Cuento rápido porque no tengo tiempo (pensaba que tenía más del que tengo).
Os lo cuento rápidamente y si eso cuando vuelva de informática me explayo más.
Íbamos por la acera mi madre y yo. Tranquilamente. Delante de nosotros una señora con un carrito de bebé. Delante, tres personas de raza negra a paso como de tortuga, pero 10 veces más lento.
La señora se acerca a uno de los hombres (iban dos hombres y una mujer): "Perdone, ¿me deja pasar, por favor?" pregunta educadamente. El hombre la deja pasar y, cuando está pasando, le da un golpe con un dedo en la cabeza y le dice "Maleducada". La señora se vuelve sorprendida. "¿Cómo?" responde.
"Rasista, es usted una rasista". La señora le mira y le dice relajadamente "Estoy casada con un moro así que de racista nada. Te he dicho por favor que si me dejas pasar. ¿Qué más quieres?"
"Rasista, rasista" siguió el negro. La chica negra hablando en su idioma rápidamente con el otro.
Resultado: casi pegan a la mujer, aunque por fortuna no ha pasado nada porque se ha metido a la delegación de distrito, que estaba unos metros más adelante.
Eso ha sido esta mañana, a las dos y media.
Con esto no quiero decir que todos los negros sean así. Ni mucho menos.
Sólo quiero decir que a veces la palabra
racista se usa demasiado a la ligera. Racista es alguien que cree en la división entre razas, no es exclusivamente el rechazo de los blancos hacia personas con diferente tonalidad de piel, o distinto idioma.
Probablemente si a los que les pasa es a mi madre y a mí, me hubiera quejado a las autoridades y no hubiera sucedido nada, como probablemente haya sucedido con la señora. Si es al reves, siendo yo quien incordia al negro, me buscarían y juzgarían por xenofobia.
¿Qué pasa? ¿Acaso la xenofobia sólo la tienen los blancos hacia los negros, rumanos, moros, etc? Lo que acabo de decir y otras cosas, como el hecho de que Urgencias tenga preferencia hacia los extranjeros, me parecen también racistas, porque me discriminan por el hecho de NO SER extranjero.
Pero claro, es que soy un racista por buscar la igualdad real, y no una igualdad hipócrita que beneficie a todos menos a mí, que soy igual que los demás.
Hasta pronto, lectoras mías, y si hay algún lector, también.
Au revoir.
Marcadores