PANORAMA DEL DESIERTO CULTURAL DE LA ESPAÑA DE FRANCO
I. La ordenación universitaria · II. Consejo Superior de Investigaciones Científicas · III. Proyección americanista · IV. El Instituto de España y las Academias · V. Panorama de las instituciones culturales en el exterior · VI. Universidades de verano
Consideración inicial
La defensa de nuestra cultura, frente al krausismo antiespañol del pasado siglo, no fue una mera cuestión bizantina. «El asunto –escribía Laverde a Menéndez Pelayo– es de importancia y de honra nacional», y era preciso convencer del trascendental contenido de nuestra ciencia no sólo a los extranjeros que sistemáticamente nos denigraban, sino también a algunos compatriotas más versados en libros de extranjeros que de connacionales.
Si realizamos un rápido recorrido de nuestra Historia, desde los lejanos años del predominio aragonés en el Mediterráneo, pasando por la imprescindible bibliografía de Nicolás Antonio, «Bibliotheca Hispana Vetus et Nova», hasta muy avanzado el siglo XVIII, veremos confirmarse la trascendencia de una revisión del concurso intelectual que España ha prestado a la cultura del mundo. Y perteneciendo Menéndez Pelayo a una generación de sabios que viene a España promediado el siglo XIX –Ramón y Cajal, Ferrán, Ribera, Sánchez Ocaña, &c.–, tampoco puede decirse que la tradición de nuestro progreso científico y humanístico haya sido interrumpida.
Para revivir espiritualmente aquellos tiempos, habría que bucear en bibliotecas y archivos, ya que de laboratorios casi no puede hablarse, ni en España ni fuera de ella, hasta pleno siglo actual.
No es sin embargo, el propósito que inspira este trabajo volver la vista atrás sobre cosas ya afortunadamente conocidas, sino explicar la situación de nuestra cultura, haciendo un breve examen sobre la culminación del esfuerzo español en el ámbito del saber contemporáneo, para revisar después la proyección de nuestro pensamiento docente hacia el exterior, en el sentido de una colaboración con los demás países que con nosotros comparten hoy la denominada cultura occidental. [4]
La nueva ordenación de la Universidad española, por su orientación y sus principios inspiradores, marca el punto culminante de la historia universitaria en España, implantando la Universidad educativa.
Ninguna reforma universitaria fijó con mayor tino la misión que corresponde realizar a la Universidad, puesto que no atiende solamente a lo puramente científico, sino también a lo educativo, procurando ampliar la Universidad tradicional con los progresos de la investigación científica. Educar y formar a la juventud para el futuro; tal es el lema de la Universidad, procurando formar hombres que constituyan el substrato del investigador o el profesional perfectos.
Los órganos encargados de esta función educativa son: los Colegios Mayores, los organismos de formación religiosa universitaria, el Sindicato Español Universitario, la Milicia Universitaria y el servicio de Protección Escolar.
Colegios universitarios. – Haremos hincapié en la organización de los Colegios Mayores, que son órgano fundamental de la nueva Universidad para realizar la formación general del futuro académico. Ellos reviven la vieja gloria de los antiguos Colegios, no con el fin de restaurar cosas viejas, sino con el deseo vehemente de una verdadera resurrección a la vida actual. Los Colegios Mayores deben ser el órgano primordial de la Universidad que surge, y en donde se forja la personalidad íntegra del estudiante en su dimensión natural y sobrenatural, individual y social, intelectual, estética y física, completando así la preparación científica de las Facultades y formando al alumno para ser hombre.
Existe en España un centenar de Colegios Mayores:
En Barcelona, «Fray Junípero Serra», «San Jorge», «San Raimundo de Peñafort», «Mater Salvatoris»; en Cádiz, «Fray Diego de Cádiz»; en Córdoba, «Lucio Anneo Séneca»; en Granada, «San Bartolomé y Santiago», «Fray Luis de Granada» e «Isabel la Católica»; en La Laguna, «San Fernando», «San Agustín»; en Madrid, «Jiménez de Cisneros», «César Carlos», «Santa María», «Santa María del Campo», «Nuestra Señora de Guadalupe», «San Felipe y Santiago», «San Pablo», «Apóstol Santiago», «José Antonio», «Santa Teresa de Jesús», «Nuestra Señora de la Victoria», «P. Poveda»; en Murcia, «Cardenal Belluga», «Sagrado Corazón»; en Oviedo, «Valdés Salas», «San Gregorio», «Santa Catalina»; en Salamanca, «Fray Luis de León», «San Bartolomé», «Hernán Cortés», «San Miguel Arcángel», «Santa María de los Ángeles»; [5] en Santiago de Compostela, «Generalísimo Franco», «La Estila», «Santiago Apóstol», «El Pilar»; en Sevilla, «Hernando Colón», «Santa María del Buen Aire»; en Valencia, «Luis Vives», «San Vicente Ferrer», «Alejandro Salazar», «Santa Teresa de Jesús»; en Valladolid, «Felipe II», «Santa Cruz», «Reyes Católicos», «María de Molina»; en Zaragoza, «Pedro Cerbuna», «Fernando el Católico», «Cardenal Xavierre», «Santa Isabel, infanta de Aragón».
Estas residencias universitarias, de gloriosa tradición en España, por lo adecuado de su ambiente y lo confortable de sus instalaciones, constituyen el lugar mas propicio y adecuado para alojar a la juventud universitaria o post universitaria.
La Ciudad Universitaria de Madrid.
La función docente de la Universidad española fue, desde los remotos tiempos medievales, tan importante, que Salamanca, por ejemplo, formó con las Universidades de Oxford, París y Bolonia, el cuarteto de mayor categoría en materia cultural europea. Posteriormente, las otras Universidades, como la de Alcalá de Henares o Sevilla fueron emporios de cultura, secundadas por Granada, Valencia, Santiago, Oviedo, Valladolid, Barcelona, Zaragoza, Murcia y La Laguna. Ya en los días actuales, la Universidad de Madrid, con su Ciudad Universitaria, debe contarse como una de las más completas universidades del mundo.
Sobre el pintoresco panorama de la Moncloa, en el escenario velazqueño que sirve de marco a Madrid, se alza la Ciudad Universitaria, cuya fundación data del 17 de marzo de 1927. Una comisión de ingenieros españoles visitó Francia, Alemania, Inglaterra, Holanda y Estados Unidos antes de redactar sus proyectos. El 21 de julio de 1929 comenzaron las obras, siendo necesario remover un millón de metros cúbicos de tierra antes de construir algunos viaductos y terraplenes para dar comienzo a las edificaciones. El 6 de noviembre del año siguiente dio principio la construcción de las Facultades de Medicina y Farmacia, y en 1932 empezaron las obras del Hospital Clínico. En el año siguiente, se inician los pabellones de las Facultades de Ciencias y la Escuela de Arquitectura. Y en 1935, surge el Colegio Mayor de Cisneros.
Ciencia y heroísmo. – En 1936 da principio la Cruzada Nacional: España y el comunismo, frente a frente. El Hospital Clínico se convierte en teatro de guerra durante 32 meses; gran parte de la Ciudad Universitaria quedó destruida.
En 1940, el Gobierno de Franco incorporó a su programa como punto fundamental, el proyecto de reconstrucción de la Ciudad Universitaria, iniciándose las obras en 1941, que debían consistir en una reconstrucción total de las Facultades y las Escuelas Especiales.
En la actualidad, la panorámica de la Ciudad Universitaria ofrece un espléndido punto de vista; las edificaciones alternan con los bosques renovados, y no sólo están en pie la Facultad de Filosofía y Letras, las de Medicina, Farmacia, Física y Química, las Escuelas de Arquitectura, de Ingenieros de Montes y Agrónomos, de Ingenieros Navales y el Instituto de Cultura Hispánica, con varios Colegios Mayores, sino que, además, estos grandiosos edificios, en los que se combina la arquitectura con la eficacia, alternan con los campos de deportes: [6] de rugby, fútbol, atletismo, tenis, tiro, pistas de cemento para patinar, piscinas, &c.
La Ciudad Universitaria representa en la hora actual la más gigantesca obra realizada por un gobierno en favor de la cultura, sin rival en el Continente Europeo. Más de 20.000 estudiantes de enseñanza superior se forman aquí.
El proyecto prevé, además, un monumento al Cardenal Cisneros, fundador de la Universidad Complutense, y otro al rey Alfonso XIII, creador de la Ciudad Universitaria. Un templo dedicado a Santo Tomás de Aquino, patrono de la Universidad española, y un selecto jardín botánico completan la espléndida Ciudad Universitaria de Madrid.
II. Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Fue creado por Ley de 24 de noviembre de 1939, y su misión es el fomento, orientación y coordinación de la investigación científica nacional.
En el nuevo organismo quedaron integrados miembros de las Reales Academias, Universidad y Escuelas Superiores de Ingeniería, Prelados representantes de las ciencias sagradas, técnicos de bibliotecas y archivos, personalidades de la investigación privada y figuras de la industria, estableciéndose de este modo una amplia comunicación científica entre las personas más representativas de la investigación española.
En Madrid, hacia la terminación de la calle de Serrano, se alza una verdadera ciudad de la investigación; un gran complejo arquitectónico, de líneas severas y modernas a la vez, que acoge dentro de la más estricta unidad una serie de Institutos y Centros de investigación, y el edificio central, donde se aloja el Gobierno del Consejo.
Estructura del Consejo. – El Consejo Superior de Investigaciones Científicas consta de ocho patronatos, que agrupan bajo la advocación de los mejores nombres de la ciencia española cada uno a una serie de Institutos y centros investigadores hasta un total de 135.
Todos los años el Consejo, reunido en sesión plenaria, resume los trabajos realizados y los progresos obtenidos.
El Consejo, que tiene la sede central en Madrid, reparte sus centros de colaboración por todo el territorio nacional, cultivando las más distintas ramas del saber humano, organizadas según la afinidad de las materias, en tres grandes grupos, que corresponden a otros tantos aspectos del saber: el espíritu, la vida y la materia.
Las ciencias del espíritu están representadas por 29 centros, agrupados en los dos Patronatos siguientes:
Patronato «Raimundo Lulio», dedicado a las ciencias teológicas, filosóficas, jurídicas y económicas, con los siguientes institutos: De Teología, Derecho Canónico, Filosofía, Pedagogía, Derecho Internacional, Economía, Sociología, Estudios Jurídicos; más el departamento de Filmología, [7] el de Culturas Modernas y el que se titula «Maioricensis Schola Lullistica».
Patronato «Marcelino Menéndez Pelayo», de Historia, Filología y Arte, con los siguientes Institutos: Filología Clásica, Filología Hispánica, Estudios Árabes, Estudios Hebraicos y Oriente Próximo, Historia, Historia Hispanoamericana, Marina, Historia Eclesiástica, Misionología Española, Arte, Numismática, Arqueología y Prehistoria, Musicología, Estudios Gallegos. Además: Seminario Filológico, Escuela de Estudios Medievales, Escuela de Historia Moderna, Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla.
En el campo de las ciencias biológicas trabajan 36 Centros de Investigación, integrados en otros dos Patronatos:
«Patronato Santiago Ramón y Cajal», de Medicina y Biología Animal, con los siguientes Institutos: Antropología y Etnología, Entomología, Medicina Experimental, Farmacología Experimental, Endocrinología Experimental, Hidrología Médica y Climatología Municipal de Nutrición y Alimentación de Madrid, Investigaciones Médicas y Clínicas de la Universidad de Madrid, Postgraduados de la Casa de Salud «Valdecilla», Parasitología, Fisiología y Bioquímica, Medicina Colonial, Investigaciones Veterinarias, Historia de la Medicina y de las Ciencias Naturales; además, los siguientes Centros: Museo Etnológico, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Departamento de Cirugía Experimental, Departamento de Ciencias Médicas de Barcelona, Departamento de Investigaciones Bromatológicas, Laboratorio de Farmacia Galénica, Departamento de Patología Animal, Departamento de Zootecnia de Córdoba, Centro de Genética Animal y Humana de Barcelona, Departamento de Medicina Psicosomática, Departamento de Investigaciones Psiquiátricas.
Patronato «Alonso de Herrera» de Biología Vegetal y Ciencias Agrícolas, con los siguientes Centros: Instituto de Botánica, Jardín Botánico, Instituto de Farmacognosia, Instituto de Edafología y Fisiología Vegetal, Instituto de Microbiología, Misión Biológica de Galicia, Instituto de Biología Aplicada de Barcelona, Estación Experimental de Aula Dei, Instituto de Aclimatación de Almería, Laboratorio de Investigación Cerealista de Barcelona.
Las Ciencias físico-matemáticas se cultivan en los diecisiete Centros que componen el Patronato «Alfonso el Sabio», de Matemáticas, Física y Química, con los siguientes Institutos y Centros: Instituto Nacional de Matemática, Instituto «Jorge Juan» de Matemáticas, Seminarios Matemáticos de Barcelona y Zaragoza, Consejo Nacional de Física, Instituto de Física, Departamento de Electricidad, Instituto de Óptica, Instituto de Química Física, Instituto de Química, Instituto de Investigaciones Geológicas, Instituto Nacional de Geofísica, Observatorios de Física Cósmica del Ebro y de Cartuja, Observatorios Astronómicos de Santiago de Compostela y de Villafranca de los Barros, Unión Nacional de Astronomía y Ciencias Afines.
El Patronato «Juan de la Cierva» desarrolla sus trabajos de investigación técnica mediante sus Institutos propios y mediante su relación con Institutos de los Patronatos «Alonso de Herrera» y «Alfonso el Sabio». Diecisiete Institutos o Centros componen este Patronato de Investigación Técnica, a saber: Instituto «Leonardo Torres Quevedo», Instituto [8] de la Construcción y del Cemento, Instituto del Combustible, Instituto Especial de la Grasa y sus Derivados, Instituto de Racionalización del Trabajo, Instituto de la Soldadura, Instituto del Hierro y del Acero, Instituto de Electrónica, Centro Experimental del Frío Industrial, Instituto de Investigaciones Pesqueras, Sección de Estudios Laneros, Departamento de Plásticos, Instituto de Investigaciones Técnicas de Barcelona, Asociación Electrónica Española, Laboratorio de Investigaciones Electrónicas «Laffón-Selgas».
Los estudios locales, bajo el Patronato «José María Cuadrado», son recogidos y sintetizados según los datos que proporcionan las Corporaciones provinciales, municipales y privadas, formándose 29 Institutos o Centros.
En el Patronato «Diego de Saavedra Fajardo» se recogen trabajos de carácter fundamentalmente geográfico, sistematizando la actividad que el Consejo mantiene en relación con la cultura internacional, y abarca los siguientes Institutos o Centros: Instituto de Geografía, Instituto de Bibliografía, Instituto de Estudios Africanos, Centro de Estudios de Etnología Peninsular, Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, Universidad Hispanoamericana de Santa María de la Rábida, Instituto de Estudios Pirenaicos de Jaca, Instituto de Estudios Hispanoamericanos de Investigaciones Científicas, Instituto del Hispanismo.
Formación de investigadores. – La tarea fundamental del Consejo, aparte de la muy importante de haber creado toda una red de instalaciones materiales, es la creación de un alto cuerpo de científicos para quienes la investigación constituye una profesión. Con este criterio fueron creadas las plazas de colaboradores e investigadores científicos del Consejo por los Decretos de 15 de julio de 1945 y 23 de mayo de 1947, perfeccionándose el régimen de dicho personal científico con el Decreto y Reglamentación de 13 de julio de 1951.
El Consejo tiene, además, una Escuela de Estudios Auxiliares de la Investigación.
Cambio intelectual. – Como una importante proyección hacia el exterior, se creó por el Consejo la sección de Cambio Internacional, que mantiene un amplio contacto con el extranjero, a fin de establecer una correlación entre los estudios de los investigadores españoles y los de otros países. Dicho intercambio no se refiere únicamente a las prestaciones de índole personal, sino principalmente al servicio de documentación científica.
Contacto con el extranjero. – Para las relaciones universitarias, el Consejo está en contacto con las Universidades estatales libres, Centros técnicos y grandes Escuelas Especiales de los siguientes países:
Alemania (42 Centros), Austria (10), Bélgica (31), Dinamarca (11), Finlandia (9), Francia (77), Grecia (3), Holanda (13), Inglaterra (63), Irlanda (11), Islandia (1), Italia (40), Luxemburgo (1), MaIta (1), Noruega (7), Portugal (9), Suecia (19), Suiza (15), Vaticano (4), África Occidental Francesa (1), África del Sur (7), Argelia (1), Egipto (5), Marruecos Francés (4), Túnez (1), Afganistán (1), Birmania (1), Filipinas (13), [9] India(19),Israel (5), Japón 1(8), Líbano (4), Pakistán (3), Persia (1), Siria (1), Tailandia (1), Australia (13), Nueva Zelanda (2), Canadá (20), Estados Unidos (186), Argentina (48), Bolivia (10), Brasil (15), Colombia (9), Costa Rica (1), Cuba (1), Chile (5), Ecuador (5), Guatemala (1), Haití (1), Méjico (25), Nicaragua (4), Panamá (1), Paraguay (2), Perú (7), Puerto Rico (1), República Dominicana (1), El Salvador (1), Uruguay (2), Venezuela (3). Total de Centros: 777.
De todos estos Centros de los diferentes países con los que está en contacto el Servicio de Documentación, el Consejo posee en la actualidad un total de 2.036 publicaciones.
Además, el Servicio de Documentación ha reunido un fichero de todos los profesores extranjeros en relación con el Consejo, así como de los profesores españoles, con sus datos biográficos más importantes y sus actividades y publicaciones científicas. Hasta ahora, estos ficheros están compuestos por el siguiente número de fichas: Profesores extranjeros, 815 fichas; profesores españoles, 352; fotografías, 597.
Respecto a las relaciones con organismos internacionales, el Servicio de Documentación se halla en contacto con 34 de ellos; los más importantes: Unesco, International Council of Scientifics Unions y sus comisiones especiales, Bureau International d’Education, de Ginebra; Bureau International des Universités, de París; Instituto Académico Internacional, de Holanda; Pan American Union, de Washington; Unión Académica Internacional, de Bruselas.
Como quiera que la vida y las necesidades de la investigación reclaman la existencia de unas relaciones lo más estrechas posibles, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas desarrolla una gran actividad, con asistencia a los Congresos Internacionales, donde se ha oído la voz de nuestros investigadores y se han establecido contactos personales de indudable utilidad. En ocasiones, estos Congresos tienen lugar en Madrid, originando la presencia en nuestra Patria de hombres de ciencia internacional. Señalamos el ejemplo del año 1951, en el que los investigadores del Consejo estuvieron presentes en cuarenta y ocho Congresos internacionales celebrados en doce países.
Por lo que se refiere al intercambio de becas, otorgadas al personal investigador docente, el Consejo mantiene intercambios de esta índole con la Universidad de Bonn, Deutscher Akademischer Austauschdienst, Universidad de Göttingen, British Council, Universidad de Lovaina, Instituto Hispano-Mejicano de Investigaciones Científicas, Universidad de Utrecht, Eidg, Technische Hochschule y Universidad de Zurich, centros que ofrecen un campo de estudio a nuestros becarios, facilitando a los suyos la compensación de trabajar en bibliotecas y laboratorios de los Institutos científicos españoles.
Bibliotecas. – Posee la Biblioteca General del Consejo unos cien mil volúmenes, y por su organización debe considerarse dentro y fuera de España como una biblioteca modelo. Las bibliotecas especiales forman un conjunto bibliográfico que se aproxima a un millón de volúmenes, y son más de 15.000 las revistas. Cada Instituto tiene [10] organizada su biblioteca con arreglo a la respectiva especialidad.
Labor editorial. – En materia de libros, las publicaciones del Consejo han ampliado en los últimos años el campo espiritual de la vida española. El carácter de las publicaciones se deriva de la actividad investigadora de cada Instituto.
Los títulos de libros editados durante el decenio 1940-1950 pueden distribuirse de la manera siguiente: 1940-41, 24 libros; 1942, 69; 1943, 64; 1944, 90; 1945, 100; 1946, 168; 1947, 163; 1948, 179; 1949, 125, y 1950, 192; que hasta dicha fecha suman un total de 1.174 libros, sobre todas las disciplinas del saber.
Complemento de estas obras son las 121 revistas periódicas que edita el Consejo para recoger los resultados de las investigaciones de los Institutos y con las cuales se mantiene un contacto permanente con la cultura del mundo.
Delegación en Roma. – Finalmente, los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Educación Nacional, en coordinación, han establecido en Roma una Delegación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con la finalidad de proseguir las tareas de la ciencia y la investigación españolas en la Ciudad Eterna, desarrollando y ordenando la labor de los investigadores españoles en Italia.
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Temas españoles, nº 102
Publicaciones españolas
Madrid 1954 · 29 + IV páginas
Proyección cultural de España / Alvar Fañez / Temas españoles 102 / Madrid 1954
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