Historia de la lengua española 1: El ibérico
El ibérico finalmente no pudo ser la única lengua que se hablase en la España prerromana: la diversidad de pueblos que actuaron en la Península, así como la incalculable amplitud cronológica de aquellos periodos –mucho más largos que los que llevamos de Historia- tuvieron que producir dentro de la Península imprecisables diferenciaciones dialectales y aun idiomáticas muy diversas entre sí en tiempo y espacio.
Y, en efecto, atestiguada está por escritores del siglo I la pluralidad de hablas en la España prerromana: Estrabón al tratar de la sabiduría de los turdetanos, autores de libros, poemas y leyes versificadas en lengua indígena, dice que el resto de los españoles “usaban también la gramática, mas no todos ellos de una gramática de la misma estructura, ni aun siquiera de una misma lengua (Hist. Nat III, I).
Así una lengua indoeuropea, el celta, tuvo arraigo siglos antes de JC en Lusitania y Gallaecia especialmente. De ella nos quedan nombres que pusieron a sus poblados o fortificaciones como Arcóbriga (hoy Arcos); Lacóbriga o Lagos, Segóbriga o Segorbe, Alpóbriga o Alpuébrega, Munóbriga o Munébrega.. compuestos ellos de -briga (ciudad) y algunos de sego- (fuerte).
De otros pueblos históricos –fenicios, griegos y cartagineses- raras huellas lingüisticas quedaron, como no sea la fenicia Gaddir (fortaleza), hoy Cádiz, o la griega Emporion, hoy Ampurias. Fenicios son también Adra, Málaga, Cartagena (ciudad nueva) antes Carthago Nova Carthadam, según San Isidoro: “Dido... urbem condidit et Carthadam nominavit quod phoenicia lingua exprimit civitatem novam mox sermone verso, Carthago est dicta”(Ethym. XV, 1, 30). La moderna terminación –ena de Cartag-ena es la popular que le darían los iberos al aplicar a Cartago un sufijo propio de ellos. (Sobre topónimos fenicios: Dietrich, Fhönizische Ortsnamen in Spanien, Leipzig 1936)
Mas por encima de toda lengua extranjera, una indígena –en resumen- existió en la España prerromana. Y esa es la lengua de las inscripciones en caracteres ibéricos, la de la toponimia ibérica, por toda la Península esparcida.
(J. Oliver Asín, Historia de la lengua española)
Marcadores