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Tema: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

  1. #1
    Martin Ant está desconectado Miembro Respetado
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    Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Fuente: ¿Qué Pasa?, 26 de Junio de 1971, página 4.


    DE POLÍTICA INTERNACIONAL

    PORTUGAL, LA ONU Y LA UNESCO


    Portugal se ha retirado de la UNESCO y desafía a la ONU. Que haga esto precisamente cuando tantas dificultades le asedian será incomprensible para los tecnócratas que sólo sueñan con elevar el nivel material de vida; es, sin embargo, perfectamente factible en ese clima de austeridad y exaltación espiritual que crean las adversidades si se sobrellevan con honor. El episodio nos interesa, además, por afectar a la nación hermana, cuyas vicisitudes tanto pueden influir en la nuestra, y porque aquí también hemos padecido a la ONU, a los Amigos de la ONU y a los Amigos de la UNESCO. Pero mejor que nuestros comentarios es el documento leído por el Ministro de Negocios Extranjeros, doctor Rui Patricio, al empezar una conferencia de prensa dada con este motivo en Lisboa, que tomamos del “Diario de Noticias” de aquella capital del día 28-5-71. Dice textualmente así:


    Vuelvo con placer a este tipo de contactos –interrumpidos bien en contra de mi voluntad por período superior al que preveía– con los representantes de los órganos de información nacionales y extranjeros.

    No me alargaré en comentarios, incluso generales, de los acontecimientos de la vida internacional que no estén directamente relacionados con Portugal. Son bien conocidos de todos la persistencia de crisis y el mantenimiento de conflictos armados en diversos puntos del globo, así como el ambiente inquietante que se continúa sintiendo un poco por todas partes. Mas si la sangre continúa así corriendo y la inseguridad no ha desaparecido de las relaciones entre los pueblos, no es menos vivo el deseo general de paz y de que el horizonte se aclare.

    Desgraciadamente, a esa aspiración cada vez más vehemente de la humanidad no ha correspondido la aplicación de un sistema eficaz y de reglas jurídicas que la traduzca al plano de los hechos. Una gran responsabilidad cabe, sin duda, a la insolvencia de la organización de la seguridad colectiva, que ha traicionado completamente las esperanzas depositadas en ella. Ya apenas intenta siquiera la ONU esbozar una intervención efectiva en los grandes problemas de la vida internacional, o crear una apariencia que sea de un papel activo justo y productivo en la solución de las crisis y de los conflictos entre las naciones.

    Mas esta insolvencia de la organización mundial, cuyo proceso está hace mucho tiempo largamente hecho, sería poco molesto mencionarla aquí de nuevo si no fuera por la conveniencia de mantener presente en nuestro espíritu que los portugueses continúan siendo las principales víctimas de ella. Incapaces de cualquier función útil, los responsables de la actividad de aquella organización buscan frenéticamente en la hostilidad a Portugal una razón de existencia o un objetivo aglutinador.

    El alarido demagógico antiportugués.– El alarido demagógico antiportugués creció recientemente en varias comisiones criadas y alimentadas por la ONU, con el objeto de perturbar la paz en las regiones meridionales del continente africano y de impedir el progreso de sus habitantes. Atribuimos con fundamento estos fines a aquellos comités, pues gran parte de su actividad ha consistido en el esfuerzo, felizmente baldío, para impedir la realización de las inversiones exigidas por los imperativos del progreso económico y social de los respectivos territorios. ¿Pues no se dijo hace tiempo en una de aquellas comisiones que cada escuela construida por los portugueses en Mozambique era un crimen contra la Humanidad?

    Y todavía recientemente, el secretario general de las Naciones Unidas, indiferente a tantos problemas cruciales y a las reales amenazas a la paz y seguridad de los pueblos, señaló espectacularmente los problemas del África Austral como los más preeminentes y necesitados de acción por parte de la comunidad internacional. Curiosa afirmación ésta, en relación con una región donde la paz sería total si no fuera por la instigación y el apoyo a la violencia por parte de las Naciones Unidas y de algunos de sus miembros que hicieron profesión de atacar a Portugal. Es curiosa la oportunidad escogida en el momento en que tiene general publicidad un llamamiento para la convivencia pacífica en África y gana adhesiones un movimiento en ese sentido. ¿Así que tanto contraría a la ONU que los africanos puedan vivir en paz?

    La duplicidad de criterios de las Naciones Unidas.– Sin embargo, vemos a veces, con alguna sorpresa, que son proclamadas en la ONU tesis que hace mucho sustentamos. Debe recordarse que el Secretario General, U Thant, en un discurso en Dakar el 4 de enero del año pasado, declaró que las Naciones Unidas «nunca aceptarán la escisión de una parte de cualquier estado miembro». El 9 del mismo mes, hablando en Accra, fue todavía más explícito, pues dijo que el principio de autodeterminación no era aplicable a un sector de la población de un estado miembro, so pena de que se originen problemas de nunca acabar. Todavía destacó el Secretario General que, para las Naciones Unidas, lo que vale es, sencillamente, el principio fundamental de la Carta. Según este principio, cuando un Estado es recibido como miembro de las Naciones Unidas, todos los otros miembros reconocen por ese hecho la integridad territorial, la independencia y la soberanía de ese Estado. Más recientemente, en un documento fechado el 22 de abril último, el Secretario General reafirmó su escrupuloso respeto por los principios de la Carta, señaladamente de su artículo 2, párrafo 7. Como saben, esta disposición de la Carta es taxativa en excluir de la competencia de las Naciones Unidas todos los asuntos que dependen esencialmente de la competencia interna de cada Estado miembro. En ese documento, el Secretario General reconoce que incluso para actividades de carácter humanitario a emprender en el territorio de un Estado miembro, las Naciones Unidas y sus agencias especializadas necesitan la autorización del respectivo Gobierno.

    No interesa saber si al hacer estas afirmaciones el Secretario General tenía en la mente un determinado Estado miembro, porque la doctrina que ellas consagran debe ser aplicada por igual a todos los Estados miembros sin ninguna discriminación. Y el Estado portugués, miembro de las Naciones Unidas, tiene el derecho de beneficiarse de esa doctrina en pie de igualdad con todos los otros Estados miembros. Mas lo que sucede es lo contrario, y no nos debe sorprender que la admirable doctrina expuesta por el Secretario General con meridiana claridad continúe, en cuanto a nosotros, siendo letra muerta, pues se trata de un aspecto de la hipocresía que las Naciones Unidas adoptaron como norma de conducta y que en el fondo va minando la credibilidad de la propia Organización como instrumento de paz y de armonía entre los pueblos.


    La progresiva degradación de la UNESCO. El doctor Rui Patricio prosiguió:


    En contraste con el malograrse, en el plano político, de la Organización Mundial, merece realce y loor la acción de las instituciones especializadas de la familia de las Naciones Unidas. Los resultados de su meritoria labor constituyen tal vez el único elemento de signo positivo en el triste balance de las Naciones Unidas.

    También en los últimos tiempos se va intensificando una nefasta campaña que pone en serio peligro el mantenimiento de las bases fundamentales en que se asienta el trabajo de aquellas instituciones. El prestigio de los dirigentes, las tradiciones de objetividad científica, el culto de los altos valores humanos, la conciencia de que problemas como los de la salud o de la alimentación de la Humanidad, de las comunicaciones o de la meteorología no conocen fronteras ni sistemas políticos, ha permitido resistir, en la mayoría de las organizaciones internacionales especializadas, las tentativas de introducción de problemas extraños a su misión, lo cual haría correr el riesgo de paralizar toda su actividad.

    Entre todas las instituciones especializadas tal vez ninguna como la UNESCO debería reunir las condiciones para inmunizarse contra tal campaña.

    Desgraciadamente, no ha sucedido así. Venimos asistiendo con pesar a la progresiva degradación de la UNESCO, y ya hace meses fuimos obligados a suspender cualquier contribución financiera de Portugal para aquella organización. Más recientemente llamamos en los siguientes términos la atención de varios Gobiernos de países amigos hacia la preocupación con que Portugal encaraba la presente orientación de la UNESCO:

    “Hemos visto acentuarse la evolución de la UNESCO en el sentido de una cada vez mayor politización de sus actividades, especialmente en lo que respecta a las resoluciones adoptadas en las conferencias generales de aquella agencia especializada y en el sesgo dado a las mismas resoluciones por el Consejo Ejecutivo.

    De día en día, tales resoluciones, bajo el impulso de una mayoría desentendida de la legalidad, de los usos internacionales y de los mismos fines e intereses de la UNESCO, parecen dirigirse cada vez más frecuente y marcadamente contra la letra y el espíritu del Acta Constitutiva de aquella Organización, comprometiendo así, por la continua injerencia en asuntos que le deberían ser ajenos, a tan noble misión como le cabría de «trabajar para el progreso del conocimiento y comprensión mutua de los pueblos, a través de todos los medios de comunicación social, estimulando el desenvolvimiento de la educación escolar y de la difusión de la cultura»”.


    (Continuará).

  2. #2
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Fuente: ¿Qué Pasa?, 3 de Julio de 1971, página 8.



    DE POLÍTICA INTERNACIONAL (2)

    PORTUGAL, LA ONU Y LA UNESCO


    Continuamos la transcripción iniciada en el número anterior del documento leído por el doctor Rui Patricio, ministro de Negocios Extranjeros, en una conferencia de prensa tenida en Lisboa el 28 de mayo pasado.



    LAS INSTIGACIONES SUBVERSIVAS DE LA AGENCIA INTERNACIONAL– Son ejemplos flagrantes, mas no únicos, del desvío del seguimiento de los ideales que justifican e informan la propia existencia de la UNESCO y que deberían ser el norte de su actuación en virtud de sus propios estatutos, las repetidas resoluciones de la Conferencia General en el sentido de que Portugal no sea invitado para las conferencias o reuniones internacionales organizadas por aquella agencia, y a las cuales, como miembro, tiene perfecto derecho a estar presente; los continuos ataques, que no deberían tener cabida en semejante agencia, a la situación en las provincias ultramarinas portuguesas; la invitación a todos los Estados miembros a «suspender toda colaboración con Portugal en los dominios de la educación, de la ciencia y de la cultura», y en la reciente XVI Conferencia General, una invitación a los Estados miembros para «prestar una atención particular a los problemas de la juventud en lucha contra el dominio colonial, la discriminación racial y la opresión en los territorios bajo el dominio portugués, en Rhodesia, en Namibia y en África del Sur, y a establecer programas concretos y adecuados en ligazón con la Organización de la Unidad Africana».

    El Gobierno portugués ve con la mayor inquietud, lamenta profundamente y levanta las más serias y enérgicas objeciones a estas actitudes discriminatorias e ilegales contra un estado miembro de la UNESCO.

    Aquella agencia especializada internacional deberá, en virtud del acta constitutiva que le dio existencia, tener una acción de tipo universalista que no podrá subordinarse, ni siquiera tolerar que se levanten problemas de orden político que le son extraños y para ocuparse de los cuales no tiene competencia.

    Se ha visto agravarse, en sucesivas conferencias generales, la intromisión abusiva de la UNESCO en los más variados campos de la política internacional.

    El Gobierno portugués ve con alarma que la orientación que se está dando a las actividades de la UNESCO representa un grave perjuicio para la notable acción educativa y cultural que en el pasado ejerció aquel organismo, y de la cual especialmente se beneficiaron y todavía podría venir a beneficiar mucho a la gran mayoría de los países que ahora la procuran distraer de los fines para que fue creada.

    RESPUESTA A LOS INTENTOS DE INJERENCIA.– También en reciente carta dirigida al director general de la UNESCO, y en respuesta a una comunicación de éste en la cual solicitaba elementos informativos sobre la educación en los territorios ultramarinos portugueses, en el marco de la resolución octava, aprobada por la XVI Sesión de la Conferencia de la UNESCO, y que preconizaba el envío de delegados de aquella agencia especializada a fin de que se enteraran de la situación allá prevaleciente, el Gobierno portugués tuvo ocasión de llamar más de una vez la atención acerca de las violaciones de que está siendo objeto el acta constitutiva de la UNESCO. Así, se destacaba en la referida carta de respuesta que la resolución octava constituía una grave injerencia en los asuntos internos de un país y una actitud discriminatoria inadmisible respecto de Portugal; que en ella se admitía la aplicación de sanciones a Portugal, contra lo que está establecido en el acta constitutiva de la UNESCO, reduciendo todo a una declaración inequívoca de apoyo a la subversión interna en los Estados, con la agravación de la tensión internacional, en una palabra, a la lucha armada. En estas circunstancias no podía el Gobierno portugués acceder a los deseos expresados por el director de la UNESCO, rechazando toda colaboración requerida en el ámbito de la citada resolución octava, no obstante la actitud siempre seguida por Portugal de divulgar, de la manera más amplia, elementos sobre los diversos aspectos de la vida portuguesa y de abrir las fronteras de sus territorios ultramarinos a todos los que los deseen visitar con espíritu objetivo.

    SE DIERON INSTRUCCIONES AL REPRESENTANTE DE PORTUGAL PARA QUE ABANDONE LOS TRABAJOS.– Hechos más recientes ocurridos en el Consejo Ejecutivo de aquella organización, especialmente aprobación de la resolución permitiendo consignar fondos a los movimientos terroristas antiportugueses con pretexto de auxilio a la educación en supuestas «áreas libertadas», nos obligaron, sin embargo, a una actitud más drástica. Vamos a retirarnos de la organización, y en ese sentido dimos instrucciones al representante que todavía mantenemos en París junto a la UNESCO, para que abandone los respectivos trabajos y comunique el acuerdo al director general de la Organización.

    Sabemos que no somos los únicos en lamentar esta decisión y sobre todo los condicionamientos que la imponen. Los delegados de los países que más contribución dan, por su cultura, a las actividades de la UNESCO, vienen también protestando contra los tristes hechos relatados e intentaron en vano oponerse a las deliberaciones que denunciamos.

    Mientras tanto, nadie de buena fe podrá negar nuestra actitud de franca colaboración con los organismos internacionales.

    Un ejemplo, entre otros posibles, prueba esto con claridad. Ya en 1961, cuando Ghana acusó a Portugal de la práctica del trabajo forzado en los territorios ultramarinos, el Gobierno portugués dio su más completa y leal cooperación a la Comisión investigadora entonces constituida por el B. I. T. para aquilatar el fundamento de la queja. Los resultados de esa investigación llevada a cabo especialmente en Angola y Mozambique, a través de la consulta de una amplia documentación, de la recogida de testimonios de visitas a haciendas, plantaciones, empresas industriales y mineras, etc., fueron a demostrar sin duda que las acusaciones de Ghana eran totalmente infundadas, pues Portugal cumplía las disposiciones de la Convención número 105, sobre la abolición del trabajo forzado.

    EL VALIOSO E IMPARCIAL TESTIMONIO DE UN PERITO FRANCÉS.– Años más tarde, autorizamos una nueva posibilidad de observación internacional de lo que sucede en nuestros territorios, mostrando así que nada teníamos que esconder ni que temer. En el año 1969, el Gobierno portugués propuso formalmente al B. I. T. recurrir al procedimiento de «contactos directos», instituido hacía un año por la O. I. T. a fin de esclarecer la cuestión de interpretación de la referida Convención número 105. Aceptada la sugerencia portuguesa, fue designado por el B. I. T. el señor Juvigny, de nacionalidad francesa, Consejero de Estado, antiguo miembro presidente de la Subcomisión de las Naciones Unidas para la lucha contra las medidas discriminatorias y de protección de las minorías.

    Los «contactos directos» del señor Juvigny se iniciaron en mayo de 1970, en Lisboa, continuando después, en octubre, en Angola y Mozambique, en un clima de completa exención. Vale la pena detenernos un poco en ciertas afirmaciones que hace en su memorándum sobre la forma como realizó su misión. Así, a propósito de la colaboración que recibió en todas partes, dice expresamente que su misión, «no podría haber sido llevada a cabo en unas condiciones de independencia absoluta si no fuera gracias a la cooperación de las autoridades gubernamentales y administrativas de Portugal, de los dirigentes y subalternos de las diferentes Empresas, con la cooperación que inmediata y espontáneamente depositaron en mí los trabajadores de las plantaciones, de los puertos, de los ferrocarriles, de las industrias extractivas y de transformación». Y refiriéndose a los testimonios de los trabajadores, dice que fueron interrogados de una manera general, en ausencia del patrono o de sus representantes, habiendo aquéllos sido escogidos por el señor Juvigny en los mismos lugares de trabajo, lo que demuestra, como el señor Juvigny muy bien destacó, la «autenticidad» de los contactos establecidos con los trabajadores interrogados.

    En materia propiamente de fondo, el memorándum contiene algunas conclusiones interesantes.

    Ello fue debidamente apreciado por la Comisión de peritos del B. I. T., habiendo ésta concluido a la vista de las informaciones recibidas a través de los «contactos directos» sobre la situación que prevalece en Angola y Mozambique, que no había indicios de que las disposiciones legales prohibiendo el trabajo forzado u obligatorio o toda y cualquier forma de coacción o presión legal en materia de reclutamiento de trabajadores, no sean observadas en la hora actual.

    Es ésta la verdad de los hechos tan inequívocamente comprobada por un organismo importante y prestigioso como es el B. I. T. Y, parafraseando una afirmación del señor Juvigny, juzga el Gobierno portugués que sería también deseable que fuese utilizado, en casos análogos, el método de proceder a verificaciones concretas que permitan establecer los hechos.

    Bastará para ello que la objetividad y la imparcialidad sean normas de conducta, como sucede con el B. I. T.

    Mas la consideración de que ya no somos nosotros, sino nuestros adversarios, los que temen los hechos, nos lleva a pasar a otro asunto.


    (Concluirá con la descripción de la ayuda a los terroristas).

  3. #3
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Fuente: ¿Qué pasa?, 10 de Julio de 1971, página 6.



    DE POLÍTICA INTERNACIONAL (y 3)


    PORTUGAL, LA ONU Y LA UNESCO


    Conclusión de la parte referente a la retirada de Portugal de la UNESCO y a la lucha en sus provincias africanas, del discurso pronunciado por el ministro de Negocios Extranjeros, doctor Rui Patricio, en Lisboa el 28-5-1971. El discurso tuvo una segunda parte referente a la política europea de Portugal, que dejamos para otra ocasión.



    El caso de las ayudas a los terroristas.– La opinión pública portuguesa fue herida en los últimos meses, y más de una vez, por noticias que chocaron profundamente con los sentimientos de la nación. Tratábase del anuncio de contribuciones financieras por parte de ciertas instituciones privadas extranjeras a los movimientos terroristas antiportugueses, o sea, a las brigadas internacionales de mando comunista que azotan a las poblaciones de nuestras provincias ultramarinas. Concretamente, el Consejo Mundial de las Iglesias, la Federación Luterana Mundial y una fundación inglesa declaran conceder donativos para «fines benéficos, humanitarios y sociales» a aquellas organizaciones terroristas, pareciendo ser la Frelimo –grupo instalado en Tanzania y en Zambia para atacar a Mozambique– la que más simpatías mereció de aquellas instituciones. Más recientemente, el partido laborista británico anunció también que contribuiría para idénticas finalidades, no con fondos propios, sino con los obtenidos, a lo que parece, con la organización de una rifa al efecto. En cuanto a las características de estas instituciones merece sin duda ser considerado aparte este último caso, dadas las responsabilidades del organismo de la oposición oficial inglesa en la vida política de su país, lo que impone que el asunto sea mejor esclarecido antes de que lo comentemos adecuadamente.

    En cuanto a las otras organizaciones a que me referí, importa, antes de seguir, esclarecer que, a pesar de su nombre, el Consejo Mundial de las Iglesias está lejos de ser un organismo representativo de las confesiones cristianas, pues no pasa de una reunión de un cierto número de iglesias, disponiendo al parecer de abundantes fondos también para distribuir a movimientos terroristas. De cualquier modo, sobrepasa la comprensión que aquellas organizaciones se permitan ayudar a movimientos dedicados a sembrar la destrucción y la muerte entre las pacíficas poblaciones que consiguen atacar a partir de sus refugios de allende las fronteras portuguesas. A este respecto no interesa tanto la cuantía de las ayudas concedidas, pues aquellos movimientos no escasean de fondos prodigados ampliamente por las potencias comunistas para sus actividades subversivas. Hace mucho que en este aspecto los movimientos terroristas entraron en la aplicación de la «ley de los rendimientos decrecientes», puesto que las armas de que disponen exceden en mucho a los hombres dispuestos a utilizarlas. Queda por saber si los fines benéficos, humanitarios y sociales que se invocan son compatibles con las iniciativas de violencia que constituyen la principal actividad de los movimientos ayudados y su verdadera razón de ser. Creemos que un poco más de autenticidad no iría mal a los responsables de organizaciones que se dicen religiosas o humanitarias. Hágase, pues, honor a aquéllos de sus miembros que se oponen a la concesión de tales subsidios.

    La «lógica» del Comité de Descolonización.– Con la misma finalidad de ayudar a los movimientos terroristas se encuentra en este momento en África una delegación del llamado «Comité de Descolonización». La delegación había recibido invitaciones de los terroristas para visitar las supuestas áreas libertadas de Angola y Mozambique. Y el presidente del «comité» había declarado que el mero hecho de haberse circulado estas invitaciones representaba un éxito de los movimientos antiportugueses, toda vez que éstos estaban en situación de formularlas. Esta lógica sería espantosa si no partiese del seno del «comité» en cuestión, al cual semejante género de raciocinio es habitual. Mas es posible que los miembros del «comité» tengan algunas dudas acerca del objeto de las invitaciones y que deseen verificar, como hombres y ciudadanos de los respectivos países, si ese objeto corresponde a alguna realidad. Si así es, desde aquí les dirigimos una invitación a cada uno de ellos para visitar, a título personal o como ciudadanos de sus países, nuestras provincias de Angola y Mozambique o cualquier otra, prometiendo conducirles a cualquier punto o área de los respectivos territorios, conforme ellos mismos indiquen, para verificar de primera mano cuál sea la verdad sobre el «control» de aquellos territorios y de cualquiera de sus partes. Igual invitación dirigimos a los dirigentes de las generosas instituciones que concedieron subsidios y a cuyos escrúpulos de conciencia sobre el verdadero destino de los fondos que tienen por misión administrar no somos insensibles.

    Es claro que unos y otros tendrían una alternativa, que sería la de aceptar las invitaciones formuladas por los dirigentes terroristas. Ya comprendemos sus vacilaciones a este respecto. Hay distinciones de derecho que no asientan apenas en construcciones lógicas sobre las realidades externas de la vida, sino que descansan también en los aspectos más profundos de la personalidad humana. Los instigadores y los cómplices no tienen normalmente el coraje físico necesario para acompañar a los ladrones o a los asesinos a los lugares de los crímenes.

    El contraste entre las dos Áfricas.– Las recientes declaraciones del Presidente de la Costa de Marfil y sus llamamientos a la paz y a la coexistencia pacífica y al diálogo en las relaciones entre todos los estados africanos, tuvieron la mayor repercusión en la opinión mundial. Se comprende la favorable acogida que tuvieron estos llamamientos. Verdaderamente, en un mundo dividido por tan diversos sistemas políticos y sociales, sólo la renuncia a un imperialismo ideológico ultrapasado podrá permitir la paz y el progreso. Es éste el fundamento que justifica las propuestas para aclarar el horizonte y la cooperación en Europa. ¿Por qué se habrá de aplicar en África una receta diferente? Sólo el desprecio completo por los intereses de los africanos explicará la incitación constante a la lucha y a la destrucción por parte de los imperialismos extraños a su continente. Y también se comprende que estos imperialismos apenas encuentren obediencia servil en lo que de más atrasado y primitivo se encuentre en tierras africanas.

    Se dibuja así una distinción entre un África consciente, evolutiva, progresiva, pacífica y señora de sus destinos y otra todavía desgraciadamente atrasada, agresiva, desordenada y neocolonizada. En esta última se integran los que rechazan las fórmulas modernas de convivencia pacífica, desde un alucinado y sanguinario presidente a un despótico soberano de un reino absoluto, opresor implacable de la heroica resistencia de los nacionalistas de Eritrea, el cual tiene el desplante de venir a lanzar sus incitaciones a la violencia en el África Portuguesa, también junto a nuestros mejores amigos.

    Por las ideas que defendemos, por nuestros propósitos y acciones, nos integramos, sin duda, en un África pacífica y progresiva. Portugal siempre ha defendido el espíritu de concordia y de diálogo en África. Recordando solamente las declaraciones más recientes sobre la política que preconizamos, afirmamos hace pocos meses: «Muchos dirigentes africanos más sensibles a los llamamientos de la razón, más inclinados al análisis objetivo de las realidades y más propensos a la consideración prioritaria de los intereses de sus respectivos pueblos, encaran de otra forma sus relaciones con Portugal, convencidos de que la violencia a nada conduce y que los países que gobiernan pueden perfectamente, y con mucho provecho, coexistir con Portugal en el continente africano.

    »A esos países no les pedimos ni les ponemos como condición que dejen de condenar nuestra política, o por otra cualquier divergencia de concepciones, ni tampoco deben esperar que renunciemos a criticar sus sistemas de gobierno o sus métodos de administración. Solamente esperamos que compartan con nosotros la idea de que la paz es hoy la condición primera y más esencial en África; que sólo ella podrá facultar todos los progresos y todas las evoluciones; que sólo ella permitirá que el juicio sereno de la historia venga a incidir sobre los diferentes sistemas y soluciones que hoy existen en el continente, y con igual derecho de proclamarse.

    »Algunos de estos países ya conocidos establecieron francas relaciones y provechosos esquemas de cooperación mutua; otros ensayan en ese sentido sus primeros pasos, y otros aún aguardan con interesada expectación que un movimiento más generalizado de adhesión les permita resistir a las presiones de los enemigos de la paz en África».

    Son éstos –prosiguió el ministro Rui Patricio– los principios que inspiran nuestro comportamiento en las relaciones con los estados vecinos de Portugal en África.

    Lamentamos profundamente que el régimen del presidente Kaunda mantenga en Zambia una feroz discriminación tribal, tal vez la peor forma de discriminación étnica. Sentimos la mayor preocupación por la suerte de los bembas o de los millares de refugiados lumpas que el gobierno de Lusaka pide que sean mantenidos bien lejos de sus fronteras en el interior del Congo-Kinshasa. Desearíamos que la desastrosa política económica del presidente Kaunda no privase a los zambianos del rápido acceso a los frutos del progreso económico que los recursos de su país bien les pueden proporcionar. Y también esperamos firmemente que los habitantes de Zambia lleguen a alcanzar en el futuro la autodeterminación a la que tienen indiscutible derecho y de la cual han sido injustamente privados.

    Mas todo esto no nos ha llevado a arrogarnos el derecho de intervenir en los asuntos internos de Zambia; a albergar, a instigar y apoyar a los terroristas antizambianos; a permitir el rapto y posterior asesinato en nuestro territorio de ciudadanos de aquel país; a clamar por la inevitabilidad de una guerra contra Zambia. En esto es en lo que nuestro comportamiento se diferencia de la actitud del Presidente Kaunda, que debería comenzar a entender que la coexistencia pacífica, el respeto por la soberanía de los otros y la colaboración son actitudes que tienen que ser recíprocas.

  4. #4
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Fuente: ¿Qué pasa?, 4 de Marzo de 1972, página 10.



    PORTUGAL REPLICA GALLARDAMENTE AL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA O.N.U.

    Por P. Echániz


    El pasado día 9 de febrero el Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Dr. Rui Patricio, celebró en Lisboa una conferencia de prensa, de la cual, por razones de espacio, sólo podemos dar los siguientes párrafos:

    «Es, sobre todo, la fuerza de las realidades la que se va imponiendo a los amigos, a los indiferentes y a los adversarios. Han pasado once años desde la eclosión del terrorismo en el Ultramar portugués. Si la inmensa mayoría de las poblaciones africanas no se mantuviese fiel a la patria portuguesa, única que siente y reconoce como suya, ¿cómo podría en las ciudades de Angola, Mozambique y Guinea, y en la mayor extensión de sus áreas rurales, continuar pacíficamente el trabajo y el progreso? ¿Cómo podría el terrorismo continuar limitándose a los distritos fronterizos, a pesar del creciente apoyo exterior que recibe en armas, dinero y propaganda?.

    Dos circunstancias enervan y exasperan especialmente a nuestros adversarios: La creciente participación de las poblaciones africanas en la defensa de nuestras provincias y su constante progreso económico».

    «Es significativo que el llamado «Comité de los 24» –organismo ilegal de las Naciones Unidas, cada vez más inútil y desprestigiado– haya hecho un llamamiento en dos documentos que produjo para las «potencias coloniales» para que no utilicen elementos de la población indígena en sus fuerzas armadas. Es tal el facciosismo de ciertos adversarios de la política portuguesa, que no nos sorprendería que se amañara en las Naciones Unidas una nueva resolución prohibiendo que en Portugal los africanos voten o sean elegidos como diputados».

    «LA DESPRESTIGIADA E INÚTIL O.N.U.– Al final del año de 1971, la elección de un nuevo secretario general fue ocasión para un balance de la triste, desprestigiada e inútil O.N.U. La quiebra moral, política y financiera de la Organización es el resultado de un largo proceso hace mucho conocido y analizado. Sin embargo, acontecimientos recientes que ensangrentaron el continente Sur asiático, y afectaron todavía más a la situación de aflicción crónica de sus poblaciones miserables, proyectaron una luz fuerte y cruda sobre la completa ineficacia de la O.N.U.».

    El ministro hace una larga digresión acerca de la invasión de Goa por la India en 1961, que no reproducimos por ser ya conocido de nuestros lectores este tema, y continúa:

    «El terrorismo antiportugués ya se habría acabado no hace mucho si no fuera por el apoyo exterior que recibe; apoyo político de la O.N.U.; apoyo logístico de ciertos países vecinos; apoyo financiero y militar de los países comunistas, de la Organización de la Unidad Africana y de otras instituciones».

    «LA REUNIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD EN ADDIS ABEBA FUE PURA OPERACIÓN DE PROPAGANDA.– La reunión del Consejo de Seguridad en Addis Abeba constituyó otro paso en el proceso de degradación de las Naciones Unidas. La sorprendente decisión de reunir en una capital africana aquel alto órgano, que se vio más de una vez obligado a acatar decisiones previas de la llamada Organización de la Unidad Africana, provocó justificadas críticas también por parte de órganos de la prensa internacional que no regatean elogios e incentivos a la O.N.U. Eran difíciles de entender y acertar los fundamentos de esta iniciativa».

    «¿Se trataba, como afirmó el Secretario General de las Naciones Unidas, de «estar más cerca de las regiones o áreas con tensiones y conflictos, de los puntos candentes del Globo?». Es verdad que varias de estas áreas o puntos candentes existen no muy lejos de Addis Abeba. Hay un caso, en la propia Etiopía, de la feroz represión de los nacionalistas de Eritrea. También prosigue implacablemente la matanza de los africanos católicos en el sur del Sudán. Pero no se ocupó de estas situaciones el Consejo de Seguridad. Ni tampoco de la insurrección en el Tchad, fomentada por Libia, o del apoyo a las actividades del Frente de Liberación de Somalia. El mandato imperativo de la O. U. A. no permitió tal cosa al Consejo de Seguridad. Tampoco trató del conflicto árabe-israelí, a pesar de la tímida intervención del embajador marroquí. No sabemos con certeza qué motivos habrán llevado al representante de Marruecos a recordar su calidad de miembro fundador de la Organización de la Unidad Africana, pero los pueblos árabes pueden justamente preguntarse acerca de la contribución que haya sido dada por aquella organización a la defensa de sus intereses».

    «La propia legitimidad de esta reunión frente a la Carta de las Naciones Unidas suscita las mayores dudas. La competencia del Consejo de Seguridad está definida por los capítulos 6.º, 7.º y 8.º de la Carta, que establecen el cuadro en el que aquel órgano puede actuar. A tenor de las disposiciones contenidas en aquellos capítulos y de la práctica seguida por la O.N.U. en veintiséis años demuestran que el Consejo de Seguridad sólo se debe reunir para considerar individualmente disputas o situaciones que puedan amenazar o amenacen la paz y seguridad internacionales, no siendo correcto que se asocien en una misma sesión casos diferentes sometidos a consideración del Consejo para una acción colectiva. Ni, por otro lado, el párrafo segundo del artículo 28 de la Carta, que prevé reuniones periódicas para el análisis general de la situación internacional, podría ser aplicable a esta reunión, cuya agenda comprendía «las cuestiones relativas al África, ya sometidas al Consejo, y la aplicación de las pertinentes resoluciones ya aprobadas por el mismo Consejo»».

    «Mas pasemos adelante. La legalidad y el respeto por las disposiciones de la Carta no son aspectos que preocupen a la mayoría que determina las votaciones en las Naciones Unidas».

    «LA ACTITUD DEL NEGUS.– El inefable y vetusto Emperador de Etiopía abrió la sesión reivindicando dramáticamente una revisión dilacerante de la actitud del mundo frente al problema del «colonialismo» y estableciendo una comparación, por otro lado justificada, pero por otros motivos, entre la quiebra de la O.N.U. y la de la difunta Sociedad de Naciones. Al apuntar este paralelismo, el Emperador Selassie no tuvo coraje en el ambiente de la reunión de Addis Abeba para recordar el firme apoyo recibido de Portugal cuando la entrada de Etiopía en la Sociedad de las Naciones en 1924». (…) «También declaró más tarde, en 1959 y en Lisboa, el Emperador abisinio: «Recordaremos siempre con gratitud el auxilio prestado a Etiopía por Portugal y por los heroicos soldados mandados por Cristóbal de Gama en la lucha para conservar intactas e incólumes su religión y su independencia, etc.».

    No podía entonces ciertamente ignorar este esclarecido estadista, tan incensado en los medios africanos y en la O.N.U., las características africanas de la nación portuguesa, que ahora tanta indignación parece que le provocan. Mas comparando las declaraciones que citamos con otras más recientes, tenemos ciertamente que concluir que en una de ellas, estamos por creer que en las últimas, el Emperador de Etiopía no dice aquello que pensaba y sentía, lo cual es ciertamente de lamentar en el valetudinario jefe de Estado».

    «Mas también en lo que se refiere a declaraciones de otros dirigentes africanos no tenemos dudas acerca de su total falta de sinceridad».

    «LA MOCIÓN SOBRE LOS TERRITORIOS PORTUGUESES.– Además de otras resoluciones o meros proyectos referentes a terceros países, que nos abstendremos de comentar, el Consejo de Seguridad aprobó en Addis Abeba una moción sobre los territorios portugueses.

    Esta resolución, aprobada por la mayoría comunista del Consejo de Seguridad con los votos complacientes de Japón y de Panamá, y sin el acuerdo de Argentina, Bélgica y Estados Unidos de América, Italia, Francia e Inglaterra, es prácticamente idéntica a varias otras ya aprobadas por la Asamblea general en los últimos años y por el propio Consejo de Seguridad desde 1963. Como sus antecesoras, enferma del mismo desprecio por los principios y por las realidades, viola las reglas del derecho internacional y las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, por lo que su contenido no puede tener otra respuesta que un firme repudio por parte del Gobierno portugués. Como es sabido, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no se puede ocupar de los asuntos internos del Estado portugués, pues la Carta limita su competencia a cuestiones de paz y seguridad internacionales.

    Por otro lado, afirmar con base precisamente en las declaraciones de los causantes de disturbios en las provincias ultramarinas portuguesas y de los representantes de los países que permiten y apoyan sus criminales actividades, que la situación en los territorios portugueses afecta a la paz y a la seguridad internacionales es, para utilizar la expresión más suave, una clamorosa deshonestidad. En suma, teniendo en cuenta todo lo que sucedió en Addis Abeba, se nos figura que la única consecuencia práctica que podremos sacar de esta sesión africana del Consejo de Seguridad es que no pagaremos nuestra cuota en los respectivos gastos».

    Hasta aquí, extractos de la conferencia de prensa del ministro Rui Patricio, que tomamos del diario lisboeta «Época» del 10 de febrero de 1972. Hay que destacar como ejemplares las «virtudes humanas» del ministro portugués, que en [él] resplandecen y que alcanzan alturas semejantes a las [de] la madurez política e integridad moral del Gobierno de que forma parte.
    ReynoDeGranada dio el Víctor.

  5. #5
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Fuente: ¿Qué Pasa?, 21 de Octubre de 1972, página 15.


    Noticias que no se divulgan


    El terrorismo antiportugués

    Por Antonio Chao Barro


    En una información dada a la prensa por la delegación portuguesa en la ONU se publican unas declaraciones de Joao José Craveirinha, que era uno de los jefes del Departamento de Información y Propaganda del Frelimo («Frente de Liberación de Mozambique» –principal movimiento terrorista que opera en el estado portugués de Mozambique–), y que se entregó a las autoridades portuguesas porque «las funciones que desempeñaba me permitieron conocer los verdaderos objetivos y constantes sucesos de la lucha» en el mes de julio de este mismo año.

    Craveirinha declara que «el dinero que se da al Frelimo es utilizado por los gobiernos de Zambia y Tanzania para reforzar sus economías y para mantenerse en el poder». Seguidamente afirma el antiguo terrorista, hoy en completa libertad y colaboración con su patria, que en el Frelimo «hay divisiones sectarias y lucha por el poder». Y más adelante dice: «Los fondos recibidos de diversos orígenes, como el Gobierno de Suecia, el Consejo Mundial de las Iglesias y otros, son gastados en Tanzania y en Zambia. El estribillo “lucha contra el colonialismo portugués” –declara Craveirinha– es una fuente de pingües ventajas para los dos países, que continúan disfrutando el dispendio de dólares, de francos suizos y de coronas suecas de que tanto precisan para reforzar sus economías, y también para mantener en el poder a los actuales regímenes. El colapso de la guerrilla antiportuguesa significaría, en mi opinión, el colapso de esos regímenes».

    En otro punto el antiguo dirigente afirma que «las áreas que el Frelimo proclama haber liberado en Mozambique no pasan de ser, en realidad, territorios de Zambia y Tanzania, junto a la frontera de Mozambique, donde están localizados los campos de la organización. Es en esa zona donde se pueden ver los llamados hospitales y escuelas regidos por el Frelimo, de que tanto se habla, y que sirven para obtener fondos de organizaciones extranjeras que ignoran los hechos o tienen envidia de Portugal. Esos fondos sólo sirven para proporcionar una vida buena a los dirigentes en hoteles y clubs nocturnos de Dar-es-Salaam», finaliza Joao José Craveirinha, que, como dijimos, se entregó a las autoridades lusitanas el mes de julio pasado, después de incontables peripecias para escapar de Dar-es-Salaam.


    LA OBJETIVIDAD DE LA «GRAN PRENSA»

    El muy sesudo semanario francés «Le Monde Diplomatique» publicó este verano la noticia de que el jefe de la tribu Maconde de Mozambique, Lázaro Kavandame, que también se había presentado a las autoridades portuguesas arrepentido, había sido cruelmente asesinado por la policía política portuguesa. Todo muy conmovedor, como se ve. Fue todo bien hasta que el propio Lázaro Kavandame se enteró de su «terrible asesinato». Entonces escribió una carta al director del diario de Lourenço Marques «Noticias», que reproducimos íntegra, porque no tiene desperdicio:

    «Habiéndome dicho –escribe Kavandame– una persona amiga que en un artículo de fondo vuestro periódico contestaba a las mentiras publicadas por el periódico francés «Le Monde Diplomatique», pedí el «Noticias» y vi con mis ojos que un tal Virgilio de Lemos escribió que yo fuera asesinado por la policía política portuguesa.

    »En la imposibilidad de tener la certeza –continúa Kavandame– de que una carta mía llegase a las manos de aquel señor (Virgilio de Lemos), mucho le agradecería que, con relieve, diese una vez más a conocer que yo, Lázaro Kavandame, me encuentro en plena libertad, bien en el aspecto físico y mental, sólo triste por saber que muchos Virgilios de Lemos viven engañados y amarrados a la ideología que los obliga a mentir para sobrevivir. Convido al señor Virgilio de Lemos a mantener contactos conmigo por carta, y yo le indicaré el mejor camino que tiene que seguir, que es volver, como yo hice, al seno de la nación portuguesa. Nunca es tarde para regresar».

    Hasta aquí la carta que, como es natural, publicó el diario «Noticias», de la capital mozambiqueña.


    EL PARADERO DE LOS «FONDOS» SUECOS

    La forma como fueron utilizados los fondos recogidos por la S.E.C.O. (Organización Central de los Alumnos de las Escuelas Suecas), que oficialmente se destinaban a auxiliar al «Instituto de Mozambique» mantenido en Dar-es-Salaam, en Tanzania, por la organización terrorista Frelimo, está siendo objeto de una investigación, según reveló en Estocolmo un portavoz de la Policía Judicial.

    Las autoridades promotoras de la investigación alegaron que ninguna operación financiera hecha por la S.E.C.O. en los últimos años se encuentra contabilizada, y que, por otro lado, en una Asamblea General de aquel organismo, fue públicamente reconocida la desaparición de 250.000 coronas (unos 3,5 millones de pesetas).

    En los últimos años la organización recibió del Gobierno sueco subsidios por valor de 670.000 coronas (casi nueve millones de pesetas).

    Siguiendo al mismo informador, el tesorero de la S.E.C.O. se escapó al extranjero, y otro dirigente de aquella organización estudiantil se encuentra preso, acusado de fraude y de falsificación de documentos. Sin comentarios.


    LA COACCIÓN DE LOS HOLANDESES

    En la pasada primavera funcionó en Holanda una «Comisión para la Liberación de Angola», que a costa de toda clase de procedimientos logró que los importadores de los Países Bajos frenaran las importantes compras de café portugués. Pero después del «éxito», al menos temporal, de semejantes embusteros, aparecieron los consabidos trapos sucios.

    En efecto, la «Comisión para la Liberación de Angola» fue demandada por sus víctimas holandesas, acusándola ante los tribunales de que miembros de la referida comisión habían amenazado de represalias físicas y otras a los propietarios de establecimientos donde el café portugués estaba a la venta.

    El periódico socialista «Het Vrije», de Roterdam, recibió al propósito una carta de una lectora (dicho diario había encabezado el boicot del café) que entre otras cosas decía: «Con el Comité de Angola contra el café de Angola pasa lo que pasaba durante la guerra con los nazis: los holandeses podíamos oír la radio, no era delito. Pero era delito oír la radio inglesa: ahora no es crimen beber café, pero es crimen beber café de Angola». La señora Coster continúa después: «Cuando me rebelé contra las presiones y amenazas de la «Comisión», recibí la advertencia de que, si no quería ver los cristales de mis ventanas rotos, no comprara café portugués».

    ¡Ah, y se nos olvidaba! El Gobierno portugués invitó al presidente de la «Comisión» a ir a los locales de Angola que quisiera, para ver su real situación, garantizándole total libertad de movimientos. No hace falta decir que el «presidente» no aceptó…

  6. #6
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Portugal, desde los años 60 y principios de los 70, vivió un calvario por la injerencia de la ONU y organismos afines en sus territorios de Ultramar, exigiendo su independencia y apoyando a movimientos liberacionistas de Angola y Mozambique así como a sus líderes (marxistas apoyados por la URSS) que luchaban en guerrillas contra fuerzas portuguesas. Lo mismo había sucedido con Goa, en la India, que esta se anexionó por las bravas en 1961.

    Por supuesto, el Vaticano II también se hizo notar en el tema. A principios de 1970, Pablo VI recibió con todos los honores en el Vaticano a los líderes independentistas (y terroristas) Amílcar Cabral (Guinea), Dos Santos (Angola) y Samora Machel (Mozambique). El gobierno portugués se escandalizó y mandó retirar a su embajador. Pablo VI ya se había negado a visitar Goa en su viaje a Bombay (India) de 1964.

    Asimismo, diferentes órdenes religiosas en misiones fueron acusadas de cooperar con el liberacionismo terrorista marxista (sobre todo en Mozambique entre 1970-1974), siendo expulsadas de aquel territorio con la consiguiente polémica con el Vaticano. Entre ellas aparecieron varios "misioneros" españoles (de esos de paisano, marxistas, liados con monjas etc) que despotricaron de lo lindo contra el gobierno portugués.

    El tema se cerró con la Revoluçao de 1974 cuando llegaron al poder los cómplices de los revoltosos de Ultramar, y se dio carpetazo al tema con la independencia de aquellos territorios hacia 1975.
    Última edición por ALACRAN; 06/07/2018 a las 13:06
    ReynoDeGranada, raolbo y Pious dieron el Víctor.
    "... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
    Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)

  7. #7
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Tiene narices lo de Goa. Precisamente por ser provincia portuguesa era (no sé si seguirá siendo) mayoritariamente católica, al contrario que los territorios de los que se apropiaron los ingleses, en el que el cristianismo es minoritario porque a los hijos de la Gran Bretaña sólo les interesaba el comercio. Y ahora resulta que el mismísimo Papa va desde la otra punta del mundo hasta la India, cuando todavía era muy raro que un pontífice hiciera un viaje fuera de Italia, y pasa por alto la ciudad donde hay más cristianos, que además está muy cerca de Bombay, que sí visitó.

  8. #8
    Avatar de Pious
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Cuando Goa dejó de ser una provincia portuguesa una notable parte de los católicos que vivían en dicha provincia migraron, migraron en parte por temor a la violencia que se podía desencadenar por parte de los hindúes y musulmanes o quizás de ambos ante la indiferencia de las autoridades indias, a día de hoy, en Goa (según un censo realizado en el 2011) un 66.08% es hinduista, un 25.10% es cristiano (se incluyen en dicho porcentaje los católicos y los pertenecientes a sectas protestantes), un 8.33% es mahometano, un 0,10% es seguidor del sijismo, un 0,8% es budista y un 0,2% es ateo.

  9. #9
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    Re: Actitud de Portugal ante las organizaciones internacionales

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Fuente: ¿Qué Pasa?, 27 de Mayo de 1972, página 2.


    Complot contra Portugal en el mundo de las maravillas democráticas


    Por A. J. Vázquez


    La nación hermana y vecina nuestra por excelencia, la noble Lusitania de Viriato, el valiente Portugal de los descubrimientos, la nación «fidelísima» del sucesor de Pedro y de la Religión Católica, está ahora dando una nueva muestra de su valentía, de su capacidad de resistencia, calladamente, sin estruendos publicitarios a su favor, sin que nadie la auxilie, en el sentido propio de la palabra.

    Portugal está sufriendo, en estos momentos, una campaña internacional tendenciosa, de ésas que los españoles conocemos bien. ¿Motivo? Uno solo: que Portugal defiende, con pleno derecho y con demostrado apoyo de las poblaciones locales su soberanía, su integridad territorial. El motivo es que Portugal luche contra la subversión y el terrorismo declaradamente comunistas en sus parcelas africanas.

    Todo empezó en marzo de 1961, cuando la sublevación dirigida desde el recién independiente Congo ex belga (hoy Zaire), con el apoyo de algunas iglesias protestantes, atacó Angola. Más tarde, era la aniquilación del Fuerte de Ajudá, simbólico e histórico, en Dahomey, en agosto de 1961. Después, en diciembre del mismo año, la invasión armada del pequeño e indefenso estado portugués de la India (Goa), ocupación que dura hasta hoy. Era la doctrina del «pacifista» Nehru, cuando el 6 de septiembre de 1955 decía en la cámara alta del Parlamento indio: «Los portugueses deben dejar Goa, aunque los goeses los quieran allá».

    Pero pronto hubo que cambiar de táctica. Portugal no acompañaría la desbandada «descolonizadora» porque, al contrario que las otras potencias, él no tenía nada que esconder en su política ultramarina; no había ido a ultramar para explotarlo y luego marcharse; contaba, en fin, con el apoyo de las poblaciones. Portugal era colonizador y no colonialista. La nueva táctica sería la presión internacional.

    Mientras tanto, la guerra de guerrillas se iba apagando en la rutina. El ejército portugués, que luchaba y lucha en África, está compuesto, cada vez más, por mayoría de africanos de color. La autodefensa de las poblaciones locales fue pronto un método utilísimo, y cada vez más utilizado. El terrorismo iba, y va, limitándose a ciertas zonas fronterizas de donde recibía manutención y apoyo. Todo esto demostraba y demuestra la artificialidad de las guerrillas y su falta de apoyo popular.

    Entre tanto, las armas, la propaganda, y demás ayuda a los terroristas llegaban de Rusia, China, Checoslovaquia y demás congéneres. Era natural. Terroristas, declarada y oficialmente marxistas, habrían de ser auxiliados por comunistas. Eran los tiempos de la teórica, tan traída y llevada, «no injerencia en los asuntos internos», base de la coexistencia…

    Así las cosas, este mismo año, a finales de febrero, vimos la sorprendente e insólita decisión de la ONU de irse con el Consejo de Seguridad hasta Addis Abeba. ¿Sorprendente? No tanto. Una pura operación de propaganda de la inútil y desprestigiada ONU, un organismo para la subversión más que para la paz, que no ha dejado de atizar el fuego contra Portugal; una ONU, en fin, al servicio de Pekín y Moscú… ¿A quién sorprenderán ya sus acciones?

    Pero he aquí que estos días ha llegado una noticia que, sin ser sorprendente, es altamente clarificadora para mostrar la situación del mundo occidental: el Gobierno danés, por boca de su ministro de Asuntos Exteriores, acaba de anunciar que va a financiar a terroristas comunistas que luchan contra Portugal.

    No debe tampoco sorprender. Dinamarca, país protestante con Gobierno socialista. Que está «contra el colonialismo portugués»; pero no menciona su vastísima Groenlandia. Dinamarca, organizador de la «Feria del sexo». ¿Será ese dinero subversivo y asesino el que los daneses obtuvieron de sus tan lucrativos aquelarres pornográficos?

    Pero no queda ahí la cosa. En Holanda venía funcionando hacía tiempo una «Comisión para la Liberación de Angola». ¡Repentina y sospechosa vocación de Holanda por África! La noticia sigue. Como resultado de la tal «Comisión», Holanda ha decidido no comprar más café portugués. ¿Razón?, es que en Angola hay… ¡trabajos forzados! No deja de ser vulgar la acusación. Ya había sido hecha en otras ocasiones. Y, por ello, una delegación de la Organización Internacional del Trabajo –que no es, ciertamente, de derechas– visitó Angola en 1971. Para su disgusto y decepción, no pudieron encontrar el más mínimo vestigio del citado «trabajo». Y no sólo eso, sino que el salario de un trabajador normal en Angola es superior al de cualquier país africano, excepción hecha de África del Sur. Por si fuera poco, Portugal invitó al presidente de la «Comisión» holandesa a ver en el lugar la veracidad de sus afirmaciones. Y, como era de esperar, no aceptó…

    Y es que no era ninguna de ésas la causa de la decisión holandesa. «Moscú es quien decide cuál es el café que los holandeses pueden o no pueden beber», dijo el embajador luso en La Haya.

    Pero la desvergüenza va a más. Así, Noruega no sólo ha dejado de comprar a Portugal, sino que también ha prometido apoyo a los terroristas africanos. Suecia ha hecho lo mismo hace tiempo. Italia ayuda la subversión antiportuguesa, a escondidas, por medio de organismos internacionales. La ONU, la UNESCO y el Consejo Mundial de las Iglesias no faltan tampoco en la lista.

    Y llegados aquí, así como era normal que Rusia, China o Checoslovaquia ayudaran a guerrilleros declaradamente marxistas, en esto último hay algo más complicado. Tanto Portugal como Holanda, Dinamarca, Noruega o Italia pertenecen a la OTAN, organización oficialmente anticomunista. Y vemos que esa organización tiene miembros que no sólo no destinan su dinero a la debilitada organización, sino que lo emplean en financiar la subversión del aliado. Y más aún cuando este aliado, como en este caso, no hace otra cosa, al fin y al cabo, que defender la civilización occidental.

    Sin ser pesimistas, los más negros presagios vemos que se acumulan en el horizonte sobre este Occidente corrompido, lleno de traiciones e incomprensiones. Debe ser algo parecido a lo que Pablo VI llamó en la Iglesia de «autodemolición interna».

    Portugal está sufriendo un cerco internacional, promovido por el comunismo internacional y la corrupción occidental, que es tremendamente injusto. Y se nos ocurre que si es en las horas difíciles cuando se reconoce a los verdaderos amigos, ¿dónde está nuestra amistad, como españoles?
    ReynoDeGranada dio el Víctor.

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