Azahar de ida, canela de vuelta

De Sevilla salió el azahar, en forma de esencia dulce ... y amarga, de Manila volvió la canela, en forma de sabor oriental.

El galeón parte de nuevo hacia Occidente cargado del Oriente. De nuevo por Acapulco, por México y por Veracruz, pero esta vez con una escala importante y significativa, en La Habana, "la perla del Caribe. Allí se reunían los buques que salían juntos para España, todos ellos llevaban mercancías, personas, ideas... desde América, desde Asia, hacia Europa. A México, a Cuba, a Sevilla y a Cádiz llegaron las sedas de China y las especias de las Indias Orientales, desde Filipinas. El viaje de regreso vuelve de nuevo a Sevilla, que en 1717 cedió una parte de su sitio americano y filipino a otra ciudad, más próxima del mar, más marinera: Cádiz. La continuidad y persistencia de esta línea transoceánica termina en 1813, coincidiendo con la independencia de un territorio que constituye una de sus escalas esenciales, México. Después se abriría el canal de Suez. Ha vuelto el galeón. Con un cargamento de acercamiento cultural, de historia común, para aproximar las dos orillas, las de Occidente y las de Oriente, a través de los océanos, a través del espacio y del tiempo. Un viaje intercultural para conocerse y reconocerse. El galeón hincha sus velas encendidas y vuelve a navegar.

Mapa intercontinental con las derrotas de ida y de vuelta desde España a Manila. Alejo Berlinguero. 1772. AGI Desde finales del siglo XVIII buques de la Armada española seguían la ruta de África y el océano Indico para llegar a Filipinas, un camino diferente a la ruta del Galeón de Manila, que se realizaba a través de América y del océano Pacífico.


Mapa derrotero del viaje que hizo de Manila a Nueva España el piloto Francisco Xavier Estorgo y Gallegos. 1770. AGI El "tornaviaje" o viaje de vuelta se iniciaba en los meses de julio o agosto aprovechando los monzones y las corrientes de Kuro-Sivo. El galeón llegaba a Acapulco en diciembre o enero después de un largo viaje. Desde allí muchas mercancías todavía tenían que atravesar América para llegar a Sevilla y Cádiz desde La Habana.

Vista del puerto y bahía de la ciudad de Cádiz. SGE A partir de 1717 Cádiz sustituye oficialmente a Sevilla en el control del tráfico interoceánico con AmŽrica y Filipinas. En poco tiempo la ciudad experimenta un importante auge.


Vista del puerto de La Habana. MN El progreso ha llegado a La Habana: viejos velámenes se sustituyen por chimeneas de vapor.


Vista de la ciudad y bahía de La Habana. MN Hasta la liberalización del comercio con las Indias a finales del XVIII. La Habana ostentaba el monopolio de la salida de los buques españoles desde América a la Península. En su bahía se reunían las flotas que llegaban desde Veracruz, Cartagena de Indias y todos los puertos de las costas caribeñas, para emprender juntos el camino de vuelta.


Navío de 74 cañones dibujado por Agustín Berlinguero para el Álbum marino de Cesáreo Fernández Duro. MN La defensa estratégica de las provincias de Ultramar supuso también la necesidad de dotar de infraestructura útil a los navíos de guerra de la Corona


Muestras de productos del país. La Ilustración Española y Americana. 1888. BN El comercio de las Filipinas se extendía a todo su entorno geográfico. En esta caso la fotografía muestra un muestrario de productos naturales e industriales preparado para ser presentado al gobierno del Japón.




Los días del futuro se alzan entre nosotros como una hilera de velas encendidas, doradas, vivaces, cálidas velas. Los días del pasado quedaron tan atrás, fúnebre hilera consumida donde las más cercanas aún humean, velas frías, torcidas y deshechas. Miro ante mí las velas encendidas.
Kavafis

AZAHAR DE IDA, CANELA DE VUELTA