El apresamiento de la fragata Helène y quema de la Richmond

19 mayo, 2022

Por Juan García (Todo a Babor)



Introducción

No es la primera vez que relatamos el apresamiento de alguna fragata de guerra francesa. No se dio mal en aquellas primeras etapas de la guerra contra la Francia revolucionaria.

Ya hemos visto el apresamiento de la Iphigénie, así como el de la fragata Impérieuse, que fue en colaboración con los británicos, aunque estos se la quedaron para ellos de manera poco diplomática.

Pero es que, además, los franceses entregaron a los españoles en Puerto España (Trinidad), una división entera1, se trataba del navío de línea Le Ferme (74), la fragataCalipso (36), la corbeta Maréchal de Castries (16) y la goleta L’Élisabeth (14).
Hoy le toca el turno al apresamiento de la fragata Helène, una soberbia fragata francesa de guerra, de batería de 12 libras, que cayó en poder de los españoles en aquella corta guerra contra los republicanos franceses que fue de 1793 a 1795.

Además, en aquella misma ocasión, también ocurrió la quema de otra fragata francesa, la Richmond, incendiada por su tripulación para evitar su apresamiento por los españoles.

Todo esto pasó unos meses antes de que las escuadras hispano británicas ocuparan Tolón el día 29 de agosto de 1793. Allí, también los españoles tendrían la oportunidad de incendiar dos fragatas más francesas: la Montreal y la Iris, ambas de 32 cañones.

Sin embargo, los únicos buques importantes que pudo apresar la marina francesa a España fueron algunos buques del Servicio de Correos Marítimos, que ni siquiera eran de la Real Armada. No pudieron hacer mucho en la mar en aquel conflicto ni teniendo superioridad numérica, como en el caso del navío Montañés y su aguerrida resistencia.

Fragatas Helène y Richmond

Vamos a contar algunos datos sobre las fragatas francesas implicadas.


Fragata Helène

La Helène pertenecía a la clase Charmante2, una serie de seis fragatas diseñadas bajo los planos del constructor Jacques Denis Chevillard le Cadet3 y construidas en Roquefort entre 1778 y 1792. Precisamente la fragata Helène fue la última en construirse aquel año. Era, por tanto, una fragata prácticamente nueva.

La fragata, clasificada de 32 cañones, disponía del siguiente armamento: 26 cañones de 12 libras en su batería principal y 6 cañones de 6 libras en el alcázar y castillo de proa. A este armamento se le añadió entre 2 y 4 obuses de 36 libras, aunque el día del apresamiento la Helène no los llevaba, así como tampoco los de seis libras por cuestiones que ya comentaremos.
Tenía las siguientes medidas:

41 metros de eslora, 10,52 metros de manga y 5,5 metros de calado. Desplazaba 650 toneladas. Fue una magnifica velera como se verá.

Plano de la fragata Gracieuse, de la misma clase que la Helène, luego HMS Unite.

Fragata Richmond

Si la Helène era una fragata nueva, la Richmond era ya en 1793 toda una veterana, que había pasado por varias guerras y dos pabellones distintos. A punto estuvo de tener también la bandera de España ondeando, pero, como veremos, no pudo ser por poco.

Comenzó su servicio activo en la marina británica como Richmond4, construida por John Buxton bajo los diseños de William Bately en 1756. Resultaron ser unos buques muy resistentes.

La Richmond era ligeramente más pequeña que la Helène. Tenía una eslora de 39 metros, una manga de 10 metros y un calado de 3,58 metros. Desplazaba unas 646 toneladas.

Su armamento era idéntico al de la Helène, también de 32 cañones: 26 cañones de 12 libras y 6 de 6 libras.

La Richmond, como decíamos, empezó su servicio con la Royal Navy, participando en las guerras revolucionarias norteamericanas. Fue apresada por el navío francés Bourgogney la fragata Aigrette el 11 de septiembre de 1781 en la bahía de Chesapeake, pasando al servicio de la Marina francesa desde entonces, participando en la Batalla de los Santos del 12 de abril de 1782, donde se destacó al poner a salvo al navío Glorieux.

Plano de la bodega y sollado de la fragata Richmond en su servicio británico. National Maritime Museum, Greenwich, Londres.

El apresamiento de la Helène

A los franceses no les costó mucho hacerse con las islas de San Pietro y Sant’Antìoco (cerca de Cerdeña, al suroeste). No así el resto de la isla principal, de la que fueron rechazados por los sardos.

Mapa con la ubicación de las islas de San Pietro (norte) y San Antioco (sureste de la anterior), con la isla de Cerdeña al este de ambas y el Golfo de Palmas, lugar donde ocurrió el apresamiento. Google Earth.

Pero los españoles salen de Cartagena el 23 de marzo, con una escuadra al mando del teniente general Francisco de Borja y Poyo, dispuestos a recuperar las islas para los sardos. Había que evitar que los franceses utilizaran aquellas islas como futuras bases. Llevaba la escuadra española 24 navíos y nueve fragatas. Sin duda, una agrupación muy importante.

La fragata Richmond se hallaba fondeada en la Isla de San Pietro, pero en la entrada del Golfo de Palmas la escuadra española se encontró con una fragata francesa: la Heléne.

Inmediatamente, la fragata Heléne trató de escapar de los buques españoles que se les echaban encima. Asimismo, los españoles habían tenido la prevención de dejar a un práctico para que vigilase los movimientos de la Richmond.

Las primeras embarcaciones españolas en iniciar la caza de la Helène fueron las fragatas Perla y la Santa Casilda, ambas de 34 cañones (con batería principal de 12 libras). Cada una se situó a una banda de la fragata francesa. Más atrás iban como refuerzo los navíos Galicia y San Agustín, los dos de 74 cañones.

La primera fragata que se puso a tiro de la Heléne fue la Santa Casilda, que lo hizo a las nueve de la noche.

Popa de la fragata Santa Casilda, la principal responsable del apresamiento de la fragata francesa Helène. Archivo del Museo Marítimo de Barcelona.

Esta disparó dos andanadas, además de algunos cañonazos de la Perla, que justo llegaba en ese momento, y la fragata francesa se rindió, sin disparar ni un sólo cañonazo.

Aunque la Heléne fue tomada en posesión por el comandante de la fragata Santa Casilda, el capitán de fragata Juan María de Villavicencio y de la Serna, el comandante de la fragata Perla, el capitán de la misma clase Francisco Vázquez de Mondragón, parece ser que se atribuyó él mismo no sólo el apresamiento de la Heléne, sino también la destrucción de la Richmond.
Puso este comandante en su hoja de servicios:

Mandando la Fragata Perla en la Escuadra del Exmo. Sr.. D. Francisco de Borja, me encontré en la toma de las Islas Sardas de S. Pedro y S. Antioco, en esta impedí a la Fragata enemiga la Elena saliese del Golfo de Palma, estrechándola en las bordadas contra la costa, hasta que se vio precisada a rendirse a la Fragata de mi mando, y a la Casilda que la atacaba en distancia; en seguida obligué a la Fragata Risehmon [sic] a que se pegase fuego, pues a la Espía me aproximé casi a tiro de cañón: de esta importante comisión dio S.M. las gracias a todos los Comandantes de los Buques de la Escuadra.
Hay que aclarar que esto figuraba en su hoja se servicios, un resumen de su carrera en la Armada hecho por uno mismo y no figuraba en un parte oficial de combate, por lo que se puede disculpar un tanto el más que probable elogio exagerado de sí mismo en aquella acción.

Combate de la Junon, de la misma clase que la fragata Helène, apresa junto con la Gentille al navío británico de 64 cañones Ardent. En realidad, el navío británico se rindió cuando se incorporaron dos navíos españoles: el Miño y el Septentrión, a los que se sumó al final el Princesa, que navegaban en conjunción con la escuadra francesa por la zona del Canal de La Mancha, algo que ignora esta pintura de Auguste-Louis de Rossel de Cercy. Château de Versailles.

A bordo de la fragata apresada se puso provisionalmente al mando el segundo comandante de la Santa Casilda, el teniente de navío Diego Butrón.

La fragata Heléne estaba mandada por el teniente de navío Jean-Baptiste-Alexis Fradin5, y se componía de cuatro oficiales, seis aspirantes (guardiamarinas) y 240 hombres de equipaje.

Tenía todo su armamento a excepción de los cañones de a 6 libras, de los que faltaban seis piezas, que habían sido desembarcadas previamente en la isla de Sant’Antìocopara formar una batería de tierra.

Al parecer, según observaron los apresadores, los cañones de 12 libras de la Heléne eran muy buenos y la propia fragata, de construcción nueva, era excelente. El general Borja informaría de ella en estos términos:

Es buque nuevo, forrado en cobre, de buen perfil y mejores propiedades, sacando ventaja en el andar a las fragatas que le dieron caza, a excepción de la Esmeralda, que ha sido la mas velera en esta campaña.
Los prisioneros de la Heléne fueron repartidos en los navíos de la escuadra, sacando de estos el mismo número de tripulantes que fueron destinados a la presa. No se quería marinar la fragata sin más hacia un puerto, si no obtener una unidad operativa que utilizar en aquella campaña, sabiendo además lo buena velera que era y en el magnífico estado en el que se encontraba.

La embarcación estaba en origen bien dotada de armas, pertrechos de guerra y víveres, aunque no de dietas, medicinas, utensilios de cirugía y de piloto. De todo ello se repuso de la escuadra.

Y así, con su dotación nueva sacada de los otros buques y puesta al mando del capitán de navío Antonio del Postigo, se la nombró Elena-presa, a la espera de que la Real Armada le pusiera un nombre definitivo.
Esta fragata pasaría a llamarse posteriormente Sirena, terminando su servicio en la Armada en 1807, cuando naufragó en Campeche.
La quema de la fragata Richmond

Habíamos dejado a la otra fragata de guerra francesa anclada cerca de la isla de San Pietro.

El general Borja no quiso desaprovechar la ocasión de hacerse con otra fragata y mandó al navío San Ildefonso, del mando del brigadier Domingo de Nava y Porlier para que intentara apresarla.

El navío español logró apresar una escampavía6 de dos cañones, nombrada Saide, lo que provocó que los franceses de la Richmond tomaran la determinación de quemar su fragata para evitar que ocurriera lo mismo que con la Heléne.

El capitán de navío de la Richmond, un tal Devienne, ordenó incendiarla dejando así sin fragatas de guerra a Francia en aquella parte del Mediterráneo.


Notas


  1. La escuadra estaba bajo el mando del contraalmirante Charles-Joseph Mascarennes, chevalier de Rivière, un monárquico que prefirió entregar sus buques a los españoles antes que quedar a las órdenes del nuevo gobierno republicano francés. Mascarennes sirvió a España hasta que en 1799 fue expulsado al aliarse de nuevo esta con Francia. Se exilió primero a Portugal y después a Londres, donde recibió una pensión del gobierno británico y donde moriría en 1812.
  2. La clase Charmante se componía de las siguientes unidades (año de entrega a la marina): Charmante (1778), Junon (1778), Gracieuse (1778), Inconstante (1791),Heléne (1792). Todas de 32 cañones. Las tres últimas fueron todas apresadas por el enemigo y las dos primeras acabaron naufragadas.
  3. Este constructor francés realizó diferentes tipos de buques para su marina de guerra, desde cañoneras en Burdeos en 1759 hasta los navíos Illustre (diseñado por él) y los Argonaute y Brave (bajo planos de otros constructores), todos de 74 cañones construidos en Roquefort en 1781. Además del navío mencionado, sólo se construyeron las fragatas de la clase Charmante y el navío Magnanime de 74 cañones de sus diseños. El resto de sus construcciones fueron de planos de otros. Le Cadet murió en 1804 en Roquefort.
  4. Fue la primera de una serie (clase Richmond) de seis fragatas, siendo las tres últimas modificadas, ya que tenían algo más de manga y desplazamiento. Pertenecían a esta serie las siguientes embarcaciones (fecha de entrega): Richmond (1757), Juno (1757), Thames (1758), Lark (1762), Boston (1762), Jason (1765). Todas, excepto la Thames, que fue construida en Portsmouth, fueron construidas en Deptfort, Londres. Lo curioso de esta serie es que tres de las mismas acabaron sus días incendiadas por sus tripulaciones para evitar su apresamiento (Richmond, Juno y Lark).
  5. Jean-Baptiste-Alexis Fradin nació en Rochefort en 1769 y llegó a ser contralmirante, muriendo en 1834 en La Rochelle.
  6. Escampavía: Barco latino, o de otra clase, pero chico y velero, que suele llevar en su conserva las embarcaciones guardacostas o los corsarios para que reconozca las calas de poco fondo, dé cazas y haga descubiertas avanzadas. Diccionario marítimo español.



Fuentes


  • Presas de la Armada española 1779 – 1828. Rubén Vela Cuadros.
  • Three Decks – Warships in the Age of Sail.






https://www.todoababor.es/historia/a...gata-richmond/