Un artículo impecable, cuya mayor virtud es continuar con el desprestigio de la clase política democrática.
Si algo ha cambiado en los últimos años es que la clase política ya no es el paladín de la Democracia, como en los años posteriores a la transición, sino unos individuos indocumentados, que solo buscan el bien propio, corruptos hasta las cejas. Esto la gente lo ha visto, el descontento es palpable, y es una circunstancia que nos beneficia, al haber cada vez más gente que vea con buenos ojos un "cambio", no se sabe muy bien adónde, pero desde luego empezando por el sentido común.
También es verdad que el señor Reverte mete la gamba con cierta frecuencia y sus artículos pecan demasiadas veces de populismo, aparte de que su estilo es muy... particular. Pero esto es otra historia totalmente diferente. Bien por esta vez.
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