El PJ, Mao y el P.R.I.:
En foco: la "Revolución Cultural" de Cristina
Por Walter Curia
Los cambios en el gobierno de Cristina Kirchner se parecen a la Revolución Cultural emprendida por Mao a finales de los 60.
Hablar de las semejanzas entre el Justicialismo y el PRI de la larga hegemonía mexicana fue cosa corriente en los últimos años. Los dos en efecto se manifestaron como "partidos del poder" en la Argentina y en México. Entre quienes advirtieron paralelismos entre el peronismo y el PC chino estuvo el analista de política exterior Jorge Castro, que en los 90 asimiló las privatizaciones y la apertura de Menem al proceso de transformaciones inciado por Deng en 1978. Pero el primero en mencionar a China fue, como con casi todo, Perón: "Si yo hubiera sido chino habría sido maoísta", dijo alguna vez el general.
Si nos obstinamos en esa línea, los cambios en el Gobierno de Cristina Kirchner se parecen a la Revolución Cultural emprendida por Mao a finales de los 60, una radicalización de la revolución china que derivó en la condena pública a la dirigencia y las políticas de la vieja guardia.
La humillante salida del camporista auténtico Esteban Righi de la Procuración General, anticipada en el tiempo por la de Jorge Taiana en la Cancillería, representa en el contexto de la Argentina de 2012 el escarnio público de los paseos con bonete de la dirigencia china en los ´60. La escucha paciente de Julio De Vido del discurso de Axel Kiciloff en el plenario de comisiones del Senado sobre el estrepitoso fracaso de la política energética que él mismo condujo se parece mucho al cartel colgado al cuello de los viejos dirigentes del PC chino de entonces. El jauretcheano Aníbal Fernández, le incomode o no al senador, fue una de las primeras víctimas después del vuelco en la política de seguridad del Gobierno con la llegada de Garré. Se podría hacer una lista robusta de nombres que incluirá a muchos legisladores con mandato cumplido, ladeados de las listas de candidatos. Dos de las grandes reconvenciones son las destinadas a Hugo Moyano y Daniel Scioli, a quienes si fuera posible se castigaría con una vara en la plaza.
Sin entrar en agüeros, el espejo con China termina en el final de los ´60. Se sabe cuál fue el resultado de la Revolución Cultural tras la muerte de Mao . Nada venturoso. La verdadera incógnita es el destino de esta suerte de período de restauración inciada por Cristina donde aún no se sabe bien qué cosa se restaura ni en base a qué preceptos. Fuera del espíritu nacionalista con las que parecen impregnadas las últimas decisiones, ¿cuáles son las fuentes a las que regresa el kirchnerismo? ¿Las de 2003? ¿Las del período de la gobernación patagónica? ¿Las del primer peronismo? Puede decirse que todas difieren, y en mucho.
Como la estatización de las pensiones, la renegociación de la deuda, el pago al FMI, la toma de YPF es otra toma de la bastilla kirchnerista, todas decisiones de alto valor simbólico y fuerte impacto, que dividen opinión. Como aquellas, la expropiación de la petrolera tiene un rasgo disitintivo: responde a la lógica del dinero como principio organizador del proyecto de los Kirchner. Una fuente a la que sí se abreva una y otra vez.
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
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