La campaña de Granada en la Cruzada de Liberación y los requetés
Tal día como hoy, la madrugada del 23 de febrero de 1937, los requetés granadinos se dirigían a Sierra Nevada a conquistar las posiciones de los rojos. Así narraba Bernabé Copado la campaña de Granada:
Crónica de guerra de Bernabé Copado.
Entre los hechos portentosos de esta campaña, hemos de contar la conservación de la ciudad de Granada para el movimiento nacional. Ni el 18 ni el 19 se hizo nada en favor de él. Los de la FAI y los comunistas, aprovecharon estos dos días y anduvieron por las calles de la ciudad y en las puertas mismas de los cuarteles, repartiendo con espuertas, pistolas y municiones a los afiliados a sus organizaciones. Entre tanto el General Campins, nadaba entre dos aguas: se reunieron los Oficiales, le amenazaron, y hay quien asegura que alguno pasó de las amenazas a los hechos, abofeteándolo en la reunión. Las tropas permanecieron acuarteladas, y el 20 por la tarde, salieron 18 muchachos decididos a apoderarse de los resortes del mando, y desde aquél momento cambió el aspecto de la ciudad. Unos se dirigieron al Gobierno Civil, del cual se hizo cargo el Comandante D. José Valdés Guzmán: las fuerzas de Asalto que custodiaban el edificio mandadas por un Teniente, se cuadraron y no hicieron la menor resistencia: otros se encaminaron al Ayuntamiento.
Entre tanto las turbas se habían hecho fuertes en el laberinto de las callejuelas del Albaicín: después de tres días en que fueron dueños del barrio, se emplazaron unas piezas de la batería del Capitán López Rubio en el Cubo de la Alhambra y se acabó con la resistencia. Sin embargo, la situación de Granada no podía ser más comprometida: toda la provincia estaba en poder de los rojos que rodeaban la ciudad, hallándose por una parte a 12 kilómetros y por otra a 15: se encontraba además la capital aislada, sin posibilidad de comunicación por tierra, y de esta manera permaneció hasta el 20 de Agosto, en que se hizo el contacto en Loja, con las fuerzas mandadas por el General Varela.
Durante el mes de asedio, se vio atacada con frecuencia y ocasión hubo, en que el enemigo se acercó y estuvo a muy poca distancia de la ciudad: tal fué el combate que iniciado en Huétor Santillán vino a terminarse en las cercanías de la Fábrica de Pólvora de El Fargue: en él tomaron parte por el lado de los rojos, grandes contingentes de fuerzas regulares traídas del departamento de Cartagena, que luchaban con furia y se lanzaron repetidas veces a la bayoneta. Las fuerzas de Granada manifestaron energía indomable: derrotaron al enemigo y le cogieron dos piezas de artillería, setenta y dos mil cartuchos, don preciadísimo en aquellas circunstancias de asedio en que iban escaseando las municiones, y 400 granadas de cañón. Los granadinos eran 80: todos han sido propuestos para la medalla militar. Murieron en el compate, el Capitán Albalate y un soldado. Granada sufrió numerosos bombardeos de la aviación roja, y poco a poco fué conquistando el territorio, venciendo dificultades sin cuento.
El Requeté actuó, desde los primeros momentos, y ha sido uno de los más fogueados en la campaña. Ha luchado al lado de la legión; ha estado en la Columna del General Varela en la operación durísima de Cerro Muriano; tomó sólo con seis hombres, el pueblo de Santa María de Trasierra en la provincia de Córdoba y ha tenido durante varios meses destacados bastantes hombres en la serranía cordobesa. En la posición de La Matriz, se les pasaron muchos Guardias Civiles. Alma de este Requeté de Granada ha sido el Capitán Rodríguez Cueto, tan valiente y buen militar como probado por la adversidad en estos tiempos. He de hacer constar, por ser de justicia, que los puestos más comprometidos del frente granadino, han estado casi siempre encomendados al Requeté. Quiero poner de resalto algunos hechos de esta actuación. En la posición comprometidísima de Tózar resistieron un ataque que duró casi sin interrupción desde el 5 hasta el 11 de Febrero; fueron nombrados en la orden y propuestos para la medalla militar; no tenían trincheras ni defensas, y algún día ni comida.
En Limones, estuvo destacado un piquete al mando del Teniente Afán de Rivera; mantuvieron un ataque que duró desde las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde del día siguiente; les acometió el enemigo con artillería, con morteros, con ametralladoras, y no cedieron un palmo de terreno. Esto mismo les aconteció en Órgiva, donde mandaba el Requeté Joaquín Dávila. En En Alcalá la Real, entraron los Regulares por el flanco derecho, y el Requeté mandado por el Teniente Montave, por el izquierdo. No menos heroica ha sido la actuación del Requeté granadino en las operaciones de la Sierra. El 23 de Febrero por la madrugada, salieron 70 requetés al mando del Capitán Rubio Moscoso, camino de Sierra Nevada; llegaron a La Haza de las Papas; subieron al pie del Veleta; al llegar, a las 4 de la madrugada, al albergue, lo encontraron ocupado por milicianos; entablaron combate con los enemigos; unos huyeron y ocho quedaron muertos. Al amanecer, vieron avanzar por la blancura de la nieve, una columna compuesta de unos 400; los dejaron acercarse, y siendo el enemigo cuatro veces superior en número, les hicieron 43 muertos y pusieron en fuga a los restantes, muchos de los cuales murieron de frío en aquellas alturas. Hoy ya se puede mirar con tranquilidad el mapa de la provincia de Granada.
El heroico requeté Granadino (Tercio Isabel la Católica) rinde sus armas a Dios.
Tercios Requetes la Guerra Civil Española
Con la Columna Redondo: combates y conquistas; crónica de guerra. Bernabé Copado (1937)
Reino de Granada
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