... II.LOS TRECE PACTOS DE ESPAÑA
Porque yo me considero hoy nieto del 98 sé lo que significa esa fecha en la historia de España. Y conozco su simbólica. Y, lo más importante: que el 98 -el desastre colonial de la España de 1898- no fué más que el penúltimo 98 de España. Ya que el primero se diera en el siglo XVII. Y el último hace poco más de un año, en pleno siglo XX y nuestro.
El primer 98 de España: fué el de 1648. El del 15 de mayo de 1648. Cuando se firmó aquel primer pacto entre España y Holanda, por el cual perdía ya el ''vertebrado'' Imperio de España sus primeros miembros: las Provincias Unidas y las colonias asiáticas de los holandeses.
(Aun guarda mi memoria la angustiada visión de aquella Friedensaal: una mañana, en el Rathaus de Münster. Aquel cuadro de los plenipotenciarios españoles perilla, melena, faces calderonianas y dos dedos juramentantes, alzados sobre una mesa-. Aquellos tristes rostros, graves rostros de españoles que -en su grito ahogado, de vencidos-inauguraban el primer 98 de España, pintado por el westfaliano Floris.)
El segundo 98 de España: fué el de 1659. En que la ''vertebrada'' España perdía su Artois. Y el Luxemburgo, Y plazas de Flandes. Y el Rosellón. Y la Cerdaña. Y los derechos a Alsacia. Quedando el Pirineo por frontera de Cataluña.
(Esa islita turística, queridos automovileros y viajeros, de la frontera bidasotarra. Esta islita de los Faisanes. Hoy refugio de aburridas miradas aduaneras, carabineras. Esa islita de la Paz de los Pirineos, cercada de patos y de anzuelos hoy. Y siempre de esta pregunta: ¿Cómo pudo España perder tanto sobre tan poco? ¡Diminuta y trágica islita -Faisanes sin faisanes- bidasotarra!)
El tercer 98 de España: fué el de 1668. 13 de febrero de 1668. En Lisboa se firmó el que Portugal se nos desgajaba para siempre tras casi un siglo de convivencia hermana. Y con Portugal sus inmensos Dominios. Menos Ceuta.
(Lisboa y el Acho ceutí; testigos de aquel Pacto se miran, sin verse, por encima del Estrecho, todavía. Yo he contemplado aún- tierras berberiscas- los vestigios portugueses de aquella fraterna colaboración: viejas atalayas desmanteladas.)
El cuarto 98 de España: fué el mayo de 1668. La "vertebrada" España perdía Charleroi, Binch, Ath, Donai, Commines, Tournay, Oudenarde, Lille, Armentieres, Courtray, Boranes y Furnes. En secreto, Luis XIV y el emperador Leopoldo pactaban un reparto de España.
(Aquae-Grani la llamaron los romanos. Era ya una estación termal. Aachen la llamaron los alemanes. Aix-la-Chapelle, los franceses. Aquisgrán, nosotros, españoles, los del Pacto de Aquisgrán, 1668. Los perdidosos de esas ricas ciudades francas que dejan hoy -ventanilla del tren al transitarlas- su olor a lluvia, techos de pizarra, acordeón y melancolía.)
El quinto 98 de España: fué el de 1678. 17 de septiembre de 1678. Pérdida del Franco Condado. Y urbes de Valenciennes, Bouchain, Condé, Saint Omer, Yprés, Warwick, Cassel...
(Ciudad carolina y anseática: Nymegen. Nuestra Nimega, la del Pacto 1678. En su "Stadthuis" como en el de Münster, aun se ven los pintados bultos de los exarcas, de los pactantes de aquel quinto Pacto: quinto 98 de España.)
El sexto 98 de España: fué el de 1713. 11 de abril de 1713. La ''vertebrada'' España dejaba estas vértebras en el osario: Gibraltar, Menorca, Estados de Flandes. Dejaba todas sus posesiones de Italia (menos Sicilia). Y la colonia del Sacramento, en América.
(Utrecht: visión nevada de Utrecht. Carillones sobre el Oude Gracht y sobre el Nieuwe Gracht. Aquí nació nuestro Papa Adriano. Y aquí nuestro Carlos V construyó su Vriedenburg. Y aquí se selló el Pacto aquel del Taciturno contra la unidad de nuestro Imperio, Y aquí se desarrolló la doctrina del obispe de Yprés, Jansenio, contra la unidad de nuestra conciencia. Y aquí nos despojaron de Italia y de Gibraltar... Aquí -Utrecht- horas de nieve, horas de Noël: mis amigos hispanistas queriendo alegrar mis memorias al son de carillones sobre el Oude Gracht, y de villancicos (¡stille Nacht heilige Nacht!) sobre el Nieuwe Gracht. Y poesía de canales helados. Y tulipanes entre cristal. Y copas de Tino renano, de oro.)
El séptimo 98 de España: fué el de 1763, consecuencia del Pacto familiar del 61. España abandonaba sus derechos terranovinos. Y la Florida. Y el fuerte San Agustín. Y Panzácola. Y territorios del Mississipí.
(París-Madrid, Luis XV. Grimaldi, Choiseul. Una reina de Sajonia: Amalia. Un pintor aún más extranjero y empelucado: Mengs. Un ministro inglés: Pitt. Un reyecito ilustrado por la Francia: Carlos III. Todo ello un “affaire de coeur". Baraja francesa. Le roi, la dame. Le valet. Pique. Tréfle. Carré. Et coeur. Un affaire de coeur. Vive l'Espagne!)
El octavo 98 de España: va de 1792 a 1795. Pérdida del Oranesado (Orán, Mazalquivir, Tlemecen). Y pérdida de Santo Domingo.
(¡Todo el Oranesado! ¡Aquella conquista fundamental de Cisneros (1505-1509); aquella conquista, sagrada para nuestra defensa nacional, soñada y dictada por los Reyes Católicos, como única política africana de España! ¡Mauritania cesariana! ¡Argel, de Cervantes! ¡Berbería nuestra que aun hoy habla español! Los masones Aranda y Floridablanca, preparan la traición al servicio de Francia, para provecho de Francia.
Basilea: el sur del Rin comienza a recibir en sus ciudades, como Holanda en las suyas -norte del Rin-, paces y pactos. Pacifismos. Ginebrismos de España. Derrotas de una cultura mediterránea y católica. Godoy. Basilea. Y allá, por el océano, Santo Domingo; nave a la deriva; desanclada, lejos...)
El noveno 98 de España: fué el de 1800: la Luisiana. La Luisiana para los franceses.
(San Ildefonso: versallismo. Verano. Carlos IV. ¿Corren las fuentes? ¡Lloran las fuentes de La Granja!)
El décimo 98 de España: 1802. La Trinidad en las Antillas.
(Las naranjas cogidas en los fosos de Olivenza, por el favorito, para la reina chula: la María Luisa. Los gajos de esas naranjas: Amiens. Amiens, la ciudad gótica y sin azahar. Pacto de Amiens, sin azahar: isla de la Trinidad.)
El undécimo 98 de España: no tiene fecha precisa. Tiene fechas anchas y terribles; tan anchas como la América, que se escapaba. Fechas desde 1810 al 1825. Un 98 de quince años; un 98 lleno de innúmeros 98.
(Ese 98 innumerable se llamó: Miranda. Bolívar, San Martín. Se llamó Boyacá, Tucumán, Carabobo, Córdoba, Pampa de Junín. Se llamó: Ayacucho, diciembre de 1824.)
El duodécimo 98 de España: es el famoso, el vulgarizado, el de los hombres del 98; el 10 de diciembre de 1898. París. El de Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Marianas, Carolinas y Palaos.
(En tomo a una mesa de café, Madrid, provincianos. ¡Todo era mentira y farsa! ¡Subvirtamos los valores! La Voluntad, Camino de Perfección. La comida de las fieras. Unamuno. Maeztu. Benavente. ¡Abajo el Quijote! Costa. ¡Siete llaves al Cid! Baroja y Azorín. ¡Viva la Voluntad y Nietzsche! Campañitas de bizarros generales en Marruecos.)
Y el tredicésimo 98 de España: ¡Ah! el preludio del tredicésimo 98 -último 98 de España- se llamó ''1921''. Y ese preludio ya lo pude interpretar yo. Se llamó: ''Annual''. Se llamó: ''Berenguer''.
(Mis "Notas Marruecas de un soldado", mi primer vaticinio, el grito de "último- 98", que apercibieron mis abuelos en sus comentarios, viendo en aquel "soldado" su legítimo nieto.)
Pero el final de ese preludio es ese final: agosto de 1930. Pacto de San Sebastián.
Y ese grito final, de cisne español -nieto del 98-, es éste que vengo contando, cantando...
(14 de abril. La farsa -que no fué farsa- se acabó. El residuo final de España se disuelve y pulveriza dentro de la misma España. Rey, Aristocracia, Iglesia, Ejército, Lengua y Unidad. Una mesita en aquel despachito de aquella calle de San Sebastián: Círculo Republicano. El último 98: el número XIII de España. Alfonso XII se va. El vertebrado Imperio, la integrada España, 14 de abril: un solar en derribo.)
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