Es frecuente leer que los orígenes del galeón tradicional no están bien definidos.
Pero no es el caso del galeón moderno, ese que todos hemos visto en películas e ilustraciones, del cual se puede decir con seguridad que surgió en 1581 en Santander.

En ese año surge la construcción naval como ciencia moderna, donde la tradición da paso al estudio previo y pormenorizado de todos los detalles y a la especialización de los buques para aumentar su capacidad de carga, potencia de fuego, velocidad, resistencia, etc. Se comienza la construcción en serie de varios buques iguales para acelerar el proceso constructivo y desperdiciar menos madera. Las características de los buques quedan fijadas por Ordenanzas Reales, apareciendo así las primeras normas oficiales de construcción naval.

"Felipe II convoca el primer debate moderno sobre construcción naval. Diego Flores de Valdés, Cristóbal de Barros, Pedro de Sarmiento, Juan Martínez de Recalde, y las Juntas de Santander y Sevilla, intercambian sus pareceres durante todo el año 1581 para definir las trazas, proporciones, medidas y fortalezas de los nuevos galeones, los "reales",
que acaban siendo nueve. Se fabricarían en Guarnizo [santander], entre 1582 y 1584; la Capitana y la Almiranta serían de 400 toneladas, y los demás de a 300.
"

"La construcción de buenos galeones plantea a la Corona el problema de la calidad de las maderas y de los
constructores. Así, en 1593 se ordena que no se dé registro para Indias a ninguna nao fabricada en astilleros de las
costas de Huelva ni de Cádiz, y que "ni navegue en la Carrera de armada ni de mercante". Se prefiere la calidad
demostrada de las fábricas del Cantábrico. La madera procedía de los bosques de las provincias septentrionales, hasta
que se esquilmaron. Se empleaba el roble para las piezas de gran longitud, y la encina, sólo al principio, para algunas
curvas; para la tablazón exterior se usaba el pino de Utrera, y con preferencia el de Prusia, y luego Escandinavia, para
los árboles; las velas eran de lino de Holanda o de "olona" y los cordeles de las jarcias se tejían de cáñamo de
Calatayud, y luego de Riga y Holanda. La brea para calafatear se hacía en Vizcaya, pero el alquitrán era de Moscovia."

"El galeón, debido a su origen en la nao y a su misión de escolta en las flotas, no navegaba, generalmente, a más
de seis nudos. La necesidad de disponer de navíos más veloces para responder a los ataques de los enemigos, motiva la
investigación para cambiar las trazas, los portes y las proporciones. Así se tiene el galeón de dos andanas de Juan de
Amassa (1628) y las propuestas de fragatas y galizabras de 1626, que no llegaban a las 300 toneladas. Se trataba de
mejorar la movilidad en el combate, haciéndolos más finos y con la artillería repartida en dos cubiertas para no
entorpecer su uso."

(El Galeón Español,
Francisco Fernández González)