega al continente americano, su nombre es John O’Riley, natural de Clifden, Connemara, condado de Galway, pueblo ubicado en la costa oeste de Irlanda.
En su natal Irlanda O'Riley combate en contra de los ingleses, al llegar a América se establece en Canadá uniendose al ejército colonial, tiempo después lo abandona y fija residencia en los Estados Unidos, ya en esta nación ingresa a la academia militar de West Point, alcanzando el grado de oficial, se da de baja y se establece en la república de Texas, anteriormente territorio perteneciente a México, razón por la cual es considerado como una provincia rebelde por el gobierno mexicano, aun asi en el año de 1845 los gobernantes de este lugar deciden que la joven república pase a formar parte de los Estados Unidos. Esto pone las relaciones con México al borde de la guerra, en vista de que este territorio no se consideraba perdido.
Una fuerza de 4,000 soldados al mando del general Zachary Taylor es enviada a la nueva frontera estadounidense con México. A su paso por Texas O’Riley se une al contingente, el ejército estadounidense acampa cerca del río Bravo. De igual forma el gobierno mexicano moviliza sus tropas al mando del General Pedro de Ampudia.
El 4 de Marzo de 1846, las fuerzas estadounidenses toman el frontón de Santa Isabel, estableciendo un fuerte justo enfrente del puerto de Matamoros, invadiendo abiertamente territorio mexicano, el 8 de Mayo los soldados al mando del Mariano Arista entran en combate con los estadounidenses en Palo Alto, los mexicanos son derrotados por los invasores, sin embargo, el hecho sirve de pretexto al presidente estadounidense para declarar la guerra a México argumentando lo siguiente:
"México ha invadido nuestro territorio y derramado sangre americana sobre suelo americano"
El 13 de mayo de 1846, a pesar de las negociaciones por parte de México, los Estados Unidos declaran oficialmente el estado de guerra, después de la batalla de Santa Isabel el ejercito mexicano se ha replegado al sur haciéndose fuerte en Monterrey.
Durante este lapso de tiempo varios soldados de origen irlandés que profesaban la religión católica, entre ellos O’Riley, cruzan el río Bravo para asistir a misa en México; esto hace que reflexionen la situación y vean las similitudes entre su país de origen y el que ahora intentan invadir, no solo religiosas, se dan cuenta de que los estadounidenses estaban atacando a los mexicanos como los ingleses a los irlandeses, dada esta situación aunado al maltrado del que eran objeto por parte de los estadounidenses debido a su condición católica desertan y se quedan definitivamente en México.
O’Riley y 50 desertores mas, ahora no solo irlandeses, también había ingleses, escoceses, alemanes y estadounidenses, fomentan la idea de apoyar a su nueva nación ante la guerra con los Estados Unidos. Este es el nacimiento del Batallón de San Patricio, identificado por una bandera diseñada por el propio O’Riley, sobre un fondo de seda verde esmeralda por un lado la imagen de San Patricio, santo patrono de Irlanda, bordada en plata, del lado contrario un arpa sobrepuesta a un trébol, en color dorado, debajo de estos símbolos el lema “Erin Go Bragh", “Irlanda Por Siempre”.
El gobierno mexicano por su parte ofrece a los miembros del batallón una recompensa por sus servicios, un enganche de 10 pesos, el pago de su fusil y 200 acres de tierra al terminar la guerra.
En Monterrey los hombres del Batallón de San Patricio se incorporan oficialmente a la defensa de la ciudad. Los estadounidenses atacan el 21 de Septiembre de 1846, después de tres días de pelea, la plaza se rinde, durante la ocupación por parte del invasor, mas soldados desertan e incrementan las filas del Batallón de san Patricio. Se estima que llegó a ser formado por cerca de 262 hombres.
Las fuerzas mexicanas se retiran a San Luis Potosí. Mientras esto ocurre, en la ciudad de México ha regresado el General Antonio López de Santa Anna quien toma poder de la presidencia y del mandó del ejército. Organiza el “Ejército de liberación del norte”, con cerca de 12,000 efectivos incluidos los soldados del batallón de San Patricio, conocidos como “Los Patricios”.
El ejército mexicano al mando del nuevo presidente se encuentra con las fuerzas invasoras en La Angostura, un lugar ubicado a unos 30 km al sur de la ciudad de Saltillo, en el actual estado de Coahuila. La batalla comienza en la tarde del 22 de febrero de 1847, después de arduas horas de pelea y acciones heroicas en ambos bandos, al llegar la noche del día 23 el ejército estadounidense está al borde de la derrota. El comandante en jefe de las fuerzas mexicanas, general Antonio López de Santa Anna, ordena la retirada a San Luis Potosí, pretextando falta de pertrechos para seguir el combate.
Los “Patricios” son reconocidos por su destacada participación en la batalla de la Angostura, varios de sus miembros son condecorados con la “Cruz de honor de la Angostura”, condecoración metálica que en el fondo tenía el águila mexicana de frente con las alas abiertas, preparada para emprender el vuelo, sobrepuesta a esta, en la parte baja una cruz celta.
Santa Anna decide hacerse fuerte en la ciudad de México, mientras tanto el puerto de Veracruz es tomado por 9,000 hombres del ejército estadounidense al mando del general Windfield Scott.
Santana y Scott se enfrentan en la batalla de Cerro Gordo, las fuerzas mexicanas son derrotadas y el invasor avanza hacia la ciudad de México, ocupa Jalapa y posteriormente Puebla.
En julio de 1847 el general Santa Anna crea una “Legión Extranjera”, formada por extranjeros que deseaban combatir a los estadounidenses. La mayoría de los efectivos del batallón de San Patricio, incluyendo a su comandante John O’Riley, son transferidos a esta recién creada unidad, a la cual se le da el nombre de “Legión Extranjera de San Patricio”
Después de una larga espero en Puebla, el general Scott, recibe órdenes de Washington, avanzar y tomar la ciudad de México, llegando el 17 de Agosto al poblado de Tlalpan al sur de la ciudad. El primer combate se presenta el 19 de Agosto en el poblado de Padierna, el General Gabriel Valencia con 4,000 hombres y apoyado por John O’Riley y sus hombres está a punto de vencer al general Scott y sus 10,000 efectivos, a la vista del grueso del ejército mexicano, que por ordenes del general Santa Anna no apoya a sus compañeros en la defensa de la ciudad. Aún así los estadounidenses con muchas bajas, rodeados y con la moral por los suelos esperan la derrota, pero al alba del 20 de agosto el general Valencia descubre que esta solo, el resto de los efectivos que esperaban en los alrededores se han retirado, las tropas del general Valencia son derrotadas y los pocos sobrevivientes huyen, O’Riley y sus compañeros se retiran al convento de Churubusco.
Sitio de la batalla del Convento de Churubusco. Estaba rodeado por agua, los gringos tenían que entrar por un solo lugar.
Santa Anna se presenta en el convento con 5,000 soldados, sólo da órdenes de resistir hasta el final, deja algunas piezas de artillería y municiones. Se retira con las tropas dejando solos a los defensores de Churubusco.
A las órdenes de los generales Pedro María Anaya y Manuel Rincón 600 hombres sin experiencia en batalla y 200 efectivos del batallón de San Patricio se preparan para resistir solos el embate de los estadounidenses.
La batalla comienza cerca del mediodía del 20 de agosto, los soldados mexicanos defienden sus posiciones pero se acaba el parque, recurren a la dotación que les proporcionó el general Santa Anna, pero por desgracia, el calibre no es el adecuado para las armas mexicanas, ya que ese cargamento de municiones fue arrebatado al ejército estadounidense. Sólo los soldados del batallón de San Patricio tienen las armas adecuadas.
![]()
En ese momento el general Anaya, veterano de la guerra de independencia, ordena formación en el patio central del convento, esperan el ataque de las fuerzas estadounidenses, los atacantes escalan los muros del convento y presencian la disposición de las tropas mexicanas, comunican a sus compañeros la rendición de los defensores.
El general Twiggs entra al convento y se dirige al general Anaya:
“General: ¿dónde está el parque?”
“Si hubiera parque, no estaría usted aquí”
Del batallón de San Patricio fueron capturados 72 miembros, 59 eran irlandeses incluyendo a O’Riley. Fueron juzgados en dos cortes marciales, la primera el 8 de septiembre en Tacubaya donde se juzgaron a 43 de los procesados, 29 de los cuales eran irlandeses, los prisioneros restantes fueron juzgados en San Ángel.
El veredicto de las dos cortes fue, la declaración de inocencia de dos prisioneros, uno demostró que nunca había jurado fidelidad al ejército de los Estados Unidos, otro por estar afectado de sus facultades mentales, los 70 restantes fueron condenados a muerte por traición, 68 serían colgados y 2 mas fusilados.
Una revisión posterior por parte del general Scott, hizo que se cambiara el veredicto, se demostró que John O’Riley y cinco de sus compañeros habían desertado antes de que comenzara la guerra, por lo cual no estaban sujetos a pena de muerte. Se confirmó la pena de muerte a 50 prisioneros, se perdonó a 5 más, a otros 15 se les perdonó de la pena capital, O’Riley entre ellos, en vez de la ejecución serian castigados con 50 azotes con un látigo de cuero sobre la espalda desnuda y su rostro marcado con hierro al rojo vivo con una “D” de desertor.
Por orden del General Scott 16 de los condenados a muerte fueron ahorcados el 9 de septiembre en San Ángel, otros 4 murieron en Mixcoac el día 10, los restantes 30 fueron ejecutados en Mixcoac y Tacubaya el día 13 de septiembre precisamente en el momento en que la bandera de Estados Unidos reemplazó a la de México en lo alto del castillo de Chapultepec, cuando esta alcanzó lo más alto del asta, se abrió trampa del patíbulo.
Hubo un gran empeño por parte de los mexicanos por salvar a los miembros restantes del batallón, así como de extranjeros, miembros del clero y de la sociedad civil, pero el general Scott fue inflexible, posteriormente culpo al gobierno mexicano de sus muertes, debido a que favoreció la deserción, calificando esta acción como indigno de las leyes de la guerra.
Actualmente en la ciudad de México hay dos lugares en los que se recuerda a los integrantes del batallón de San Patricio. Uno es San Ángel, lugar en que hicieron las primeras ejecuciones, ahí se localiza la plaza de San Jacinto y frente a ella se encuentra lo que fue un cuartel de los "Patricios", en el exterior de este hay una placa de piedra de metro y medio de alto en recuerdo a ellos, aquí cada 12 de septiembre se lleva a cabo una ceremonia cívica. El otro lugar es el sitio de la batalla, el actual ex-convento de Churubusco y sede de un museo, ahí hay otra placa conmemorativa además de siete piezas de artillería utilizadas en la defensa del sitio, aquí cada primer domingo de mes se lleva a cabo una ceremonia con un grupo de gaitas.
El mayor homenaje que se les ha hecho está en el palacio de San Lázaro, sede del poder legislativo del país. En este lugar se encuentra el muro de honor dedicado a todas las mujeres, hombres e instituciones que han contribuido al desarrollo de México, ahí esta con letras de oro la siguiente inscripción:
"Defensores de la Patria 1846-1848" y al "Batallón de San Patricio"
¡Viva México Católico!
Estampillas conmemorativas de los 150 años de la ejecución de los los San Patricios, emitidas y usadas en Irlanda y México el año 1997
Batallón de San Patricio
Capitan John O'Relly -
Henry Logenhamer -Henry Venator -Francis Rhode -John Kiager -Alfred K. Fogal -George W. Jackson -William O'Connor -Richard Hanly -Johh Appieby -George Daiwig -Berney Hart -Thomas Millet -Hezekiah Akies -John Bartely -Alexander McKee -F. W. Carretson -John Bowers -M. T. Frantius -Henry Mewer -Henry Octker -Henry Whistier -William H. Keeck -Edward McHerron -Andrew Nolan -Patrick Dalton -John Cuttle -John Price -William Oathouse -William A. Wallace -Elizier S. Lusk -Herman Schmidt -Thomas Riley -James Mills -Lawrance Mackey -Francis O'Connor -Peter Neil -Kerb Delaney -Patrick Antison -Harrison Kenny -Rogan Hogan -John Sheeman -John A. Myers -Richard Parker -Lemmuel Wheaton -Samuel H. Thomas -David McElroy -Abraham Fitzpatrick -John Benedick -John Rose -Lachiar McLachien -Patrick Casey -John Brooke -Roger Duman -James Speers -Martin Lydon -Dennis Conaman -Auguste Morsrtaft-James McDowell -Gibson McDowell -Hogh McClelland -John McDonald -John Cavanaugh -Thomas Cassidy -John Daly -Martin Miles -Parian Fritz -James Kelly - John Murphy -John Little -Lewis Preifer
¡Erin Go Bragh!
Fuentes:
-El Águila Y La Cruz, Roberto Brown, 1999
-El Seductor De La Patria, Enrique Serna, 1999
-México Mutilado, Francisco Martín Moreno, 2004
-La Invasión, Ignacio Solares, 2005
-Museo Nacional De Las Intervenciones, Ciudad De México
© JFRB 0216102006
Por gratitud y afecto, los mexicanos debemos recordar siempre y rendir homenaje a los héroes del Batallón de San Patricio, irlandeses de corazón mexicano.
Dios les de la gloria a estos soldados valientes.
† Crux- ? Et - ? Gladius
En Cinetube ya está la peli íntegra para ser descargada en "Novedades" (Héroes sin patria).
"De ciertas empresas podría decirse que es mejor emprenderlas que rechazarlas, aunque el fin se anuncie sombrío"
BATALLÓN DE SAN PATRICIO
Una bandera verde,
"Erin go bragh!" como leyenda,
Un arpa como escudo,
México como senda,
Hijos de Irlanda,
Hambre y persecución,
Dejaron la isla,
Con ahogado dolor,
A las costas gringas,
Arribaron los gaélicos,
Desafiando al Atlántico,
Persiguiendo sueños,
Y allá se encontraron,
Casi lo mismo que en Europa:
El odio a la fe,
Y a la tradición católica,
Bajaron a México,
Que fue Nueva España,
Con John Riley encabezando,
Un camino entusiasta,
El gringo que los pateó
Ahora venía de cerca,
Invadiendo el norte,
De Hispanoamérica,
Tremendo latrocinio,
Que México sufrió,
Mas como un gato panza arriba,
Un noble pueblo peleó,
Y el Batallón de San Patricio,
Allá se batió con lealtad,
Empujando los cañones,
Con espadas de libertad,
Almas de gansos salvajes,
Para el batallón altivo,
Batallón de irlandeses,
Batallón de San Patricio,
Bravos tigres celtas,
Con el águila mexicana,
Emocionante testimonio,
De vida hispana.
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores